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[Xavier]

Estaba sonriendo como un idiota frente al espejo, nunca me imaginé poder sentirme así en algún momento de mi vida. Revise los cajones y mire el perfume ¿Sería una buena idea usarlo? Ayer no me rocíe y Al no actuó diferente.

Gracias a Dios hoy era sábado, un día de descanso donde no tendría tiempo para hacer más nada salvo eso, descansar. Pero no podía estar tranquilo sabiendo que Al pasaría dos días completos encerrada allí.

Digo, se que ya lo ha estado y que no se ha muerto aún por eso; pero le prometí que no la dejaría sola. Ya había planeado todo para la noche, solo debía aceptar, y esperaba que lo hiciera porque sino nada de lo que hice habría valido la pena.

El sonido de una notificación en mi celular llamó mi atención, entre directo al chat y me encontré con un mensaje de mi socia.

Ámbar: Todo listo.

Oh, se me había olvidado agradar que Ámbar me había ayudado mucho.

Yo: Gracias ¿Te dio las llaves?

Ámbar: No fue fácil, pero sí. Me lo debes, Xavier.

Yo: Claro, ya pagaré su siguiente cena ¿Cuando es? Por cierto.

Ámbar: Hoy 🙃

Yo: Vaya ¿Tan pronto?

Ámbar: Te lo dije hace dos días, esta te sale cara.

Yo: Bueno, ya que... Oye.

Ámbar: Dime.

Yo: ¿Sabes si le gusta el olor a perfume de hombre? Digo, es que vi unos en una tienda.

Ámbar: La verdadera pregunta es ¿A que chica no le gusta el olor a perfume de hombre?

Yo: No entiendo que tienen con eso.

Ámbar: Me vas a decir que tú no te fijas en como huele ella.

Yo: ...

Ámbar: ¡Ves!

Yo: Voy hacia allá, no quiero que se nos haga tan tarde, debe llegar a su casa temprano.

Ámbar: Uy, uy, uy.

Cerré el chat y mire el perfume en el cajón, algo indeciso. A la final me rocíe un poco en la zona del cuello —Como me explico mi madre —Tome mi abrigo y salí de casa.

Vale, tendría que esforzarme por despertar un sentimiento fuerte en ella, tal cómo ya ella lo despierta en mi.

[**]

Al estar frente a su ventana el frío de diciembre me dio una grata bienvenida. Saque mi celular un segundo para enviarle un mensaje avisándole se mi llegada y ella me respondió asomando enseguida.

—¿Que haces aquí? —Pregunto sorprendida.

—Esperaba un hola por lo menos —Reí —Ven, daremos un paseo.

El Diario De Una Lectora ✓ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora