40.

135 29 9
                                    

[Aly]

¿Valdría la pena seguir postergandolo? No.

Mi madre está mañana había ido a mi habitación para informarme que la semana proxima será la mudanza. No iba a permitirlo. Ya no pensaba seguir escondiendome.

Suspiré y gire la manilla para abrir la puerta principal ¿Estaba nerviosa? Joder, si, pero tenía que ponerle un punto final a todo esto.

Al abrir la puerta la primera persona que pude observar fue a mi madre, estaba sentada en el sillón con su celular. Al darse cuenta de mi llegada levantó la cabeza y sonrió.

Ignoré totalmente su presencia y subí las escaleras hasta mi habitación.

—¡Hey! ¡Allison ven acá! —gritó.

A este punto lo que ella tenía que decirme no me importaba.

Al abrir la puerta de mi habitación caminé apresuradamente hasta mi cama, revise abajo de ella y aún seguía allí ¡Bien!

—¿¡Quién te crees para llegar a esta hora de la noche a mi casa!? —Gritó desde el marco de la puerta.

—No te preocupes, de todas formas ya me iba, solo vine por unas cosas que deje. —Sonrei.

—No digas estupideces —Negó con la cabeza —Quiero que me digas en donde carajos has estado metida toda la puta tarde.

—En algún lugar, que claramente no era este.

—¡Allison!

—No necesito que finjas preocupación, de todas formas nunca te he importado.

—En lo último tendrás mucha razón, pero no puedes andarte paseando por mi casa como te da la gana.

—Se supone que eres mi madre... —Frunci el ceño.

Por algún momento creí que me diría algo como que no era lo que parecía y que ella me amaba tal y como era..., pero no. Me equivoqué, otra vez.

—Solamente por un puto papel que muchas ganas me han dado ganas de romper.

—¿Qué?

—Tu abuela se empeñó en que te adoptará luego de que tú hermosa madre falleciera. —Sonrió de lado —No eres mi hija por más que un puto papel.

Llevé una mano a mi pecho por instinto, podía sentir a mi corazón latir cada vez más rápido.

—Entonces...

—Eres hija de mi hermana, no mía y te odio tanto como algún día la odie a ella.

Esa hija de...

No vale la pena.

—¿Entonces por qué hacerte cargo de mi?

Mire hacia el reloj, solo faltaban veinte minutos...

—Por tu abuela —Blanqueó los ojos —¿Sabes lo insistente que es? Tampoco quería que lo supieras, claro, quería que tuvieras una infancia feliz y que crecieras amando a Lucía como tú hermana.

—Pero porque le haces daño a Lu también, lo comprendería hacia mi, aunque no tengo la...

—"La culpa" —Uso sus dedos para hacer referencia a las comillas —Te pareces en todo a ella, esa es tu culpa.

—¿Y mi padre? ¿Que ocurrió con él?

Había esperanza, quizá todavía existe alguien que...

—Murió con tu madre y bien que se lo merecían.

El Diario De Una Lectora ✓ [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora