Corazón de hielo [Jelsa] CDH #1

Capítulo 4. "Desaparecidos"

Olaf entró a la sala de la reina, con la intención de encontrar a Elsa. No la había visto en toda la mañana. Así tenía la esperanza de encontrarla en esa habitación, leyendo un libro. O tal vez tomando el té.

Y fue cuando vio una figura en el sofá de la habitación. Esa podía ser Elsa, Olad podía asegurar que ella tuvi que dormida leyendo, o tomando el té.

Olaf se acercó a la figura, pero se sorprendió al ver que no era Elsa, en vez era un chico, que dormía plácidamente en el sofá.

No lo reconoció de ningún lado, perp tal vez era un amigo de Elsa que se quedaba en el castillo. El muñeco de nieve extendió su pequeño brazo de madera hacía la mejilla del chico lo que hizo que el chico abriera los ojos de una manera que asusto a Olaf.

—¡AAAAAAAHHHH! —Gritó Olaf echándose para atrás.

El chico se levantó asustado y vio al muñeco de nieve sin palabras

—Tú... —dijo el chico después de unos segundos— ¡Tú te llevaste mi cayado!

—¿Qué? —preguntó Olaf realmente confundido.

Jack vio que el muñeco no entendía así que cerró la boca, tal vez podía irse de allí tranquilamente.

Fue cuando se dio cuenta de algo muy importante.

—Espera, ¿tú, tú puedes verme?-dijo Jack asombrado. Primero una reina, ahora un.. ¿muñeco de nieve?.

Aunque siendo sincero lo del muñeco de nieve tal vez no era lo más sorprendente comparado a que lo estaba viendo.

—Ah, sí —dijo Olaf con una sonrisa— ¿Por qué no debería hacerlo?

¿Por que no debería hacerlo?, esa era una excelente pregunta

—¿Tú no sabes quien soy? —se aventuró a preguntar el chico de cabellera blanca.

—No, ni idea de quien seas —respondió el simpático hombre de nieve—. ¿Oye y tú quien eres?

El chico se agachó a la altura del muñeco y sonrió levemente.

—Mi nombre es Jack Frost.

—¡Oh!, hola Jack, me presento —Olaf extendio una mano hacia Jack con formalidad la cual el chico correspondió—. Soy Olaf y adoro los abrazos.

—Yo vine a buscar lo que es mío. —Dijo Jack tomando su cayado, pero Olaf se había dado cuenta y corrió hacia el chico.

—¡Oye!, eso no es tuyo. —dijo tomando parte del regalo que le había hecho a Elsa.

—¿Qué?, ¡claro que es mío? —reclamó Jack

Jack empezó a dar resistencia, el muñeco de nieve alzaba el cayado evitando que Jack pudiese quedarselo para irse de allí. ¿Y por qué no había de irse? Ya había encontrado lo que que quería. Pero vino a su mente que la reina de Arendelle. Una persona, había sido capaz de verlo.

¿Seguro que ya quería irse?

Así que Jack paró y le dijo:Oye, sólo quiero que me devuelvan esto

—Eso no es tuyo. —dijo Olaf.

—¡Sí lo es! —exclamó Jack

—No, porque yo lo encontré en el bosque.

—Pues por qué lo perdí en el bosque.

—¡Entonces, si es tuyo, demuestralo! —Olaf le cedió el cayado a su verdadero dueño, esperando ver algo que lo justificara.

Jack suspiró, y tomó con fuerza su cayado, quería hacer algo sencillo. Un florero estaba junto a ellos, y Jack acercó el cayado con cuidado. Y de pronto el florero se cubrió de nieve. Olaf vio y simplemente quedó sorprendido.