Corazón de hielo [Jelsa] CDH #1

Capitulo 19 "El castillo de hielo"

-¡No vas a salirte con la tuya!-la princesa gritaba una y otra vez mientras trataba de escapar del agarre del muñeco de nieve.

-Ay, ¡Ya basta princesita de cuarta! Por el amor del hielo... ¡Cállate! Te mataría ahora mismo si no fuera por que te necesito con vida.-La chica estaba enojada y a pesar de su frialdad sus ojos parecían fuego

-Pues yo prefiero la muerte-exclamó Anna.

-Anna yo que tú no la hago enojar.-le murmuró Kristoff, quién también se encontraba tratando de escapar del agarre de otro guardia/muñeco de nieve.

-¡No!-interrumpió la princesa-¿Por que no habria de decirle lo que se merece oir? ¿¡ah!?

-Anna no...-trató de decirle Kristoff.

-No,-le interrumpió la reina ésta vez-Quiero oir lo que que ella va a decirme.

-Bien.-dijo Anna.-Usted, es una mala persona, quiere el poder por que no sabe realmente que es el amor y quieres llenar un vacío, crees que con todo el poder del mundo vas a poder llenarlo, pero sabes, internamente de ti sabes que no va a poder ser así. Por que no te das la oportunidad de hacer que alguien te ame, tienes miedo y eres miserable, y si fuera por poco...

Entonces la voz de Anna se dejó de escuchar en la habitación. Kristoff preocupándose vio la cara de la reina, ella estaba erguida y molesta, con la mandíbula tensa viendo en dirección de Anna, se volvió a dónde estaba Anna y vio su figura en forma de hielo escarchado.

-¡NOO!-Gritó él-¡¿qué le has hecho?!

-Agh, tú también-gruñó ella y realizo un movimiento con la mano que dejó a Kristoff de la misma forma que Anna. Ella se volvió a los muñecos de nieve-llevárselos de vuelta a su celda.

Estos acataron sus órdenes y se fueron inmediatamente del lugar.

Hans, quién miraba todo desde detrás de Cerise se acercó a ella extrañada.-¿Que no era que no ibas a matarlos?-preguntó irritado.

-No te preocupes cariño, están atrapados en un sueño criogénico. Van a estar bien, sólo que van a estar así hasta qué sea el momento en que los necesité, el cuál será muy pronto querido.

Hans sonrió satisfecho, su plan funcionaba a la perfección. Entonces se acercó más a Cerise y preguntó.

-¿Que hay de Elsa? ¿No te preocupa siquiera que ella pueda planear algo grande?

-Elsa no me preocupa, estoy más que segura que ella no se negará a dejar sus poderes después de saber lo que la va a ocurrir a su querida Anna. Y a su reino claro, también, ese pequeño detalle también está en juego aquí.

-¿Vas a dañar a Elsa a Anna de todas maneras? ¿Y al reino también, entonces dime que voy a gobernar yo? Eso no era parte del trato.-Hans se alejó rápidamente pero Cerise junto sus manos con las de él rápidamente y le interrumpió.

-¡Pero Hans! Cuándo tenga todo el poder de Elsa en mis manos podrás ser el rey de tantos reinos tu desees. Sólo es cuestión de tiempo, ellos ya están a mitad de camino hacía acá. -dijo la reina de las nieves con una sonrisa pero de pronto esa sonrisa se borró de su rostro.-Aunque...

-¿Aunque que?-preguntó Hans preocupado.

-Lo que en verdad me preocupa es el acompañante de Elsa.

-¿El reno? ¿El muñeco de nieve?--Hans volvió a preguntar.

-No, alguien más, alguien que no has visto todavía Hans.

-¿Y quién es?.-preguntó él.

Cerise sonrió y colocó las yemas de sus dedos en frente de los ojos de Hans, entonces él sintió un cosquilleo en esa parte y cuándo Cerise se acerco al espejo del vestíbulo él la siguió.