De intercambio en Italia (COMPLETA)

CAPITULO 8

Volvieron a golpear la puerta y seguí sin contestar, cuando esta se abrió y vi a Damiano, estaba tan ofuscada que comencé a gritarle.

- ¿A qué vienes? ¿Vas a seguir insultándome y tratándome como un trapo viejo?

¡Solo porque no te largas y me dejas en paz! Gritaba y lloraba.

Tape mi cara con mis manos, estaba cansada de pelear.

Escuché como se movió, pensé que se había ido, cuando sentí que me abrazo y dijo.

- Sé que soy un idiota, y que me he portado muy mal contigo, pero no puedes abandonar Italia y el intercambio cuando estoy seguro que te ha costado mucho conseguirlo.

¿En serio estaba ocurriendo eso?

Pensé que era un sueño de esos raros que siempre tengo, pero si era real sentía que estaba cerca.

Entonces solo subí la mirada y lo ví.

- ¿Cuando me cambiaron al Damiano Idiota por el Damiano amable y comprensivo? Pregunte algo llorosa aún.

Este río, y me abrazó.

Estaba muy confundida con lo que estaba pasando pero, necesitaba que alguien me de ánimo, lo raro es que sea él quien lo esté haciendo después de ser uno de las razones por el cual quería irme.

Me soltó y me dijo que vayamos a la cocina.

No dije nada y solo lo seguí, entro y me sirvió un vaso de agua para calmarme, aunque con su abrazo ya lo había hecho.

Al final habló

-Ana, mmm sé que tal vez no me perdonarás o tal vez incluso no entiendas el porqué de mi comportamiento y aunque nada de lo que diré los próximos minutos justificará, como te he tratado.

Quiero que me disculpes.

Yo solo asentí y comenzó a hablarme.

-La semana en la que llegaste a esta casa no estaba pasando por mis mejores días, he peleado tanto con mi ex novia que lo he descargado todo contigo, además la camisa la cual manchaste con café era un regalo muy especial de papá. Bajo la mirada y me dijo que él había fallecido unos meses antes. Ahí fue cuando entendí muchas cosas, no solo era el hecho de la camisa, sino que tal vez aún es un tema que no ha superado y tal vez la relación con su ex lo estaba atormentando aún más.

Y aunque aun no entiendo muy bien por qué ser yo, el blanco de su enojo, le dije que no se preocupe que podemos comenzar de nuevo.

Le extendí mi mano y le dije

- Hola mi nombre es Ana tengo 22 años y soy tu compañera de casa y de clase, espero que está vez las cosas vayan mejor.

Extendió su mano estrechando la mía y me dijo.

- Soy Damino, tengo tu misma edad y aunque también soy tu compañero, soy el estúpido que no te ha dejado vivir en paz desde que llegaste a Italia. Rió por lo bajo.

Dios nunca pensé verlo tratarme bien y menos aun riendo.

Estábamos en la cocina riendo y haciendo bromas cuando Vick y los demás chicos llegaron, estaban muy confundidos después de vernos juntos, pero les dijimos que hablamos y ya nos odiamos. Entonces todos se acercaron y nos abrazaron en especial Vick ella era la que se sentía más mal por nuestra mala relación, porque se notaba que quería mucho a Damiano y él también a ella.

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