De intercambio en Italia (COMPLETA)

CAPITULO 25

Salimos y me llevo a la parte trasera de la casa, su madre tenía una pequeña hectárea en donde sembraba uvas para su viñedo y en la parte de atrás pude ver que había una pequeña cabaña pero no me percate en preguntar.

Entramos, era pequeña pero muy bonita.

En este lugar pasábamos jugando con mi hermano cuando éramos pequeños y mira, dijo Damiano señalando al final una pequeña carpa armada con cobijas.

Esa era nuestra fortaleza, en donde solíamos jugar mi hermano y yo siempre.

Vamos te muestro.

Entramos en la pequeña carpa de cobijas, era pequeña por dentro y llena de almohadas.

Nos sentamos los dos juntos y me contó un poco de su infancia y como le gustaba estar en ese lugar ya que se sentía muy seguro.

Me gustaba que me tenga esa confianza para contarme pequeñas cosas sobre él y más mostrármelas pero aun así había algo que no me cuadraba.

Mientras hablábamos entre las almohadas y cobijas saco una botella de vino y brindamos.

Me entrego una cajita cuadrada de color rojo.

- Ábrela y espero que te guste.

La abrí y de inmediato vi una pulsera de color plateado con pequeños toques negros en la parte de en medio como una plaquita estaba grabada nuestras iniciales A.D

- Es hermosa, dije sosteniéndola

- Igual que tú

- Muchísimas gracias Damiano, no debiste molestarte.

- Claro que sí, y pues eso no es todo río

- ¿Hay más? dije riendo

- Claro que sí

Se acercó y me besó. Le correspondí de inmediato y me abrazó.

Lo notaba algo nervioso.

- Ana ¿quieres ser mi novia? Lo soltó sin más

Lo observé unos segundos y enseguida lo besé yo.

- Claro que sí, sí quiero le dije sonriendo

- Te quiero Ana, gracias por todos estos meses que has compartido conmigo, quise buscar el momento perfecto para hacerlo y creo que llegó la pulsera es la muestra de nuestra relación.

- Me encanta, dije besándolo.

Nos separamos y me indico su mano, traía una pulsera igual a la que me había regalado.

- Ahora es oficial.

- Claro que sí amor, te quiero Damiano.

La velada no pudo terminar mejor, pasamos la noche juntos en su pequeña fortaleza como él lo decía.

Al otro día íbamos a tener un pequeño día de campo con toda su familia para despedirnos ya que de aquí, la próxima reunión sería la próxima navidad. Así que querían aprovechar el tiempo lo mejor posible.

Damiano le aviso a su madre y hermano que formalizamos nuestra "amistad" y estaban muy felices, claro que horas después ya toda su familia estaba enterada, todos nos felicitaron y dijeron que hacíamos una bonita pareja.

Al día siguiente nuestro tren de regreso saldría a las 12 del medio día así que nos levantamos temprano para pasear un poco en la mañana voy luego despedirnos de toda su familia y salimos de vuelta a casa.

- ¿Qué días de locos no crees?

- Si, no lo niego pero fueron los mejores si estás conmigo. Le dije y lo bese

- Gracias Ana

- ¿Por?

- Por aceptar pasar estas fechas conmigo y por aceptar ser mi novia.

- No tienes nada que agradecer, cariño lo hago porque te quiero y amo pasar tiempo contigo.

Llegamos a la estación del tren y sin problema lo abordamos, en medio de dos horas estaríamos llegando a casa.

Hola ¿Cómo están? Hoy les traigo algunos capítulos, prometo subir un poco más seguido.

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