Tres adolescentes, atrapados por la monotonía, acaban en un extraño mundo situado en lo más profundo de la Red. Por circunstancias ajenas a ellos se verán envueltos en una guerra entre los Three Musketeers, un grupo de monstruos digitales que se rev...
—A pesar de que el ataque al Castillo Sagrado fue un éxito, no te percataste de que había humanos y por tu culpa consiguieron huir. Tendría que haberte ejecutado como castigo, pero te di una segunda oportunidad. Es hora de que demuestres que mereces vivir —dijo Beelstarmon amenazante al tiempo que acercaba una de sus pistolas a la cabeza de NeoDevimon.
El digimon con aspecto de demonio asintió. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices que mostraban la dureza de los castigos a los que Beelstarmon lo había sometido.
***
—Han sido tres días intensos, pero creo que ya os he enseñado todo lo que sé. A partir de mañana, lo mejor será que lo pongáis en práctica.
—Sí. Lo cierto es que si nos hubiésemos enfrentado a Deltamon en estas condiciones, hasta Coredramon solo le habría derrotado.
—¡Sin duda!—respondió Dracomon, alzando su puño derecho en señal de victoria.
—Por cierto Shiro, ¿qué era eso que me ibas a comentar esta mañana sobre tu smartphone? —preguntó Babamon.
—¡Ah! Es cierto, se me había olvidado.
Shiro le explicó a Babamon lo ocurrido.
—¡Idiota! ¿Cómo se te curre conectarte a la Red del Mundo Digital sin consultarme?
—Pe... pero... ¿qué tiene de malo? Además, intenté contártelo justo después.
En ese instante se escucharon explosiones a cierta distancia. Todos subieron a la habitación de Babamon para obtener una mejor visión de lo que ocurría, y desde la ventana vieron a varios digimon atacando la pequeña ciudad costera que estaba al otro lado del puente que separaba a la isla del resto del continente.
—Maldita sea... seguro que han rastreado la conexión y están atacando Kaigun City porque creen que provenía de allí —explicó la anciana.
—Eso significa... que piensan que estamos en esa ciudad... —contestó Penmon.
—Así es.
—No hay tiempo que perder. Tenemos que ir a salvar esa ciudad —dijo Takayuki.
Se decidió que KoKabuterimon se quedaría con Babamon, pues él era el menos apto para la batalla y sus conocimientos sobre el Mundo Digital no iban a ser muy necesarios en ese momento.
—¡Dracomon evoluciona a... Coredramon!
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