•CAPITULO XXV•

5 0 0
                                    

-¿Te gustó?-Cuestionó Asher mientras me obsequió un beso en mi frente.

-Me encantó. Aunque... Creo que estoy confundida, no sé si realmente sienta atracción por ti, quizás tengo por ti un amor distinto.-Dije con sinceridad. Amé todo lo que el me hizo, pero no lo sentí como se supone que debía de hacerlo.

Después de un momento de estar en silencio, el asintió con la cabeza, y me miró fijamente a los ojos.

-Creí que era el único que sintió esa sensación extraña, supongo que el amor que creemos que tenemos, no es el correcto.-Confesó dándome la razón.

-No lo sé, pronto hablaremos de esto, por el momento, tenemos que dormir.-Recomendé.

-Sinceramente, te veo más como alguien a proteger, como un protector.-Confesó mirando al vacío.

¿Es ese tipo de amor el que sentimos nosotros dos?

Es un amor distinto al de pareja. Quizás, al principio de conocerlo, su atractivo me hizo amarlo de manera romántica. Al pasar el tiempo, ese amor fue disminuyendo y aumentó el otro, el cual es completamente distinto.

-Creo que se a lo que te refieres, supongo que tengo el mismo cariño por ti, creo que sentimos la necesidad de hacerlo, nuestros sentimientos no estaban completamente aclarados.

-Al final, nuestros verdaderos sentimientos salieron a flote, me alegra poder saber que era lo que verdaderamente sentía yo por ti. Aunque creo que el sexo fue necesario, ¿No?-Cuestionó entre ligeras risas.

-Justo y necesario.-Respondí con una sonrisa.

-¿Sabes algo?, se viene nuestro último contrato en México, terminaremos pronto y tendremos un tiempo de paz en el país.

-Lamentablemente no es mucho tiempo, ¿Que país será el siguiente que visitaremos?-Cuestioné.

-Aún no está decidido, podría ser entre un país asiático y uno sudamericano, solo que allí nos reconocerán rápidamente, nos odian.

-No es para menos, Asher. Hemos matado mucha gente, con pisar cualquier país, incluso aquí, o en Japón, nos odian.-Añadí mirando la ventana.

-Supongo que si, tienes razón. Solo espero que nunca nos vean el rostro, tengo miedo por los demás, por ti. Así que hay que ser lo posible por cubrirnos los rostros cuando estemos por cumplir los contratos.

Asentí con la cabeza y terminé de colocarme mis últimas prendas de ropa. El hizo lo mismo cuando puso su vista en mi.

¿Que es lo que estoy sintiendo?

Es una sensación rara de explicar. ¿Tristeza? ¿Felicidad? Siento las mismas sensaciones en el cuerpo. Tenía ganas de llorar, pero también de sonreír. Esto me recuerda cuando murió mi padre en el ejército, los mismos putos sentimientos encontrados, pero, ¿Por qué podría sentir esto aún de años de que mi papá falleció?

Mis sentimientos de mierda que nunca pude comprender con certeza.

¿Que es lo que estoy sintiendo ahora?

¿Que demonios es?

¿¡Que demonios es!?

-¡Annie!

Rápidamente fijé mi mirada en sus ojos por su tono de voz alzado.

-¿Que pasa?-Pregunté.

-¿Estás bien? Tenías la vista perdida hace unos segundos y estabas delirando algunas cosas.

Sacudí mi cabeza de lado derecho a izquierdo y froté mis ojos con mis dedos para estar atenta.

-Lo siento, solo que me quedé pensando en algunas cosas, nada importante. Aunque, me llegan muchas advertencias, ¿Sabes?

T H E R E W A R D © [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora