En una cita
Koujaku y Noiz caminaban por la calle comercial de Aoyagi. Era cerca del medio día de un sábado que hubiera sido como cualquier otro, salvo por que estaban en una salida “romántica”. El más joven le había sugerido a Koujaku que tuvieran una cita. Al ver su expresión de desconcierto, Noiz había respondido con su característica inexpresividad «Eso es lo que hacen las parejas que se quieren, ¿no?».
El rubio comenzaba a entender lo que era querer a alguien. Querer era tratar a alguien como a una persona, y no como un monstruo o como un medio para obtener algo más. Era no sólo preocuparse de que esa persona comiera y durmiera, o de curar sus heridas si se lastimaba. Querer era interesarse por sus pensamientos y emociones, y desear tenerla cerca, pero no siempre por sexo. Querer a alguien era entender sus limitaciones, y ayudarle a superarlas con paciencia y esmero. La razón por la que comenzaba a entender que quería a Koujaku era porque él le había demostrado que lo quería. Por eso había propuesto salir. Si se querían, lo obvio era que tuvieran citas. Al menos, era obvio para el rubio.
Noiz jaló la mano de su acompañante en cuanto vio un pequeño establecimiento de crepas. No tenía idea de que eran, pero llamaron su atención por la enorme cantidad de crema batida con la que las estaban rellenando.
—Ey, ¿qué haces? —preguntó el pelinegro mientras era arrastrado por el chico.
—Quiero eso. Cómpramelo.
—¿Ya tienes hambre? No son ni las doce. ¿Además, porqué debería hacer eso, niño? Cómpralo tú.
—Estamos en una cita, vejestorio. Se supone que debes comprarme algo.Koujaku sonrió. Los razonamientos de Noiz con respecto a los rituales sociales eran a veces demasiado infantiles, pero no era su culpa. Había vivido encerrado hasta los dieciséis años, y apenas ahora comenzaba a comprender lo que era relacionarse con otras personas. Y no estaba tan equivocado, de todas formas.
El japonés se acercó al más joven, quien miraba con disimulado asombro cómo la dependienta cocinaba la masa en la plancha.
—Deme dos, por favor —dijo al fin Koujaku.
Noiz lo miró de inmediato, con los ojos llenos de una inocencia casi infantil. Una sutil sonrisa se dibujó en sus labios. El pelinegro le revolvió los cabellos cariñosamente, satisfecho de haber recibido esa hermosa sonrisa a cambio de una simple crepa.
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Masturbación (contenidos explícitos)
Koujaku acercó más a Noiz a su cuerpo sin dejar de morder su hombro. La espalda desnuda del rubio estaba contra su pecho, el sudor de ambos mezclándose y dejando sus pieles saladas y pegajosas. En su mano, el miembro ansioso de su amante se encontraba tan húmedo que sus dedos resbalaban sin dificultad alguna mientras se movían de arriba abajo.
No era sencillo excitar a Noiz cuando tenían relaciones, pero Koujaku siempre se tomaba el tiempo necesario para lograr que el cuerpo de su amante respondiera. Al inicio, no tenía idea de por qué Noiz le pedía que hiciera todo más fuerte, al punto de rogarle que lo mordiera o lo pellizcara hasta dejarle marcas, y pensaba que el chico era un masoquista bastante dañado. Todo tuvo sentido el día que el rubio le confesó que no sentía dolor, y que apenas sentía el tacto sobre su piel.
Ese día había caído rendido a sus pies. No sentía dolor. Nada de dolor…
Las acciones que Koujaku tenía que llevar a cabo para que su pareja sintiera eran más enérgicas de lo que a él le hubiera gustado recibir, claro, pero conforme habían pasado los meses, había ido descubriendo los puntos que sentían un poco más, y las formas de estimularlos para darle la experiencia más placentera posible. Cuando escuchaba a Noiz gemir, como en ese momento, se sentía completamente feliz. No era una cuestión de orgullo machista; saber que su pareja se sentía bien gracias a él era satisfactorio tanto física como mentalmente.
La expresión en el rostro de Noiz era tan sensual que no pudo contener un suspiro al mirarla. Sabía que aún faltaba para que el rubio alcanzara el clímax, por lo que podría admirar su rostro otro rato más. No le importaba cuanto tiempo llevara, y ni siquiera le interesaba su propia satisfacción.
De momento, sólo quería saber que ayudaba a Noiz sentir.
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Midori+Akai. verde y rojo
FanfictionNo tengo idea de porque Wattpad mandaba error cada vez que intentaba añadir el capítulo 4, así que decidí borrar y resubir. Disculpas a quienes ya habían votado y comentado. ADVERTENCIA: contenidos sexuales explícitos hombre/hombre Estos drabbles de...