Capítulo #3
-Hola, Daine, sé que esto es bastante extraño pero tengo un problemita y necesito tu ayuda -dijo Ryan agitado y preocupado una vez dentro de la habitación.
-¿Problemita? ¿Qué problemita? -preguntó ella con el ceño fruncido.
-Bueno..., a mis padres les llegó la carta con mis calificaciones y, como no pude pasar matemáticas ni probabilidad, me corrieron de la casa, no me dejarán volver hasta que pase todo con un siete como mínimo.
-Pero ¿qué rayos? ¿Es en serio? -preguntó Daine y Ryan asintió -. Eso no puede ser... ¿Cómo es que tus padres te corrieron? No pueden.
-Pues, sí pueden y ya lo hicieron. Ya tengo 18 y no puedo como que demandarlos.
-Pero son tus padres...- dijo Daine con algo de rabia y tristeza.
-Sí..., lo son... Pero no los conoces, son demasiado estrictos y no quieren un hijo mediocre que no pueda pasar dos materias y menos después de tener el hijo perfecto que pasó todo con 10 -dijo Ryan recordando a su hermano mayor Jack.
-Pero reprobar dos materias no te hace un hijo mediocre. No todos somos buenos en todo, no es justo que te hayan echado por esa tontería. Eres su hijo y no deberían hacer otra cosa que apoyarte -dijo Daine dejándose llevar por la indignación.
Ryan abrió ligeramente los ojos y la boca.
-Wow..., nunca nadie me... Gracias, Daine. Ojalá las cosas fueran así -dijo él bajando la cabeza.
-Ay, Ryan, lo siento mucho -dijo Daine y se acercó a él y se paró de puntitas para poder abrazarlo sobre sus hombros. Ryan le devolvió un abrazo más fuerte y cinco segundos después se separaron con los corazones algo acelerados. Después de pensarlo un momento continuó: -. No te preocupes, quédate a dormir conmigo hoy. Mañana te ayudaré a pensar en qué hacer -dijo Daine dibujando una leve sonrisa que Ryan le devolvió mientras asentía con la cabeza -. Bueno, buscaré un saco de dormir... Sólo tengo que advertirte que no me dejan traer a hombres a la casa y menos a dormir, así que nadie te puede ver aquí. -Ryan asintió -. Voy a poner la alarma más temprano para que no nos descubran. Ya vuelvo con el saco.
Daine salió cerrando la puerta detrás de ella.
Ryan se sentó en la cama mientras se le derramaban un par de lágrimas (por la tristeza y la felicidad de tener dónde pasar la noche) que rápido se quitó con las manos. Él estaba demasiado agradecido con Daine, ella había hecho más cosas por él en una semana que cualquiera en toda su vida.
Diez minutos después, apareció Daine con un saco de dormir y un sándwich de mantequilla de maní para Ryan.
-Toma, creí que tendrías hambre -dijo Daine acercándole el sándwich. Ryan lo tomó y ella prosiguió a extender el saco al lado de su cama, contrario a la puerta.
-La verdad es que sí, Dai, me moría de hambre, sólo que, con todo, no me di ni cuenta -dijo Ryan y luego le dió un mordisco al sándwich -. Mmm, amo la mantequilla de maní -dijo alzando la cabeza.
-¡Yo también! -dijo Daine sonriendo e incorporándose después de terminar de acomodar el saco de dormir.
-Oye, Dai..., muchas gracias, en serio. No sé cómo pagarte... ¡Pagarte, Dai! -dijo Ryan golpeando la palma de su mano en la frente -. ¿Cómo conseguiré tu dinero? No puede ser. Te tengo que pagar lo de tu Universidad por ayudarme con Sarah y ahora te debo la vida por esto...
-Ryan, tranquilo, no me debes nada por esto, lo hago de corazón para ayudar a un amigo. En serio, no me debes nada de nada.
-Pero, es que te mereces algo por todo lo que has hecho por mí -dijo Ryan y se puso a pensar. Daine, sin querer, sonrió un poco -. ¡Ya sé! voy a pasar todas materias este periodo y, al volver con buenas calificaciones y mostrárselas a mis padres, ellos me aceptaran de vuelta y yo conseguiré el dinero de tu inscripción. No te preocupes, Dai, tú vas a ir a esa universidad sí o sí.
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No me quiero enamorar
Teen FictionEs una chica normal e inteligente, que sólo le importaba su educación e ir a una buena universidad. ¿El amor? El amor era insignificante para ella hasta que..., bueno, hasta que Ryan le pidió que fingiera ser su novia para ayudarlo a conquistar a Sa...