13. NO PUEDE SER

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Capítulo #13

Ryan estaba temblando mientras esperaba que se abrieran las puertas de la coordinación para pedir sus calificaciones, la mayoría  de alumnos esperan a que envíen sus calificaciones a casa, pero él ya no podía esperar más.

–¿Qué tal? ¿Ya las tienes?

Ryan dio un saltito del susto, estaba tan nervioso que no vió llegar a Daine.

–No..., están en junta o algo así. Aún no abren –dijo Ryan con el corazón en la garganta.

–No te preocupes, yo sé que te fue bien y pasaste todo –dijo Daine poniendo du mano en el hombro de Ryan para mostrarle su apoyo. Parece que él sí lo notó porque se relajó un poco.

–Gracias, Dai, esper...–La secretaria había abierto la puerta de coordinación, lo que hizo que Ryan se detuviera en lo que estaba diciendo.

Ryan se quedó viendo la puerta con la mirada perdida, sólo sentía muchos nervios, no quería ver sus resultados, pero tampoco quería seguir con la duda.

Dio media vuelta y se puso detrás de Daine para empujarla por la espalda.

–Ve tú, Dai, y me dices que tal me fue. -A Daine le dieron escalofríos al sentir las manos de Ryan en su espalda.

Roja y tratando de no parecer alterada le dijo:

–Ryan, no, tienes que hacer esto. Yo sé que pasaste, ahora solo tienes que comprobarlo y llevarle esa hoja a tus padres para que vean el gran hijo que eres.

Ryan sonrió un poco.

–Está bien..., ya vuelvo –dijo él tomando aire y valor.

–Suerte.

Ryan entró y Daine lo esperó afuera.

En la oficina se encontraba una señora con el pelo teñido de rubio, de unos 50 años detrás de un escritorio, en frente de una computadora; era la secretaria de la subdirectora. Cuándo vio entrar a Ryan lo miró esperando a que le dijera lo que necesitaba.

–Sí... Hola..., vengo a recoger mis calificaciones –dijo Ryan, con la voz algo más aguda de lo normal, a la secretaria.

–Nombre... –dijo la señora.

–Ryan Cristof Waldof Wiliams.

La señorita tecleó algo en su computadora , después se puso de pie, fue hacia atrás dándole la espalda Ryan, y empezó a buscar entre una pila de hojas que estaban en una mesa.

–¿De qué semestre eres? –preguntó ella.

–Soy de quinto.

La secretaria siguió buscando y, después de un rato, tomó una de las hojas y se la entregó a Ryan. Él la recibió sin darle un vistazo.

–Gracias –dijo él y le dió la espalda a la secretaria.

Tenía los ojos cerrados y la cabeza hacia arriba para no ver la hoja.

No aguantó más, la incertidumbre le hizo bajar la mirada y ver sus notas.

Ryan salió de coordinación, afuera seguía Daine esperándolo.


–Ryan, ¿Cómo te f..? –comenzó a decir Daine, pero no pudo terminar la pregunta porque Ryan la comenzó a abrazar muy fuerte por la cintura y la había levantado del piso.

–Gracias, gracias, gracias –decía Ryan casi llorando.

Daine disfrutó de ese abrazo demasiado a pesar de que odiaba que la cargaran, pues ese abrazo sólo significaba que Ryan lo había hecho, había pasado.

No me quiero enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora