28. HACERLO CON ÉL

73 5 0
                                    

Capítulo #28

-Okay, ahora ve quitando poco a poco el pie del freno y ve presionando suavemente el acelerador.

Daine hizo lo que Ryan le dijo, pero el auto empezó a moverse haciendo que ella entrara en pánico por lo que volvió a pisar el freno con todas sus fuerzas. Después pensó que no era para tanto y volvió a soltar el freno para después pisar el acelerador. Lamentablemente lo pisó más al fondo de lo que debía, haciendo que el carro empezara a avanzar muy rápido y tuvo que pisar el freno de nuevo.

-Okay, okay. -Ryan trataba de mantenerse en calma -. Tranquila, no pises tanto el acelerador.

-Ay, Ryan, aprecio mucho tu esfuerzo para ayudarme a manejar, pero creo que esto no es lo mío -dijo Daine, pues le aterraba chocar el auto de Ryan.

-Dai, yo sé que puedes hacer esto -Ryan empezaba a dudar que enseñarle a manejar a Daine había sido una buena idea-, pero entiendo si aún no estás lista.

A Daine le sonaba tentadora la idea de acabar sus clases de manejo y dejar que Ryan siguiera siendo quien la llevara a los lugares. Sin embargo, sabía que tarde o temprano tendría que aprender a manejar, a demás, en la universidad podría resultar útil e indispensable el saber eso.

Daine suspiró y luego dijo:

-No, Ryan, tengo que hacer esto. -Ella lo miró a los ojos-, pero no me mates si estrello tu auto.

Ryan le devolvió una mirada asustada y puso una sonrisa nerviosa.

-Prometo no matarte si estrellas mi auto. Igual creo que es posible que muramos los dos cuando suceda.

Daine rió con nerviosismo.

-Entonces tengo que esforzarme en mantenernos vivos un día más.

Daine soltó aire. Ryan respiró hondo, puso una mano en el freno de mano por si a caso, con la otra agarró fuerte el cinturón que atravesaba su pecho, y entrecerró los ojos para no ver bien. Ella comenzó a arrancar tratando de recordar todas las cosas que Ryan le había dicho que tenía que considerar.


Cuando Daine logró dar una vuelta decente alrededor del estacionamiento de la feria de su ciudad (no había nadie pues no abría en días hábiles), Ryan se permitió respirar y ella dejó de temblar.

-Lo hiciste, Dai, diste una vuelta y seguimos aquí, vivos. Y mi auto también sobrevivió -dijo Ryan con un alivio evidente.

-¿Lo hice? ¿En serio lo hice? No puede ser, lo hice -Daine dejó salir aire de tranquilidad -. Y no nos maté... Gracias al cielo.

-Así es, amor.

-Muchas gracias, Ray. ¡Tenemos que festejar que no morimos con un café! ¿Qué te parece? ¿Te invito un café por ayudarme con esta tarea que, yo sé, no fue fácil para ti? -sugirió Daine.

Ryan sonrió y luego se acercó a ella para darle un beso en la frente.

-Me parece muy bien -respondió Ryan -. Pero con una condición.

-¿Cuál?

-Yo manejo.

Daine rió.

-Amo esa condición.

Ambos intercambiaron asientos para llegar de manera más segura a "Coff coffee".

-------

El calor de abril comenzaba a manifestarse, por lo que ambos pidieron un café helado. Una vez les entregaron sus bebidas prosiguieron a tomar asiento.

Estaban en silencio, Daine miraba a la nada (como pensando seriamente en algo). Ryan miraba por la ventana a una señora que bajaba de una camioneta blanca y a los dos niños que iban detrás de ella, pensó que tal vez eran gemelos pues se parecían mucho y se veían de la misma edad.

No me quiero enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora