Te amo~💖

.....¿Cómo...pude ser tan imbécil?

Los héroes de San Fransokyo disfrutan de un merecido café, y qué mejor café que el de la cafetería de Tía Cass. Solo que ha habido mejores ambientes.

Todos intercambian miradas preocupadas y nadie se atreve a decir nada, están de acuerdo que alguien debe de hablar con él; pero maldita sea. Era mucho más fácil enfrentar a uno de esos locos maniáticos que quieren destruir la Ciudad que enfrentar la cabellera descuidada de Hiro y su carácter, hay que decir, de mierda.

Ni su propio hermano y tía se atreven a cir algo. Cuando se trata de un pleito entre la pareja, su enojo cotidiano es volverse un dragón haciendo cenizas a cualquiera que quiera animarlo y quitar esa amargura que ahora arruga su nariz, ahora es un robot destructor, como cariñosamente le dice Fred, que evapora todo y a todos. Es parejo.

Se vuelven a mirar, nadie quiere decir nada. Tía Cass es la primera en animarse cuando le invita las galletas de su bandeja: el calmado, muy tranquilo, acepta. No hay más palabras, y al ver que nadie se anima, Tadashi tragó saliva, se aclaró la garganta y cuestionó la pregunta que todos tienen desde que los gritos sobrepasaron las paredes del laboratorio privado de Hiro y cuando un Miguel muy emputado se iba con paso marcado y Hiro maldiciendo le una última vez antes de dar un portazo que hizo cerrar los ojos a todos.

- ¿Todo bien, Hiro? - ya era muy tarde para arrepentirse, no estaba dispuesto a dar tregua - ¿Por qué...?

Azotó la taza a la barra, estuvo a nada de romperla, y con esa llamada de atención todos los ojos están en el mitad asiático. Hecho una fiera saca toda esa frustración en rugidos.

- ¡ES UN IMBÉCIL TESTARUDO! - escupió hacia todos - TODOS LO SABEN, KYLE ES, OTRO, IMBÉCIL QUE NI LE SIGO EL HILO DE LA CONVERSACIÓN UNA VEZ QUE COMIENZA A INSINUARSE, EL IDIOTA.

Fue más inercia que nada, pero todos asintieron y Hiro continúo con su desahogó.

- ¡Sabiendo eso, algo que todos saben!, ¡¿Por qué carajos se enoja?! - el arrebato fue hacia su cabello, que alborotó aún más y el rojo en su sangre ya lo volvió en una llama ardiente que va a quemar el café.

Todo tiene más sentido. Por supuesto que Kyle debía de estar en esto, y era obvio con esa publicación. Y la otra obviedad, es que el menor Hamada desconozca de ella por completo.

Esos rugidos salieron y volvieron al genio en su tranquilo ser y finalmente los presentes se animan hablar.

- Hiro - en sus alegres tacones marcados la chica de extensa melena castaña fue hacia su mejor amigo y le regaló la más dulce de sus sonrisas - Kyle es un idiota, y es cierto que era de esperar una reacción así de Miguel, pero podemos ayudarte a aclarar esto...

Hiro no puso mucha atención al principio, pero analizó las palabras y entonces interrumpió a Honey Lemon.

- espera, ¿Cómo que esto se lo esperaban?

La pregunta que todos esperaban.

Cuando él anda un nuevo proyecto entre manos el mundo desaparece, al menos que su celular suene con melodioso tono de guitarra para el mexicano, que ahora no quiere ver, su canción favorita para sus mejores amigos, maullidos para tía Cass y sonidos graciosos de "Bip, bup, bop" robóticos para Tadashi. Simples notificaciones de redes sociales o aplicaciones que usa para apagar su cerebro por un rato, no valen en lo más mínimo.

Gogo sacó su celular y se metió a Kafebook, directamente al muro de Kyle. Cuando se le pasó el celular vio la dichosa publicación, su ira se extinguió hacia su novio, ahora tenía instintos homicidas hacia Kyle.

Después de rogarle por 15 minutos, los contó, se dejó tomar una selfie con Kyle. Ambos tomando un licuado de caramelo, hasta ahí todo parece bien, hasta que lees la descripción.