Mal tercio. Pero no puedo evitarlo.

12 2 0
                                    

Tiras de hojas de papel china de colores rojos y azul marino, una caja de generoso tamaño y ahora el papel de regalo lleno de robots infantiles de caricatura.

- papel china, pero el Chino. Muy bueno - dijo de la Cruz burlón y cómodo recargado en el suave sofá.

- espero que no digas eso enfrente de Hiro, va a golpearte y luego yo voy hacerlo.

Serio y en automático, el genio de la robótica estaría orgulloso de su voz robótica automática, pero firme.

- ah, chinga ¿Por qué? - dijo molesto, incorporándo se de su cómoda cama improvisada y ahora estar sentado listo para ponerse al brinco.

- porque es su cumpleaños, Marco - sus ojos de madre estricta se hicieron ver. Firmes e inmóviles - y por lo menos en su cumpleaños ten la decencia de no molestar en su día.

Resopló y volvió a acomodarse.

- no prometo nada.

Cada uno del grupo de amigos del genio debió de inventar su mejor excusa para no estar en los laboratorios y así preparar todo en Lucky Cat antes de que llegue de la escuela. Listones, globos, pastel de vainilla decorado con betún de leche y un dibujo adorable de un Baymax que decora perfecto el postre. Piñata, ajedrez, el juego del topo y como broche de oro un feliz cumpleaños al estilo mexicano por parte de ambos cantantes.

La campana de la puerta extraño a de la Cruz, pero a los demás presentes no.

- Elizabeth, querida. Que bueno que llegas - la recibe la dueña del café quien acomoda su regalo junto con los demás - como eres alta, y si no es molestia ¿Ayudas a Tadashi y Wasabi con lo último que queda de listón?

- no es molestia, Tía Cass. Encantada de ayudar.

Marco hasta se la saboreó. Y eso, hasta para él, fue un golpe muy bajo. Será el chico más inteligente del mundo, pero hombre es hombre, y al menos un ser humano, y disfrutar de esta vista tan de cerca si debe de emocionar bastante.

O también está ese factor que ruega que sea verdad. Odiaría ver a su hermano del alma con el corazón hecho pedazos por un Chino amargado.

Honey mandó el mensaje y todos debían de preparar se. Cuando Hiro llegó mucha lluvia de confeti y felicitaciones de todos por un año más de vida.

- felicidades, Hiro. Eres incluso más viejo que antes.

Miguel le regañó con la mirada, mientras él se encogió de hombros.

No prometió nada.

- cuidado con el puberto - por supuesto debía devolverla.

Con Miguel, él no tiene idea que cara poner. Disfruta de la fiesta como todos, con la compañía y alegría del genio por este gesto, pero Elizabeth está muy cerca de Hiro mucho tiempo. Al menos disfruto de una segunda mordida con Hamada, quien rencoroso le regresó la de la última vez. Las risas inundaban todo, volteó hacia su mejor amigo asiático y su piel canela se pintó de rojo.

Definitivamente una sonrisa va mejor con ese rostro, lo único que él desea con ese pastel en su cara es ver esa sonrisa para siempre. Ayudará a que esa sonrisa se mantenga permanente en el blanco rostro del genio.

La cereza terminó en la nariz respingada del chico y él no dudó en quitarla. Devorarla con una sonrisa hacia él, quien ríe junto con su amigo.

Marco un humilde espectador ahora disfruta de su vista. Había visto que no hay nada de qué preocuparse.

Ya que Hiro volvió a pintarse de rojo por el contacto con Miguel.

- muy bien, vayan a limpiarse ustedes dos y abriremos los regalos.

Te amo~💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora