El plan de Fukushū.

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- muy bien - se quitó la careta de soldar y contempló orgulloso el buen acabado del cuerpo del robot - excelente.

Cayó en su silla y desde ahí fue a su computadora donde iba a probar su movilidad: la prueba de los primeros tres dedos salió bien, la de un abrazo, una pierna y finalmente todo el cuerpo. Al levantarse sus movimientos son tiesos y muy rígidos, y al caminar es como ver a un soldado caminar la marcha.

- tengo que corregir eso - lo apagó y de nueva cuenta se puso la careta.

Hasta que el vibrar y brillar de su pulsera lo hizo aventar a la mesa el casco y salir de su laboratorio. Ya en el techo estaban Wasabi y Fred, apretaron el botón oculto que se esconde como reloj, los tres en cuestión de segundos se convierten en "Purple Knight", "Turquoise Leaf" y el dragón escupe fuego.

- Tadashi le tocaba la vigilancia de hoy - dijo Fred ya con su traje.

Wasabi tocó su muñeca y en un holograma apareció un mapa de la ciudad, aún las chicas no se ponían su traje y el punto rojo está estático en su posesión.

- iré con él en lo que ustedes dos descubren que ocurre - propuso Wasabi

- alcancennos cuando puedan. Si hay problemas no olviden llamar por los radios - ya la careta puesta. Hiro activó los propulsores y se fue volando de ahí con Fred.

Wasabi por su parte utilizó el impulso mecánico de sus botas y brincando en los techos se fue con el mayor de los Hamada.

Gritos de los aterrados transeúntes los reciben cuando llegan al parque central.

- 彼らは私を長い間待たせました Karera wa watashi o nagaiai mata semashita Big Six ( me hicieron esperar mucho tiempo, Big Six ) - el samurai de acero saco su katana y apuntó directo hacia los dos héroes - ¿Que tal si matamos el tiempo?

Él fue directo a atacar y ambos héroes evitaron la espada que cortó como hoja de papel el árbol de atrás. Hiro fue a atacar al samurai con un puño certero, lo que hace que casi lo corten a la mitad con la letal arma.

- ¿Qué planeas ahora "Samurai Steel"? - preguntó Fred y escupió fuego alejando lo de Hamada.

- como se nota que eres lento lagartija - molestó soltó con sequedad al héroe.

Pero no era de extrañar, es quien más le saca canas verdes; y el héroe de San Fransokyo considera un archienemigo.

- ¡Ay, tu presumido petulante! - chillo molesto el dragón brincando hacia él.

Y al rescate vinieron Gogo y Honey; la pelinegra lanzó un disco a la dirección del hombre y Honey le siguió con una burbuja de hielo.

- ¿No vieron a Wasabi y Tadashi? - cuestionó el joven genio confundido.

- ¿No estaban ya aquí? - le respondió Honey con otra pregunta.

Entonces el samurái aventó su espada cual boomerang giro peligrosamente dónde estaban parados los héroes hace solo segundos.

- no se distraigan. Así no es divertido - el hombre serio solo levantó la funda un poco arriba de la cadera y la espada regresó abonando perfecto dentro.

Por otro lado Tadashi tiene la mirada fija en un hombre en sus treintas, cabello castaño muy oscuro, mirada fría gris y bata negra de científico, paseando con gran normalidad en las calles hasta meterse dentro de una tienda de todo por un dólar.

"¿Qué está haciendo aquí y a esta hora?" Es la pregunta que no para de sonar en su cabeza desde que el hombre cayó en su rango de visión.

Apenas vio a Fukushū comenzó a seguir cada uno de sus pasos.

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