"𝐌𝐢𝐞𝐝𝐨"

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E escuchado en libros y películas que el amor puede romper barreras y lograrlo todo si es verdadero.

Que el simple echo de amar a alguien es motivo para perdonar y aceptar todos los defectos de tu pareja aún asi no estés de acuerdo con ellos.

Hasta hace poco tenía bien sabido mi definición sobre el amor pero ahora ya no estaba segura de el.

No les voy a mentir, no le creí a Edward en lo absoluto.

Es más... me reí.

-Bueno basta- pare de reir para de nuevo concentrarme en el, pero al ver su rostro y verlo ahí, tan serio, me hizo dudar de mi credulidad- ya encerio... Edward no entiendo nada.

Pero el no se río.

-Blake, lo digo encerio.

Y cuando le estaba por decir que ya era hora de dejar de bromear y hablar como dos personas normales.

Edward desapareció de mi lado.

Gire mi cabeza intentando buscarlo pero no estaba por ningún lado.

Al menos no en tierra.

Alce la cabeza y me fije en los arboles y ahí estaba el, sentado en una de las ramas y aunque estuviese lejos podía ver su mirada.

Era de vergüenza, de pena.

Lamente verlo así, me dolió pero en este momento lo único que podía sentir...

Era el miedo.

Retrocedi algunos pasos hacia atrás, esto no era lo que imaginaba.

Y recorde;

Su piel fría y blanca como la porcelana fría.

Cuando toque su corazón no sentí algún palpitar.

El porque no come nada y esta en muchos lugares a la vez.

Pero luego de aclarar mis pensamientos recordé cual era el alimento que, en las películas, libros, series y todo relacionado con este ser sobrenatural decía que ingerían.

Sangre humana.

No podía hacerlo, no podía dejar de verlo a los ojos con temor que desde donde esté el se tire encima de mi y me asesine.

Y se que el lo sabía porque en el mismísimo momento que tuve ese pensamiento su rostro mostró verdadero dolor.

El estaba herido.

Si el es un vampiro, si el esta creado para matar y cazar a personas porque en todo este tiempo no me asesino.

Con todas las oportunidades que el tuvo para hacerlo...

Hasta en este momento sería el momento ideal para hacerlo, aquí en este bosque sin nadie al rededor.

Y mire al hombre que tenía enfrente de mi y no lo vi como un mounstro, podía ver el dolor en su rostro, sus ojos entre cerrados como si pudiese soltar alguna lágrima, pero claro que no lo podía hacer.

-No vas a hacerme daño- afirme  con voz queda.

Tenia miedo, muchísimo. Estaba aterrada.

Pero el era Edward, lo conocía.

Edward saltó de donde estaba con un salto. Literalmente atravesó un metro de distancia y se paró frente a mi en menos de tres segundos.

Por la rapidez me sobresalte.

Aún estaba alerta, pero como era Edward, mi Edward, no me encontraba corriendo y gritando por el bosque en busca de ayuda.

-Nunca te haría ningún tipo de daño, antes me mataría a mí primero- responde- cuando te conocí, Blake, tu olor era como una sanación- admite- era dulce y opacaba todos los olores de los demás, jamás me había pasado con nadie, le pregunté a mis hermanos si ellos también sentían lo mismo y la respuesta fue que no, ninguno sentía el olor que solo yo podía sentir.

-¿Mi olor?- pregunté confundida.

-Tu sangre.

Respire hondo, aún aterrada, sentía como mis manos se aferraban a mis costados en forma de puño.

Estaba haciendo un gran esfuerzo por no correr en este momento, esto era demasiado.

Cerré mis ojos antes de seguir hablando.

-Dijiste que mi... olor- suspire mi miedo- es como una sanación... ¿a qué te refieres con eso?

-Tu aroma es dulce y me produce calma, es como... tener el dulce más delicioso de tomo el mundo y solo poder estar enfrente de él y sentir su olor- asustada tragué fuerte- se que te estoy asustando  Blake, se que es demasiado, pero me lo prometiste... me prometiste que no importa que diga no te alejarias de mi- esta angustiado.

-Lo prometí Edward- lo miré a los ojos, sabía que el sentía mi miedo- y lo estoy cumpliendo, estoy evitando salir corriendo de aquí porque se que tu no me harías daño- su rostro pasó a un leve alivio- pero necesito que me lo expliques todo.

Edward asiente.

-Tenias quince años cuando te conocí y no podía evitar querer estar cerca de ti todo el tiempo, pero lo evitaba porque en ese momento sentía que una vida conmigo sería un infierno, un mounstro con una humana- ríe sarcastico- nisiquiera yo estaba dispuesto a que te sometas a eso- sus labios se transforman en una mueca- pero aunque lo intentara una y otra vez nuestro destino no cambiaba, nos veía juntos en cualquier futuro cercano.

-Como que lo veías... ¿puedes ver el futuro?- pregunte atónita.

El nego.

-No, yo no, mi hermana Alice puede ver el futuro dependiendo el presente- Edward tomó una de mis manos y las unió, me sentí más segura al el hacer eso- cuándo les conté sobre tu olor y al entender que solo yo podía sentirte de esa manera Alice tuvo una visión, te vio a ti y a mi juntos- sentí su agarré un poco más fuerte- llevabas un vestido blanco y estábamos en altar, nos estábamos casando.

Abrí mis ojos impresionada.

-Pero claro, me aterre, en ese momento no te conocía y estaba dispuesto a abandonar mi felicidad para que tu pudieras vivir una vida larga y feliz como un humano normal... pero haga lo que haga, cambiará lo que cambiará siempre terminábamos juntos- sentí su otra mano tomar mi mano libre y unirlas entre si- intente todo pero Alice siempre volvía a tener otra visión y nos veía a los dos sentados en un restaurante tomados de las manos, ambos con sortijas en nuestro dedo- me miró a los ojos- haga lo que haga siempre voy a terminar contigo, lo intente todo para alejarme pero al final... me enamore de ti.

Mis ojos se empañan.

-Blake, mi corazón volvió a tener vida al estar contigo, esperé para que tuvieses la mayoría de edad pero... no lo soporté, quería estar contigo de una vez por todas.

Lo miré a los ojos, mis ojos estaban lagrimosos.

Me había enamorado de Edward Cullen, ya no había vuelta atrás.

No me importaba si el era un vampiro, quería estar con el.

Pero frene a mis impulsos.

-Edward yo... dejame pensar- junto mis manos unidas a las mías y las separe- necesito pensarlo...

Edward me mira derrotado pero no me lo niega, es más, hasta asiente.

-Lo entiendo.

Y así es como supe que iba a tomar la decisión más importante en mi vida.

Silent Love- Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora