"𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐧𝐳𝐚"

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Capitulo muy largo, disfrútenlo.

Espero muchos comentarios, espero que descubran la gran diferencia que todos estábamos esperando. 

Y, oficialmente, el a vuelto.

Los ama.

-M

-M

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El me miro con profunda tranquilidad y enterró su rostro en mi cuello.

-El paraíso- susurro- Carlisle tenía razón-.

Fruncí el ceño a la vez que comenzaba a removerme entre sus brazos, toque su pecho desnudo y comencé a empujarlo hacia dentro en las sombras, pero se sentía como empujar un pared.

-¡Edward!- exclame, dándole empujones-.

Él se separó, frunció el ceño y me miro desconcertado, no parecía darse cuenta de que quería que fuera de nuevo a las sombras.

-No puedo creer que hayan sido tan rápidos, no he sentido nada, son muy buenos- dijo, analizándome- tan perfecta como recuerdo- volvió a cerrar sus ojos, su voz era mucho más melódica de lo que yo recordaba, enterró su rostro en mi cuello de nuevo y me dio un beso allí, cosa que me dejo congelada unos segundos- quizás esto sea el infierno, no me importa, me parece bien- murmuro, acercando su boca a la mía.

Abrí mis ojos de sopetón y corrí mi cabeza haciendo que sus suaves labios chocaran con mi mejilla. El volvió a lucir desconcertado y me volvió a analizar.

-¿Por qué estas mojada?- me susurro.

Le di un empujón que por primera vez logro desestabilizarlo, dando un paso atrás.

-¡No estoy muerta idiota, tu menos! Retrocede, los vulturi...- no hizo falta seguir hablando.

La comprensión choco en su rostro antes de que yo le diera una patada con tal de retroceder, me arrastro hacia las sombras antes de terminar la frase. Me hizo girar con facilidad y quede con la espalda pegada a una pared dura y fría, con el frente a mí, con los brazos extendidos a mi lado, espalda con pecho.

Mi respiración estaba irregular por todo el camino que tuve que correr, tenía la blusa que mi padre me había regalado pegada a mi cuerpo por el agua de la fuente, mi cabello aun goteaba y sentía mi rostro rojo por la carrera, cerré los ojos unos segundos y apoye mi frente con su espalda, que se sentía muy bien al tacto, para recobrar el aliento.

-Saludos, caballeros- el tono de voz que Edward utilizo me hizo recordar mucho a Carlisle, calmada y amable, aunque se podía distinguir algo más en la superficie- No voy a requerir su servicios. Apreciaría que enviaran mi más sentido agradecimiento a sus señores-.

Abrí mis ojos y separe mi frente de su espalda, mire por debajo de su brazo extendido. Dos formas se extendían por las sombras.

-¿Podríamos mantener esta conversación en un lugar más apropiado?- murmuro una voz suave, pero en tono amenazador.

Silent Love- Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora