"𝐌𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐟𝐫𝐢𝐚𝐬"

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SIEMPRE QUE PUEDO PIENSO EN COMO hubiesen sido las cosas si hubiese echo algo diferente.

De como el día hubiese terminado si en vez de comer una hamburguesa hubiese elegido una pizza, que relación hubiese salvado y cual no, que cosa no hubiese dicho y que cosa si...

Y al final del día, cuando estoy muy cansada para levantarme de mi cama me digo a mi misma que;

"Las cosas por algo siempre son asi"

Y aquí estaba, a punto de perder la oportunidad por la que la mitad de las chicas de la escuela morían por tener.

Rechazar a Edward probablemente sería una de las cosas por la cual me arrepentiría por años.  Pero que más da, no tengo otra opción.

Aunque pudiese pagar mi entrada al cine y mi comida sería tan egoísta de mi parte, mi papá no merece eso.
Mi dinero es importante para otras cosas que con el tiempo nos empezara a faltar.

Me cierro un poco más mi abrigo al sentir el frío viento contra mi rostro y mis ojos se cierran debido a esto.

La escuela ya había terminado igual que mi vida en algunos minutos.

Prometía ahogarme en helado con canciones tristes al llegar a casa.

Vi a Edward salir junto con sus hermanos y este inmediatamente poso sus ojos en mi.

Emmet golpeó su hombro juguetonamente y le dijo algo en su oído, Alice, quien estaba colgada al brazo de su novio se rió y desde aquí pude escuchar su risa angelical.

Me quede pasmada. Jamás voy a poder superar la belleza de los Cullen.

Rosalie me miro, su rostro es neutro, no expresa ningún sentimiento y eso me intimida, ella es muy hermosa.

Edward se separa de sus hermanos caminando hacia mí, parecía un modelo y parecía que caminaba en cámara lenta.

Su hermanos se alejan también, todos en grupo hacia sus autos.

Edward llega porfin enfrente de mi y me sonríe.

Y hace que mi mente y mi corazón se sienten cálidos y en calma.

-Estas aquí- el toma la iniciativa en hablar y parece tan feliz pero tan feliz que me nubla su acciones- ven, vamos a mi auto aquí hace mucho frío.

Siento su mano posarse delicadamente en mi espalda, y su tacto me encanta.

Pero caigo en la realidad y paro de caminar al dar dos pasos.

-Edward.

-¿Si?

Lo miro y no puedo evitar querer llorar.

-No puedo ir contigo.

Edward frunce el sueño y parece pensarlo mucho ya que se queda mirándome fijamente pero parece frustrado.

Silent Love- Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora