Silent Love- Edward Cullen

"𝐃𝐢𝐬𝐩𝐮𝐭𝐚"

-Sigue la luz con tus ojos- me pide la enfermera.

Aún seguía mareada por la conmoción del accidente.

Actualmente estoy sentada en una cama de hospital mientras una enfermera me hace los exámenes para ver si todo estaba bien conmigo.

La enfermera apaga la pequeña linterna que me estaba apuntando a los ojos y por ende los cierro, para que descansen.

-Bueno, no tienes nada aparentemente- la enfermera escribe algo en esas libretas que usan los doctores- espera unos instantes, el doctor va a venir a examinarte.

Asiento mientras tomo de mi vasito de agua que me habían dado después de vomitar.

Si, vomite.

Ayer estaba enferma y hoy casi muero.

Tal vez mi suerte me está jugando una mala pasada.

-¿Sabe algo sobre la chica que vino conmigo en la ambulancia?- pregunte a la enfermera antes de que esta se vaya.

-Si señorita, ella está bien, ahora mismo el doctor Cullen la esta examinando- me cuenta antes de irse.

Me quedo dura al escuchar ese apellido y maldije a mi cabeza por no haber recordado todo lo que Jessica me contaba en los almuerzos.

Claro, el papá de Edward, adoptivo claramente, es doctor en este hospital.

Considere la idea de escaparme del hospital, total la puerta estaba a unos pocos centímetros de mi pero no lo hice por una razón.

Quería las paletas de dulces que te daban si te portaba bien, las cuales estaban del otro lado de la habitación.

Que dilema. Pero entre ser examinada por un vampiro o comer de las paletas.

Yo elijo las paletas.

Además no se si el señor Cullen me conoce o si sabe que yo se que ellos son vampiros.

Así que me despreocupe.

Más o menos a los cinco minutos de la enfermera haberse ido entra un hombre rubio.

Lo examine de pies a cabeza.

Piel pálida.

Extremadamente atractivo.

Sentía su temperatura corporal desde donde yo estaba sentada.

Si, ese es el padre adoptivo de Edward.

-Buenas tardes señorita Holland ¿cómo se siente?- pregunta y no puedo evitar sentir ese sentimiento de comodidad y simpatía que el deslumbra con esas palabras.

Una parte de mi que yo desconocía de la típica Blake tímida incapaz de hablar con alguien desconocido por más de un minuto, sale a la luz.

-Para ser casi arrollada por un auto me siento bastante bien- bromeó sarcásticamente.

Me arrepiento de decir eso ni bien salió de mi boca.

¿Como carajos se me ocurre hablarle a el padre de Edward de esa manera?

¡Me va a creer maleducada!

Para mi sorpresa el señor Cullen emite una risa totalmente sincera.

-Edward tenía razón sobre ti- sorprendida abro un poco mi boca, pero la cierro al instante- eres muy graciosa.