Queen of Arizella - Traducción (L.S)

CAPÍTULO 11: Anidando

—Mm. —Louis frunció el ceño, volviendo a cambiar como persona. Se gruñó a sí mismo—: ¡No puedo hacer esto!

Niall suspiró suavemente. Este era el quinto intento de Louis.

—¿Se está concentrando?

—¡Obviamente! —Louis se dejó caer de espaldas, desnudo, contra el pasto que picaba. Observaba las nubes bajas pasar flotando—. Odio ser un lobo.

Niall volvió a mirar a Liam cuando este atravesó el pasto. Asintió una vez en dirección a su omega y Liam asintió de regreso.

—Bien. —Bajó la mirada hacia Louis—. No puede quedarse transformado por más de diez minutos.

Liam se arrodilló, tocando el muslo de Louis.

—¿Por qué no le gusta transformarse?

Louis tocaba el pasto arriba de su cabeza, desconcentrado.

—¿Por qué tengo que cambiar?

Liam posó una mano sobre Niall cuando este se sentó también.

—Hay que tomarnos un momento. ¿Puede sentarse, Louis?

—Sí. —El omega obedeció, luego cogió la bata que estaba cerca. Cubrió la parte delantera de su cuerpo, jugaba con la manga de seda.

—¿Por qué no le gusta transformarse, de verdad?

—Nunca fui a la escuela para aprender. Mis manos... —Bajó la vista hacia sus suaves dedos, moviéndolos—. Mis manos hacen arte; mi piel es arte —dijo en voz baja—. Puedo hacer más estando así. Soy más poderoso así. Los Humanos... —Tragó saliva—. Siempre tienen piel y carne, y aman su piel. Son capaces de hacer más con estas. —Louis levantó ambas manos—. Me gusto así. Me transformo cuando el instinto surge efecto, cuando necesito ser rápido.

Niall frotó las manos sobre sus muslos.

—Pero usted es un lobo, Louis. Hay una razón por la que se transforma cuando el instinto surge efecto. Está en su ADN, en su sangre. Ser un lobo —sonrió— es hermoso. Es toda una experiencia... Es todo para nosotros.

—Para ustedes. —Louis se encogió de hombros suavemente—. No creo que esté mal... Todo el mundo es distinto.

—Nuestra Reina —empezó Liam— tiene que transformarse. Todas las Reinas de Arizella lo han hecho, es lo correcto. Somos lobos, usted es un lobo. Debe al menos intentar, mi Reina. Si no es por usted, entonces por Arizella, por su Rey.

Louis hizo un puchero, los escalofríos recorrieron sus brazos ante la mención de Harry. Miró el pasto y se quitó la bata. Se estremeció, sintiendo sus huesos crujir y romperse en ángulos extraños. Gruñó por lo bajo, sacudiendo su pelaje marrón claro contra el viento. Louis avanzaba lentamente, sintiendo la tierra bajo sus patas. El lobo rodó sobre su espalda, miraba hacia el cielo de nuevo, lloriqueando suavemente.

—Su pelaje es hermoso, mi Reina. —Liam le sonrió y se apoyó en Niall—. Usted es pequeño y bastante adorable para admirar.

—Sí, estoy de acuerdo.

Louis chilló delicadamente, tumbándose de lado. Se lamió una pata antes de reposar su cabeza sobre esta, volviéndose somnoliento.

. . .

—Sh. —Julie recostó a Louis gentilmente, sobándole una manta de piel en la mejilla—. Estás bien.

—Harry... —siguió quejándose Louis suavemente, oliendo a Harry de inmediato.

—Lamento haberte despertado, pero comenzó a llover y no queríamos que te mojaras. —Julie le pasó una mano por su cabello emplumado—. Nuestro Rey sigue con el Consejo.