CAPÍTULO 40: Reina de Arizella

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Louis entró corriendo al comedor.

—¡Niall! ¡Liam!

El par apartó la mirada de la libreta de Liam.

—¿Louis?

—He hecho algo malo. —La Reina se cubrió la boca.

El rubio omega sonrió suavemente; mucho más calmado últimamente.

—¿Qué podría haber hecho, omega?

Louis presionó los labios, con las manos en la espalda.

—Y-Yo... —Tragó—. He contactado a los Humanos.

Liam parpadeó dos veces y se levantó de golpe de la silla.

—¿¡Qué!?

Louis soltó un chillido y se volvió a cubrir la boca.

—¡He estado contactándome con ellos por días!

—¿C-Cómo? —Niall se deslizó de su silla, rodeó a Louis para mirar fuera de la puerta. La cerró despacio—. ¿Cómo? ¿Harry lo sabe?

—No. —Se mordió el labio—. Solo ustedes saben. Desde que mi ley se aprobó, la de nadie tiene permitido leer la correspondencia de otro, no la ha leído.

—¿Y no ve que viene fuera de Arizella?

—Siempre llego a ella antes que él. —Louis se sentó rápidamente en la silla donde Niall estuvo. Miró a Liam—. Dime que no estaré metido en un lío.

—Louis, usted es nuestra Reina. No puede meterse en muchos problemas con nadie, excepto su alfa. Sin embargo, no creo que Harry se tome bien el actuar a sus espaldas.

Niall se aproximó.

—¿Por qué está actuando a sus espaldas?

—Quiero recuperar las obras de arte de su madre y poder colgarlas en el castillo. —Louis se abrazó a sí mismo—. Las quiero de vuelta sanas y salvas. —Se encogió de hombros—. Iba a pedírselo a Ixion y Atlas, pero-

—No se atreva. —Niall estrechó los ojos—. Es mejor que estén fuera de esto.

—Lo sé... —Louis suspiró al oír un lloriqueo—. Alaska ha estado muy quisquillosa. —Se paró con rapidez—. Ya vengo, tengo más que contar. ¡No digan nada! —Louis abrió la puerta de golpe.

Dio un respingo al ver a Zayn.

—¿No digan nada de qué?

Louis sonrió con recelo.

—¡Zayn! ¿Cuál piensas que fue el Elemento que te creó? Eres muy guapo.

Este esbozó una gran sonrisa.

—Yo escucho todo, omega —susurró, inclinado en la oreja de Louis, luego se enderezó y agachó la cabeza—. Mi Reina, Alaska se ha despertado.

Louis se mordió el labio, asintiendo.

—Así oí. —Respiró hondo. Se estremeció cuando la mano de Zayn le rozó la suya.

—Creo que Fuego, mi Reina.

Sonrió con cariño. Recorrió el pasillo hasta la antigua recámara de él y Harry.

—Oye. —Ceñudo, se llevó las manos a las caderas al ver a Alaska frente a la jaula de Pulgar—. Pulgar está durmiendo, y tú también deberías, princesa.

Alaska se frotó el ojo, con el ceño fruncido.

—No, mami.

—Sí, Alaska. —La cargó y le besó la mejilla—. ¿Acaso no estás cansada?

Queen of Arizella - Traducción (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora