Queen of Arizella - Traducción (L.S)

CAPÍTULO 33: Honestidad

—Omega —Evy hizo una reverencia—, buenos días.

Louis giró la cabeza hacia la puerta, con una sonrisa gentil.

—Evy, buenos días.

El omega devolvió la sonrisa.

—Niall, Liam.

—Buenos días, Evy.

—Me llamaron.

Louis asintió y le indicó que se acercara.

—Quería pedir un favor. —Se incorporó—. Debido a que seré presentado mañana, quería que mis uñas tuvieran un color de esmalte nuevo. —Evy asintió—. Y pensé que quizás tú podrías hacerlo por mí. Le pediría a Niall o Liam, pero —se mordió el labio—, pensé que querrías hacerlo.

Evy respiró hondo.

—Sería un honor, mi Reina. —Estaba ruborizado—. ¿Qué color le llama la atención?

—Mi túnica será dorada. —Se miró las uñas—. Así que me gustaría que fuese dorado... con brillitos, si es posible.

—Sí, lo que desee, mi Reina.

Louis sonrió.

—Gracias. —Se tocó el collar—. Hoy temprano salí al jardín; te escuché hablar de mí.

Evy parpadeó rápidamente.

—N-No fue nada malo, mi Reina.

—Lo sé. Dijiste que era "perfecto" y "especial". —Louis sonrió suavemente—. Hablaste de mí como si nos conociéramos de toda la vida. Fue muy lindo, pero me hizo sentir mal porque me caías mal. Te veía como la competencia y lo lamento. No podré ser una Reina ni un ser competente si odio el pasado de mi Rey u odio a otro ser por celos.

Evy exhaló.

—Comprendía su aversión hacia mí, Louis. No se disculpe. —Sonrió emocionado—. Mañana será un día muy importante para usted, no se preocupe por cosas insignificantes, por favor.

Niall recostó la cabeza en el hombro de Louis, sonriente.

—¿Puedes olerlo también?

—S-Sí.

—Aún es temprano.

—Lo sé. —El criado se estremeció—. No sabía con certeza si estaba embarazado, pero usted tiene un olor más suave y dulce. —Tragó—. Pero sí lo está, ¿cierto?

—Sí —Louis posó una mano en su estómago para acariciarlo—, lo estoy.

Evy sonrió radiantemente.

—¡Qué bueno! ¡Grandioso! —Bajó la voz y la cabeza—. Me alegró mucho por usted. Y nuestro Rey, ¿él está...?

—Él... —Louis rio entre dientes al pensar en su alfa. Descendió la mirada hacia su mano y tocó el anillo de rubí— está tan feliz como yo.

. . .

—Oh, Louis. —Niall corrió hacia él—. Elementos, estás a salvo. —Abrazó al omega, aspirando su aroma—. ¿Estás bien?

—Sí, sí, lo estoy. —Se rio; aquellas risas se convirtieron en llanto en tanto abrazaba a Niall. Louis gimoteó—: Te extrañé. Lo siento por haber huido nuevamente.