Queen of Arizella - Traducción (L.S)

CAPÍTULO 34: Hogar II

—¿¡Qué!? —Louis se sacó los cobertores de su cuerpo desnudo y Harry lo volvió a tapar rápidamente—. Su hermana no era su hermana-... ¡Qué! ¿Me mintieron? ¿Nos mintieron? ¡Le mintieron!

Atlas temblaba mucho más que su hermano.

—Si hubiéramos acudido al padre de Harry diciendo que nuestra omega fue aplastada, nos habrían matado. No sabíamos lo que Harry pensaba de las tríadas, solo sabíamos cómo pensaba su padre. Tuvimos que mentir.

—¡No! No tenían que hacerlo. ¡Incluso dijeron que Harry era un Rey diferente!

—Y luego vinieron Niall, luego Zayn y Liam. —Ixion cogió la mano de su hermano—. Lo llevaríamos a la tumba con nosotros. —Apretó la mano de Atlas—. Nunca los menospreciamos; nos asegurábamos de estar allí para ellos cuando nos necesitaban. Los aceptamos y es la razón por la cual nos hicimos cercanos. Era miedo al odio.

—Lo sentimos. Nuestras intenciones nunca fueron lastimar a ninguno de ustedes... a nadie. —Atlas miró a Harry—. En especial a usted, Amo. —Respiró hondo—. Ella era todo para nosotros y todo parecía tan injusto. Parecía... injustificable. Deberíamos haberles dicho la verdad, pero, de la misma manera que usted no quería que el nombre de su madre se manchara, también no queríamos el nombre de nuestra omega sufriera lo mismo.

—No elegimos abandonar nuestro Clan, ellos nos evitaban por ser una tríada. No podíamos decirles que ella estaba embarazada porque se quedarían con ella y nos matarían si tratábamos de recuperarla. —La respiración de Louis se cortó—. No todos los Clanes y las Manadas son lo que parecen. Necesitábamos dinero y una casa. —Bajó la mirada—. Ella dijo que juntaría madera para armar las bases. Siempre... intentaba hacer más de lo que podía.

Louis miró a Harry, luego a los gemelos. Se abrazó de su manta de piel, llevándola a su pecho.

—¿... puedo saber su nombre?

—Se llamaba Alia.

—Y tenía una colección de rocas —dijo Harry suavemente— que le encantaba. ¿Cómo lucía?

Ixion tragó.

—No se parecía en nada a nosotros.

Louis agachó la cabeza, aferrándose al brazo de Harry.

—¿Podían olerla? ¿Eso también fue una mentira?

—No fue mentira. Podemos oler, lo olemos a usted. Es solo que... no sentimos nada, no tenemos celos... somos alfas rotos. —Atlas sonrió a medias—. Pero, a pesar de eso, le dimos un hijo. Olimos a nuestro hijo. —Entrecerró los ojos—. Y vimos a nuestro hijo morir.

Harry se lamió los labios.

—Esto no cambiará las cosas: siguen enlazados conmigo, resguardarán a mi omega, a mi hijo, a esta familia y a mí. Ya no seré su Amo, solo seré Harry, su Rey. —Atlas e Ixion bajaron la cabeza.

—Y también serán mis protectores. —Louis hizo un puchero, puso una mano en su vientre—. Este bebé también será de ustedes, será nuestro. —Harry lo miró y las cabezas de los gemelos se alzaron de golpe—. Su hijo está muerto y aquellos que tenían la sangre de Harry jamás hicieron justicia, pero ahora nosotros somos la misma sangre. —Las cejas de Louis se arrugaron—. Y yo haré justicia por su omega y su hijo. —Sonrió suavemente—. Espero que quieran a nuestro hijo, o hijos, y los protejan tanto como nosotros lo haremos. —Apretó la mano de su alfa—. Crecerá seguro y bendecido por sus protectores.

. . .

Louis se adentraba lentamente en la pequeña casa vacía al tiempo que observaba. Se estremeció, sacándose los zapatos antes de caminar más allá, con Harry y Zayn tras él.