OliviaHabía recibido instrucciones claras. No podía salir de mi casa, ni tampoco mi mamá.
Obvio que no le iba a decir "mami a mi no se que le están buscando para matarlo y si no lo pillan van a venir por mi"
La señora me saca del país y me castiga por el resto de mi vida o me encierra en una torre con un dragón.
Así que para que nos quedemos en la casa, he fingido estar enferma en los últimos dos días. Ha funcionado ya que mi mamá no sabe nada de salud y es fácil engañarla en ese ámbito.
— ¿Aun te duele la guata? — me miro preocupada desde la puerta.
— Aun mamita— hice puchero — Pero mucho menos que antes, tal vez ya me esta pasando.
La Alessia me dijo que fingiera un dolor de guata común, solo que sin vomito por que mi mamá me manda al hospital o llama a sus papás.
— ¿Me traes un tecito? — pedí inocentemente.
Cuando desapareció por la puerta me levante como un resorte de la cama para cambiarme de ropa. Él Julian me había dicho que me vistiera totalmente fuera de mi zona de confort por si ellos ya me tenían identificada.
Y no hay nada menos yo que un vestido. La Alessia me lo presto y yo le preste de mi ropa, así las dos estaríamos completamente distintas.
El vestido era negro con tirantes, era algo corto pero nada que unas panties no solucionen.
Prendí mi alisador paga deshacerme de mis rulos y pasar más desapercibida.
— ¿Y tu no fuiste a clases?
— No tia, es que como no quería dejar a la Olivia solita mis papás me dejaron faltar — mintió.
La cimarra que se estaba mandando era monumental. Sus papás habían tenido turno de noche y como llegan directo a dormir no revisan si la Alessia se fue al colegio, ellas se quedo en su cama hasta que se durmieran.
— Sube no más, yo voy altiro — le dijo mi mami.
Escuche los pasos de la Alessia subir por la escalera. Llevaba uno de mis pantalones cargo y una de mis camisas a cuadro junto con un top. Era yo en versión castaña clara.
— Me enamoraste weona— dijo apenas me vió.
— Lo mismo digo mamasita— le tire un beso.
Los pasos de mi mamá eran los que ahora se escuchaban por la escalera. En modo flash corrí a mi cama y me tape hasta los hombros. Mi mamá entro con una taza y con una leche en caja.
— La leche es tuya, Sia — le dijo mi mami a mi bestie.
— Gracias tia — la Alessia la tomo con una sonrisa.
Mi mamá dejo mi tecito en mi velador.
— Me voy a trabajar, me avisas cualquier cosa — me dio un beso en la frente para despedirse.
— Me avisas cuando llegues, no te olvides.
— Y tan preocupada que estas en saber si llego o no.
Mami si supieras la cagaita que quedo.
— Dejame preocuparme por ti aunque sea una vez mamita linda.
— Ya empezaste con tus paterias, me voy — dijo saliendo de mi pieza— Se portan bien.
— Bueno — le dijimos de vuelta con la Alessia.
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Picao a flaite
Teen FictionEn la micro te pueden robar tu celular o te puedes enamorar, por culpa del Dean a la Olivia le paso lo primero.