Picao a flaite

𝗍𝗋𝖾𝗂𝗇𝗍𝖺 𝗒 𝗎𝗇𝗈

Olivia

La Alessia me miraba indignada sentada en mi cama, si fuera por ella ya me hubiera tirado por la ventana.

— Me dices una vez más un "no se" y te juro que te pego — se tomó la cabeza con desesperación.

— Pégame por que de verdad no se — me encogí de hombros y me apoye en mi escritorio.

— Se que fue como la mierda cuando casi te echo del negocio...

— No casi — la interrumpí — Me echo.

Eso es como un golpe en mi ego, me acuerdo y me da una rabia.

— Indirectamente — lo defendió— Lo hizo pero no lo dijo textual.

— Lo estas defendiendo.

— Solo quiero que vuelvas a pensar en el sin ese enojo y saber si de verdad te gusta o no.

Suspire mientras buscaba las palabras.

— Creo que es muy pronto como para que me guste — solte.

— ¿Muy pronto? — me miro desentendida.

— Lo conozco desde hace muy poco tiempo— me explique.

— Tiempo — repitió— Una cosa más para anotar en mi lista.

— ¿Lista de que?

— De las razones weonas por las que no aceptas tus sentimientos por él Dean.

— Dejame verla.

— No es webeo, la tengo en mis notas — apunto a su celular.

— Ya no le quiero ver.

— Deja de pensar weas, no es como que te valla a planificar tipo el lunes me gusta y el martes me enamoro. Esas cosas simplemente pasan.

Soy una cobarde.

— Olivia, amiga — me tomo las manos — Tu le tienes miedo a un montón de cosas, pero al Dean no.

Sentí como si me hubieran abierto los ojos, como si me hubieran despertado tirándome un balde de agua.

— Ahora cierra los ojos y piensa que lo conoces desde hace meses — me dijo la Alessia — Ahora te lo voy  preguntar, ¿Te gusta?

Dilo.

Di cuanto te gusta.

Di como piensas en él todo el día.

Di como deseas encontrártelo en cualquier lado y volver a hablarle.

Di como solo han pasado dos dias de su pequeña pelea y sientes que han pasado semanas. 

Dilo.

— Si— admití — me gusta.

La Alessia pegó un gritito de felicidad, se tiro en la cama de espaldas y siguió gritando.

— Después de tanto dios mío— levantó sus brazos, agradeciendo— Iluminaste a sor Olivia.

Me reí.

Me apoye en el escritorio para pensar. En verdad lo había admitido, me gusta él Dean.

Después de darme más vueltas que novela turca, lo dije, al fin.

Lo malo es que no se lo dije a él y dudo que se lo pueda decir pronto. Tal vez nunca lo vuelva a ver y solo la Alessia sepa de mis sentimientos.

Bueno, al menos no pasare la vergüenza de que solo a mi me guste y él no sienta nada por mi.