Olivia
— ¿Ya no es hasta nunca? — hizo puchero.
— Al parecer no lo cumplimos muy bien.
Él me quedo mirando por un minuto, supongo que estaba perdido en sus pensamientos.
Me parecía interesante el que nunca he visto el color de su pelo, siempre anda con es gorro. Lo que si puedo ver es un poco el color de sus ojos, aunque no logro distinguir si son azules o verdes.
— Es mejor que entre — apunte a la casa a mis espaldas.
— Nos vemos — me giño su ojo derecho, tomo el manubrio de su bici pero no se subió.
Nos seguimos mirando pero ninguno dijo nada, solo mis piernas reaccionaron y me llevaron hasta el portón de la casa de la Alessia.
Es raro como primero lo odié a muerte por robarle el celular a la Alessia y ahora él weon me pone nerviosa, quien me entiende.
Toque la puerta de la casa de la Alessia, no mire para atrás porque me ponía nerviosa pensar que él seguía ahí parado como los weones, si hasta parece psicopata esperando a que entre a la casa.
igual fue él unico que te ayudo.
Bueno no había nadie más que me ayudara.
— ¡Llegaste! — celebro mi amiga al verme — ¿Que te paso? — preguntó preocupada.
— Nada — entre y cerre la puerta — ¿Porque?
— Tu cara de culo.
— ¿Tení yogu yogu?
— Mi papá te compro el otro día — camino a la cocina.
Antes de seguirla revise mi celular, tenía el mensaje de la Alena para que no me olvidara que hoy tomaba once con ellos. Ya no puedo seguir excusándome, llevo como un mes sacándome esa invitación de encima.
Guarde el paquete de gomitas que estaba en mi mano en el bolsillo de mi poleron y camine detrás de la Alessia.
nanai si te dió sus gomitas para que no llorarás.
Si, como a un bebé que no sabes como callarlo.
Entre a la cocina y la Alessia me tiro la caja de yogu yogu en la cara, mis yogu yogu son como mi tecito cuando me siento mal.
— ¡Sirius! — grito la Alessia, el entro corriendo hacia mi y me lamió la mano, mi mamá no me dejara tener un perro pero tengo al Sirius que es como mi ahijado.— Ya, cuenta.
Tome un sorbo de mi yogu yogu y me senté enfrente de ella, sabia que se enojaría cuando le contara así que le hice el cuento corto y creo que resultó bien.
— ¿Segura que no paso nada?
— Segura, si no hubiera sido por el Dean.
La Alessia mordió una papa frita dramáticamente haciendo que el sonido resuene por toda la cocina.
— ¿Él Dean? — arqueo una ceja — ¿Estamos hablando del mismo Dean?
— Sipo, además es el único que conocemos — dije con un tono muy obvio, su nombre es muy poco común como para conocer a otro que tenga el mismo — bueno el me dijo que lo llamara Villa.
— Shippeable.
— Ya empezaste — rodé los ojos.
— Ay ya, si nosotras somos iguales — dijo — Un weon nos sonríe en la micro y no nos olvidamos nunca más de él.
— Pero él Dean no me cae bien.
La Alessia se comenzo a acercar a mi por sobre la mesa, movía su nariz como un conejo y hacia como si me estuviera oliendo.
— ¿Sabes a que huele? — pregunto emocionada— A enemies to lovers y eso si que tiene salseo.
— ¿Sabes a que huele? a que tengo que ir donde mi papá — tome mi caja y la bote en el basurero para después ir a la puerta principal.
— Escápate cobarde, pero no te salvarás la próxima — dijo antes de que saliera de la cocina.
Camine hasta la puerta principal, el Sirius y la Alessia venían detrás mio.
— Mañana tienen doble turno — jugo con sus cejas.
No no, sin los tíos en la casa esta weona se vuelve loca.
— Estai enferma.
— Ya no — sonrió con victoria— me pincharon el poto y quede como avión.
— Te hablo más tarde.
Solo espero que invite a pocas personas, que al final tenemos que ordenar todo antes de las nueve de la mañana que es la hora en que los tíos llegan.
Deje atrás la casa de mi amiga y camine hasta la cuadra de enfrente que es donde vive mi papito corazón.
Me estuve debatiendo un buen rato en si llamar a la puerta o irme a mi casa, venir aquí me deja sin energías es tanta la mala onda que termino más cansada que cuando salgo de educación física.
dejate de dar vueltas y toca la puerta.
Tres toques bastaron para se escuchara el ruido en la casa.
— ¡Fredy! — se escuchó el grito de la Alena — ¡Abre la puerta!
Bueno, que comience el show.
— Ah eras tú — mi hermanastro rodó y desapareció por la escalera dejándome sola en la entrada.
Un encanto el weon.
— ¡Liv! — la Alena pego un gritito agudo, tenia un delantal de cuadros rosado pastel y blanco — ¿Galletas? las acabo de sacar del horno.
— ¿Quien es? — apareció mi madrastra con una copa de vino en su mano — Miren lo que trajo el viento o la plata.
— Que yo sepa de amor no se vive, Vicky. Y eso es algo que tu sabes muy bien.
Ella apretó su copa haciendo que sus nudillos se pusieran blancos, solo con su mirada sabia que se fuera por ella de una pata en la raja me devuelve a mi casa.
Un gusta hacerte enojar Vicky.
— Acompáñame a la cocina — la Alena me hizo señas para que la siguiera.
Le sonreí de la manera más cínica a la Vicky y seguí a su hija.
— Discúlpala, nunca sabe quedarse callada — la Alena jugueteo nerviosa con su pulsera.
Siempre he pensado que la Alena es la que más tiene sentido común en esta casa, siempre piensa en los demás y trata de llevarse bien con todos. Además de ser la única que aun me mantiene ligada a mi papá.
— No te disculpes por ella, ya me acostumbre a sus tratos tan tiernos.
Soltó una risa nasal y mantuvo su mirada fija en el plato de galletas.
— Ya somos inmunes a sus comentarios desagradables — levantó su mirada y me sonrió triste.
Estoy segura que tiene favoritismos por el Fredy, vieja weona la Alena es más tierna.
— Alena...
— ¿Quieres jugo? — se movió rápidamente hasta el refrigerador, saco un jarrón con lo que supongo es jugo de frutilla.
Es obvio que no quería hablar.
— Lo hice yo — extendió su mano con el vaso.
Se veía desganada pero todo lo tapaba con su tierna sonrisa.
— Tienes algo que hacer mañana en la noche.
— Nunca hago nada, solo veo películas.
— Mañana en la casa de la Alessia, cuando veas movimiento puedes ir.
— Sin el Fredy no puedo salir, mi mamá no me deja.
Ni que fueran siameses que no pueden salir sin el otro.
Suspire — entonces que te acompañe.
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Picao a flaite
Novela JuvenilEn la micro te pueden robar tu celular o te puedes enamorar, por culpa del Dean a la Olivia le paso lo primero.