Olivia
Aburrimiento es lo único que corre por mis venas en este momento, la Alessia a estado desde que llegamos del colegio cosiendo.
— Sácate el pantalón— me ordeno, en sus manos tenia un pedazo de tela que aun no descifraba.
— Invítame a una cita por lo menos — la webie.
— Agradece que te estoy haciendo ropa weona — me la tiro a la cabeza — que siempre andai con la misma wea.
— No ofendas a mi poleron y mi pantalón regalón, ellos no tienen la culpa de que yo los ame tanto.
Me pare de su cama para ponerme la falda, como siempre me da frío uso una calza debajo de mi pantalón y así ando calentita.
— Weona yo no se como lavas tan rápido esa ropa.
— Ni que la lavara a mano— defendí mi ropita — cacha que hay algo que se llama lavadora son caras pero duran arto.
— No te muevas — me retó, fue a su escritorio y volvió rápido marco algo de la falda y me miro — Solo una cosa más, sácatela.
De mala gana me la saque y se la pase, me aburre cuando hace esto. Como que le da por momentos, puede pasar semanas sin coser pero en el momento que se acuerda soy su maniquí humano. La mayoría de la ropa que tengo ella la ha arreglado o ella me la ha echo, no me quejo de eso solo que nos queda mucho menos tiempo para chismear.
— Oye — le hable.
— Mmh — dijo aun concentrada en su maquina.
— Ayer no vine porque esta con él Dean — solté, sabia que así me pescaría y además no era mentira.
La maquina dejo de sonar, se dió vuelta como el exorcista mirándome desentendida.
— Y esperaste más de doce horas para contarme — reclamo — que feo Olivia — negó con la cabeza.
— Es que se me olvidó anoche — me excuse.
— ¿Y en el colegio?
— Muchos weones, además después le cuentan al Bruno.
— Pero si no son nada.
— Pero son re sapos — afirme.
— Siguen sin ser nada— me miro desentendida— no debería reclamarte.
— Sabi que soy media weona, mejor evitar el problema — sonreí inocentemente.
— Como quieras — se encogió de hombros— Ahora cuenta — se sentó junto a mi en la cama.
— Que quieres que te cuente.
— ¿Se comieron?— pregunto emocionada.
— Nooo como se te ocurre — negué.
— Pero weon yapo, se estan demorando mucho — hizo un falso puchero.
— Cálmate, ya llegara el momento.
— Entonces te lo quieres comer Olivia Sofia — aseguro con una sonrisa.
— Atrapadaaa — levante ambas manos en señal de derrota.
Jugo conmigo, solo quería saber como reaccionaba ante su comentario. Casi que me saco verdad con mentira.
Seguimos hablando de weas random toda la tarde, la Alessia terminó mi falda y me obligó a que me la pusiera altiro. Al menos me paso unas panties para no cagarme de frio.
No soy mucho de arreglarme o vestirme bonito, sino fuera por la Alessia parecería pordiosera. Siempre me visto igual porque nunca se combinar bien las cosas, aunque no niego que cuando la Alessia lo hace me gusta mucho.
— Puta la wea ya son las seis — reclamo la Alessia acostada a mi lado.
Algo tenia que hacer pero no se que es.
Mierda el preu.
— ¡Por la chucha! — reclame, me pare de la cama rápidamente.
— ¿Que te paso?
— Hoy empezaba el preu — me puse mis botitas.
La Alessia se rió— ¿Y a que hora era?
— A las cinco y media.
— Querida — miro su celular— vas un poquitito tarde.
— Siempre me pasan weas por la chucha — me puse mi chaqueta y agarre mi mochila para irme modo flash.
— ¿Y vas a ir?
— Así le digo a mi mamá que al menos lo intente— me encogí de hombros.
— Gran excusa — sonrió, me despedí y baje corriendo al primer piso para salir de la casita de la Alessia.
Aun faltaba para que oscurezca así que me puedo ir con tranquilidad.
Si mi papá sabe que falto a la wea de preu se va a aparecer por la casa llorando que está puro gastando plata, ojalá se llegue a aparecer para que mi mamá lo rete y le saque en cara todas sus cagas.
Camino lo más rápido que puedo, ya voy caga de calor y toda sudada pero tengo que llegar.
Al llegar a la puerta miro primero a través del vidrio, no se veía ni un alma en los pasillos. Entre al preu, no me crucé con nadie hasta que llegue a las escaleras y él Villa venia bajando con toda la paja del mundo.
— Dime que aun no termina la clase— dije.
Diosito xfa que aun no haya terminado.
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Picao a flaite
Novela JuvenilEn la micro te pueden robar tu celular o te puedes enamorar, por culpa del Dean a la Olivia le paso lo primero.