Picao a flaite

𝖼𝗎𝖺𝗋𝖾𝗇𝗍𝖺 𝗒 𝗎𝗇𝗈

FELIZ CUMPLEAÑOS A MI FRAN PRECIOSA 🥺💖
TE ADORO SIEMPRE WAWITA

Olivia

Despertar era difícil, los medicamentos me tenían como a una zombie. Dormí a cada hora del día durante toda esta semana.

Pero todo ese sueño era recompensado cuando lo veía en una silla junto a mi.

Se que todo esto estaba siendo muy difícil para él, tal vez estar conmigo era su manera de no salir al mundo real a enfrentar todo.

Él Gabo se había ido.

Yo me entere por la tele que estaba en la sala de urgencias, el papá de la Alessia estaba terminando con los puntos cuando pasaron la noticia.

Él Dean estaba en otro box ya que lo había obligado a atenderse los pequeños cortes en su cara por el vidrio.

— Tio

— No puedo creer como te hiciste esto, Olivia. ¿La Alessia donde estaba?

Ella siempre ha sido mi sentido común, la que evita que estas cosas pasen y sus papás lo saben. Sin ella no mido el riesgo de las cosas.

— No es su culpa, ella no sabe nada.

Él negaba con la cabeza, indignado.

Me dijo que si el corte hubiera sido más profundo me pudo llegar a algún nervio y la recuperación hubiera durado semanas.

Soy una chica con suerte.

— Estas lista — me dijo él tio mientras se sacaba los guantes — Cuando salga de mi turno voy a pasar a verte.

Yo solo asentí y agache la cabeza. Él tío siempre se preocupa tanto por mi que me da cuco mentirle, pero lamentablemente así evado mis responsabilidades.

La tele de la sala se prendió y con eso la noticia.

— Estamos aquí en el edificio donde ocurrió la explosión, las autoridades no han dado mayores detalles pero se presume que hay dos fallecidos —
dijo la periodista.

En ese momento supe que él Gabo no me había mentido. Él me prometió que haría todo en sus manos para que él Dean estuviera bien, que si era necesario se desharía del Paulo.

No pensé que él se tendría que ir también.

Él Dean disimulaba muy bien, pero yo ya tenía un master en descifrar su rostro.

— Es hora de que te levantes de esa cama, Olivia Sofia— mi mamá entro a la pieza abriendo las cortinas — Y es momento de que tu te pares de esa silla.

Mire al Dean que abrió los ojos de golpe, asustado. Se acodo en la silla y paso su mano por su cabello peinándose un poco.

No pregunten como mi mamá lo a aceptado todos estos días en la casa, hasta yo me sorprendo. Si bien cuando lo dejo entrar le dijo que no lo quería ver más con ese gorro él Dean le hizo caso sin rechistar.

Aquí es donde yo ganó y puedo mirar su cara todo el día junto a su pelo ahora oscuro.

No negare que extraño su pelo rubio aunque lo viera pocas veces.

— Te paras solo para ir al baño, es momento que salgas a caminar o algo.

— Voy a salir a una maratón que hay en la esquina — la molesto — capaz gano mami ¿no estarías orgullosa?

Mi mamá rodó los ojos y yo me reí.

— Anda a comprarte un chicle, no se haz algo — insistió.