ADVENTURES | Zelda One-Shots

Siempre Juntos (Breath of the wild)

Cuando tienes un plan, uno que has mejorado continuamente, lo único que esperas es que vaya al punto tal como estaba planeado, especialmente cuando un millón de vidas dependen de su éxito.

Sin embargo, sabemos que las cosas no siempre salen como queremos. Y cuando fracasan... Las consecuencias resultan devastadoras y terriblemente dolorosas.

A pesar de sus heridas, el caballero y legendario héroe tomó la muñeca de la princesa y huyó. Estaban solos; los otros soldados habían caído rápidamente al poder de esas máquinas. No había manera de derrotar a los guardianes que sorprendentemente se volvieron contra ellos.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué los guardianes y las bestias se volvieron repentinamente contra ellos? ¿Ganon era tan fuerte? Pfff, qué pregunta tan innecesaria, por supuesto que era, la situación hablaba por sí misma.

La única opción que tenía el héroe ahora era seguir corriendo con la princesa; tenía que tratar de mantenerla a salvo ahora que toda la familia real y los campeones habían caído. Ella era... la única esperanza del reino de Hyrule destrozado pero aún vivo.

Sin embargo, de repente sintió que la mano de su princesa se alejaba abruptamente de la suya, obligándolo a darse la vuelta a la chica rubia que ahora estaba en el suelo.

No importaba lo cansado que estuviera, Link se acercó rápidamente a Zleda.

-¿Cómo... Cómo llegó esto?- Dijo la princesa con pesar mientras miraba hacia abajo. Link, que ya estaba a una distancia segura, eligió envainar la Espada Maestra y arrodillarse ante ella- La Bestia Divina... Los Guardianes... Todos se han vuelto contra nosotros- Declaró mientras recordaba ese desafortunado e inesperado giro de los acontecimientos que la hizo apretar los puños firmemente, al mismo tiempo que Link la miraba con pesar.

Link odiaba verla de esa manera.

-Fue... Ganon. ¡Los volvió a todos contra nosotros!- Zelda declaró con ira y frustración, pero al mismo tiempo, tristeza. Lentamente, la princesa levantó sus ojos llorosos a la única persona que estaba a su lado- Y todos... Mipha, Urbosa, Revali y Daruk... ¡Todos están atrapados dentro de esas cosas... Y es culpa mía!- Finalmente gritó, escondiendo su cara en sus manos.

El corazón de Link dio un ligero giro en su pecho en el momento en que la vio así. Ver a la princesa herida, sucia y derrotada le dolió, pero verla llorar... Fue lo peor que pudo observar.

Su visión de Zelda era la de una joven radiante, llena de vida, con una hermosa sonrisa y una voz melodiosa que deificaba a cualquiera que los viera u oyera, incluido él, aunque por su posición tenía que mantener las apariencias y evitar mostrar cualquier tipo de sentimiento que tuviera que ver con su princesa. Era difícil, pero ya estaba acostumbrado a guardar silencio y no mostrar sus emociones con frecuencia.

Por supuesto, Zelda fue la excepción a la regla la mayor parte del tiempo, ya que no solo logró hacerle hablar más de lo que estaba acostumbrado, sino que también terminó mostrándole que era una especie de glotón.

Ella lo animó a interactuar más con los otros campeones además de Mipha, su amiga de la infancia. Y estaba agradecido por eso, aunque uno de ellos lo odiaba.

Es por eso que Link intentó consolarla, decir algo para hacerla sentir un poco mejor... Pero no salió ninguna noticia de su boca.

-¡Soy la peor princesa de la historia...!

-No, no lo eres...

-¡Nuestra única esperanza de derrotar a Ganon se pierde, todo porque no pude aprovechar este maldito poder!

-Yo todavía estoy aquí...

-Todo... Todo lo que he hecho hasta ahora, fue en vano- Declaró Zelda frustrada- ¡Así que realmente soy solo un fracaso!- Gritó a su guardián y amigo con ojos llorosos- Todos mis amigos... Todo el reino... Mi padre sobre todo... Lo intenté y les fallé a todos...- Finalmente, y sin tener más fuerzas para sostenerlos, gruesas lágrimas comenzaron a caer una por una sobre sus mejillas.

Una vez más, el corazón de Link no pudo evitar apretarse por sí mismo gracias a esa visión que tenía ante sí. Lo único que podía hacer era mirarla con tristeza, incapaz de hacer nada para consolarla- Zelda...- Era todo lo que podía decir.

-Los he dejado... Todos para morir...- Sin más fuerza para seguir hablando, e incapaz de evitar más lo que su corazón y mente necesitaban, la joven princesa rápidamente se lanzó a los brazos del campeón cuyo deber no era solo protegerla, sino también derrotar a Ganon como decía la profecía.

Eso no pudo evitar sorprender a Link, que nunca esperó que la princesa saltara directamente a sus brazos para continuar su dolor y frustración. Pero ahora que la tenía en su regazo, llorando salvajemente debido a la gran pérdida que estaban sufriendo, el caballero no podía hacer nada más que rodearla con sus brazos.

Acarició cuidadosamente el cabello de la princesa, tratando de darle un consuelo que sabía que no vendría hasta que derrotaran a Ganon.

-No llores...- Susurró, finalmente pudo expresarse un poco mientras la princesa continuaba derramando lágrimas tras lágrimas- Por favor, no llores... Todavía estoy aquí...- Susurró de nuevo mientras se permitía llevarla un poco más cerca de él.

Incapaz de calmar su dolor, la princesa levantó rápidamente los brazos y sostuvo firmemente la ropa azulada de Link- Por favor, por favor, Link... No me dejes...- Dijo, tratando de evitar que su voz se rompiera y tratando de desaparecer la distancia entre sus cuerpos, necesitaba sentir la cercanía total de su caballero- ¡Prométeme que siempre estarás conmigo...! ¡No me dejes sola también!

-Te prometo... No te dejaré sola... Siempre estaré contigo...- Link juró a su princesa, tratando de tranquilizarla, hasta que de repente escuchó el sonido de los pasos acercándose.

Fueron ellos. Los guardianes finalmente los estaban alcanzando. Debían salir de allí.

No queriendo alejar a Zelda de él, pero sin tener otra opción, puso sus manos sobre sus hombros y la obligó a mirarlo- Princesa... tenemos que irnos...- Dijo. Esas palabras lograron alertar a la rubia, que inmediatamente volvió los ojos hacia su espalda.

-Los Guardianes...

-Si no nos vamos rápido, nos alcanzarán- Dijo- Sé que estás cansada... Y que lo último que quieres ver es aún más destrucción, pero...

No dejándolo terminar, Zelda finalmente se alejó de su guardia y un poco tambaleante se puso de pie, a quien luego fue seguida por Link. Después de borrar las lágrimas que aún seguían cayendo de sus ojos, la heredera al trono no dudó ni un momento y tomó la mano del héroe cuya misión era salvar a Hyrule.

En otras circunstancias, Zelda se habría vuelto tan roja como el cabello de Urbosa, ya que nunca se había atrevido a tomarse esa libertad con nadie, ni siquiera Link, que era el único hyliano con la que tenía una relación tan estrecha y tantas confidencias.

Sin embargo, la situación actual es diferente, y hay que dejar de lado todo nerviosismo y vergüenza.

-Se están acercando; será mejor que salgamos de aquí...

-Sí- Dijo Link, quien segundos después comenzó a correr con la princesa.

Una vez más, y bajo la fuerte lluvia que cayó sobre el reino, los jóvenes hylianos se pusieron en la tarea de huir de los guardianes controlados que estaban cada vez más cerca. Si querían salvar el reino y vengar a sus amigos, tenían que encontrar un lugar seguro para esconderse.

Era la única manera en que ambos estarían momentáneamente seguros.

-Link...- Zelda de repente gritó con su voz agitada; aunque, la única respuesta que recibió de él fue un "¿Mm?", porque si hablaba se quedaría sin aliento que estaba tratando de controlar mientras corría- Siempre estaremos juntos, ¿Verdad?- La princesa le preguntó, queriendo reafirmar las palabras que le había dicho hace unos segundos en medio del bosque.

Incluso si estaba cansado de correr y debido a las lesiones que los guardianes le habían hecho más atrás, Link presionó más fuertemente su agarre en la mano de la princesa y asintió firmemente antes de responderle- Para siempre.

De alguna manera, eso tranquilizó ligeramente a Zelda. Si él se quedaba a su lado, ella estaba segura de que ella podría seguir adelante. Después de eso no se volvió a decir ninguna palabra, por lo que continuaron corriendo por el bosque, buscando alguna cueva que pudieran refugiarse de la lluvia y los guardianes; eso era lo único que tenían en mente por ahora.

Desafortunadamente, más tarde, algo ya les estaba esperando.

=FIN=