Tiempos de Nobleza

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Hace mucho tiempo en un lugar de mi imaginación,había un reino prospero y lleno de humildad... El rey era un hombre justo y temeroso de Yahvé y la Reina era hermosa y la más fiel entre las doncellas... El nombre del poderoso rey de Hyrule era Arturo Daphnie y el de su amada esposa y reina, Dulcinea Serena.

Estos distinguidos monarcas tuvieron la bendición más grande que un mortal pudiera desear; el nacimiento de sus primogénitos... Dos hermosos niños de cabellera dorada y miradas de inocencia,la niña con unos hermosos ojos semejantes al mar y piel tan clara como la nieve y el niño con unos iris parecidos al fuego y piel morena...Eran tan diferentes físicamente, desde su nacimiento se podía ver que eran muy diferentes.

A través de los años estos jóvenes príncipes crecían con el mismo amor hacia el pueblo como sus padres, pero no deseaban ser los futuros soberanos de la hermosa tierra de Hyrule... En especial la heredera al trono, la princesa Zelda, quien quería una vida más tranquila fuera de las grandes murallas del castillo... La razón era que la hermosa princesa quería hacer su sueño realidad: Ver con sus propios ojos las maravillas de Dios Altísimo.

Durante toda sus vidas los príncipes oían hablar a sus súbditos de una libertar de una belleza detrás de aquellas grandes murallas... Los gemelos soñaban día y noche, fantaseaban en sus ratos libres e imaginaba despiertos en las clases el poder algún día contemplar la riquezas de la que tanto hablaban en el castillo... Esas riquezas que no eran de oro, sino de pureza y belleza.

Un día el príncipe Sheik, escondido tras unas vendas escapaba por enésima vez del Gran Castillo,mirando atrás con nostalgia... Pero al mismo tiempo se lamentaba interiormente por las "desgracias" de su hermana: Por ser la mayor debía asumir más responsabilidades,por ser la heredera al trono más seguridad y por ser la más hermosa entre las doncellas debía asistir a inútiles fiestas sociales para poder hallar al futuro monarca de Hyrule.

-Hermana mía, Dios este contigo- Susurró el joven ex-príncipe.

En cambio, él joven noble preparado cambiaba todo los deleites de la nobleza por una hermosa joven campesina, a quien había conocido a sus tiernos siete años de edad, al igual que dejaba todo por una vida tranquila en aquel gran rancho que le pertenecía a su amada Malon.

-He podido hacer mi sueño realidad,espero que tu logres el tuyo...- El joven miró por ultima vez su antiguo hogar- Hermana...

Por otra parte, la princesa hastiada de tanta vanidad, decidió tomar un poco de aire en aquella elegante terraza de su gran castillo... Al llegar, suspiró por el merecido descanso que obtuvo bajo esa estrellada y hermosa noche... Pero por ir tan metida en sus pensamientos no se percató que un joven caballero la había estado observando desde hace un buen tiempo.

-Hermosa noche ¿No?- Le preguntó aquel misterioso caballero con una sonrisa tranquilizante.

-¡Link! Me asustaste y si, es una hermosa noche- Le sonrío la sorprendida chica- ¿Qué haces aquí?

-Estoy aquí ejecutando mis deberes, aunque para mi nunca será un deber estar en tu compañía- Le informó con sinceridad el alto caballero de melena rubia.

Ella se limito a sonreír, aquel joven caballero era su mejor amigo, su guardián... Lo conocía desde los diez y ya nueve años ha pasado de ese curioso evento, razón por cual sentía conocerlo a la perfección... Sus padres querían que ella eligiera a un joven noble para contraer nupcias, pero al parecer ellos no veían que ella no deseaba a ninguno de esos vanidosos nobles... Zelda realmente deseaba que ese humilde campesino fuera aquel con quien compartiría el resto de su vida...Pero al saber el deseo de sus padres, la princesa sabía que ellos nunca aprobarían su decisión y sentimientos por el joven caballero.

-¡Vaya nunca había admirado vista tan bonita!- Exclamo el valiente joven de mirada azul.

Lejos de sus risueños pensamientos,los actuales monarcas sonreían... Estaban al tanto del creciente sentimiento de su hija hacia el joven guerrero, al igual que conocían el autentico amor del joven para con su hermosa hija... Ellos no deseaban que su hija mayor se casara con uno de esos vanidosos nobles que tenían lo mismo de nobleza que de humildad hacia los perros... En cambio el joven caballero era un hombre de valor,confiabilidad, inteligencia y, su más notable característica, la humildad. Humilde cómo Yahvé demanda y como el rey desea que su sucesor sea.

Ya al final de la velada el monarca con rostro serio decidió anunciar el ultimo mandato real...

-Como veo que mi hija no a elegido a ningún noble, me veo en la obligación de elegir yo al futuro soberano de Hyrule- Anunció con autoridad el rey.

Muchos de los presentes estaban ansiosos por la noticia que se daría, "¡Al fin serían elegidos!" pensaron muchos nobles con vanidad.

-Y el joven noble que he elegido es: ¡Link,el valiente caballero! Quien a demostrado más nobleza que muchos de los aquí presentes.-Sonrío con alegría el actual soberano- Vamos hijo, toma a tu mujer.

Entre los presentes se hallaba la sorpresa,muchos no podían creer lo actualmente escuchado y se interrogaban entre ellos:"¿Qué tenia un simple campesino que no tenían ellos?".Pero entre tanto alboroto y tanta confusión,el joven elegido intervino con valor.

-¡Espere su majestad, yo no puedo ser el elegido! No de esta manera es cierto que
amo con el alma a la princesa... Pero no puedo permitir que ella se case con quien no ama...-Decía antes de ser interrumpido por la joven heredera.

-Te equivocas Link... Yo a quien realmente amo es a ti y deseo con todo el corazón ser tu mujer y madre de tus hijos- Le abrazo con cariño la hermosa joven- Al igual que deseo dirigir este pueblo junto a ti.

-¡Que no se diga más, las nupcias se contraerán en 3 semanas y todos están invitados!- Grito con felicidad el rey Arturo.

-¡Oh,mi amada y dulce princesa! Nunca pensé que seria bendecido de esta manera- Exclamaba el caballero ahogando un pequeño llanto en la cabeza de su amada.- No merezco tal bendición.

-No digas eso,mi amado Link, la bendecida soy yo al tenerte a mi lado- Le sonrío Zelda a aquel guerrero de valor.

Ya pasado las 3 semanas las nupcias fueron realizadas... Los recién casados ya eran marido y mujer al mismo tiempo que eran coronados rey y reina de Hyrule... Los antiguos soberanos descansaban al fin en paz... Y no, no murieron simplemente fueron a La Paz a tomar unas fortalecidas vacaciones. El ahora rey Link cumplió con el más anhelado deseo de su esposa; la llevo a conocer las grandes maravillas de su tierra al igual que le mostró los secretos naturales que solo él conocía junto a la naturaleza...La reina Zelda estaba tan feliz y tan satisfecha que no le importo su actual puesto,desde ese día visitaría esos maravillosos lugares que creyó disfrutar solo con la libertad de la nobleza.

Los actuales monarcas regían con justicia,amor y compasión...Con la bendición de Yahvé y con su temor,ellos dirigían a su pueblo...Todas las mañanas,la soberana le agradecía al Altísimo por su bendición,le regalaba dulces besos a su amado y se preguntaba por el paradero de su queridísimo hermano menor... Pero bueno,esa sería otra historia que contar.

=FIN=

ADVENTURES | Zelda One-Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora