ADVENTURES | Zelda One-Shots

Un Breve Encuentro (Link y Mido)

Link se apresuró a atravesar los Bosques Perdidos, buscando el camino hacia el Templo del Bosque. Saria lo necesitaba; no tuvo tiempo suficiente para hablar con todos sus amigos de la infancia en el bosque de Kokiri tanto como quería desesperadamente.

Amigos de la infancia. La frase parecía tan extraña para Link. Para él, habían pasado solo semanas desde que dejó este lugar atrás, como había pedido el Gran Árbol Deku, esa misión que llevó a tantos otros. Solo unas pocas semanas para él, pero siete largos años para todos los demás a medida que el mundo declinaba lentamente bajo el gobierno de Ganon.

Link presionado, tratando de ignorar estos pensamientos. Habría tiempo para todo eso más tarde. En este momento, tenía asuntos urgentes que atender. Así que Link tenía la intención de ignorarlos, no se dio cuenta de la pequeña figura hasta después de encontrarse con ella. Link retrocedió, su mano alcanzando reflexivamente la Espada Maestra incluso antes de ver con lo que se había topado. Se congeló.

Mido miró obstinadamente a Link, con los brazos cruzados sobre su pecho — ¿Qué eres? — Exigió. Link solo podía mirarlo estupefacto. De todos los que podría haber tenido, nunca esperó ver al matón local de los Kokiri. Los ojos de Mido se entrecerraron en sospecha por el silencio de Link.

— ¡Aunque uses ropas Kokiri, no puedes engañarme! Le prometí a Saria que nunca dejaría que nadie pasara por aquí.

— *Saria... así que definitivamente es así* — Pensó Link para sí mismo. Pero, ¿cómo superar a Mido? Tan idiota como lo había sido hace tanto tiempo, Link todavía no podía lastimar a los Kokiri, pero sabía lo terco que podría ser Mido. De repente se le ocurrió una idea a los hylianos.

— Si le prometió a Saria... Hombre, espero que esto funcione — Link sacó la Ocarina del Tiempo. Poniéndolo en sus labios, tocó la canción de Saria. La mirada acusatoria de Mido se convirtió en una sorpresa cuando las primeras notas escaparon del instrumento.

— ¡Esa melodía! ¡Saria toca esa canción todo el tiempo! — Algo dentro del cerebro de Mido finalmente hizo clic en su lugar. Este hombre parecía tan familiar, ¡pero no podía ser así! Simplemente no podía... ¿verdad? Incluso si lo fuera, habían pasado siete años. ¿Se acordaría?

— Tú... — Mido comenzó, pero de repente pareció cambiar de opinión — ¿Conoces a Saria? — Link asintió en respuesta.

— Esa canción... Saria enseñó esa canción solo a sus amigos... — Mido sabía que era una mentira, más o menos. Saria solo le había enseñado esa canción a otra persona, pero era un amigo... Respirando hondo, tomó una decisión — Bien... Confío en ti — Mientras se hacía a un lado, el Kokiri no pudo evitar agregar un comentario final, queriendo que el hombre revelara quién era realmente, pero al mismo tiempo esperando con todo su poder que pudieran mantenerlo en secreto.

— Cuando te veo... No sé por qué, pero recuerdo... de él...

Link había comenzado a pasar a Mido cuando esas palabras lo detuvieron en seco. Miró a Mido y vio al niño mirando hacia atrás. Una mirada pasó entre los dos que no dejó ninguna duda.

— *Él lo sabe*.

=FIN=