❶.❹

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Rosa.

Todo en la vida de Kitty se había vuelto rosa después de la fiesta de revelación del sexo de su bebé.

Algunos de los asistentes ya sabían el secreto que Hope les había ocultado muy bien, por lo que muchos de sus regalos ya habían incluido ese color en su presente.

Kitty lo consideraba un poco sexista. ¿Es que su bebé no podría usar azul? ¿Es que todo tenía que ser así para ella incluso sin haber nacido? Bueno, aunque no iba a negar que él adoraba ese color. Tal vez era el destino, él amaba el color rosa en todos los aspectos, y ahora el destino le había mandado una niña, para volver aún más rosa su vida.

Agust había ganado. No es que hubiera sido una apuesta, pero había ganado porque él quería una niña, y Jimin un niño. Pero al final, eso no quitó que Kitty llorará desconsoladamente emocionado en los brazos de su novio cuando supo que sería una pequeña.

— Otro trabajo sumamente perfecto. — RM dijo aquello entrando por la puerta.

El ruido despertó a Kitty, quien estaba acurrucado en el amplio sofá de la sala de estar. Estaba viendo una serie en una plataforma digital, pero se había dormido hacía dos capítulos por el cansancio.

— Siempre es un placer trabajar con ustedes. — Esa era la voz de su amado.

Kitty de estiró, tomó el control remoto y apagó la pantalla plana de la sala de estar para levantarse con cuidado e ir a recibir a su novio. No sin antes acomodar bien su buzo y los pantalones suavecitos y amplios que tenía encima. También rosas.

Entre el sonido de la risa de los chicos, incluyendo JK quien había salido al trabajo con ellos está vez, se abrió paso hasta llegar a Agust.

— Oh cariño, te extrañe tanto. — De inmediato, Agust dejo la bolsa de plástico negra donde usualmente quemaban la ropa ensangrentada después de algún trabajo sucio y con ambas manos rodeo la cintura de Kitty para cercarse a darle un beso en los labios.— Y claro que te extrañe a ti también, princesa. — Habló en cuanto se colocó en cuclillas frente a Kitty y levantó su buzo sin duda alguna para besar su vientre.

El frijolito pasó a ser una princesa.

— Llegas tarde. — Kitty dijo, casi como un reclamo, porque el odiaba quedarse solo en casa, y lo odiaba más cuando Agust demoraba. Él quería estar todo el tiempo con su novio.

Agust volvió a incorporarse y Kitty lamió su dedo pulgar, estiró una de sus manos y limpio un pequeño rastro de sangre en la mejilla de su novio.

— Lo sé, lo sé, pero todo tiene una razón. — No era una excusa, bueno, Agust no quería que sonara a una excusa.— Me he detenido en el camino por esto.

Agust se giró de inmediato, y entonces V le entrego una bolsa de papel rosada, bastante bonita, de dónde saco un traje de marinerita color rosa para bebé. Adorable, sumamente bonito y el cual de inmediato emocionó a Kitty.

— Es enorme, le quedará cuando tenga unos dos o tres años. — Kitty soltó una risa adorable una vez que tomo el traje en sus manos con dulzura. Le gustaba imaginarse con su bebé a futuro.

— No importa, será un placer para mí verla con toda la ropita que le hemos comprado. — Agust dijo emocionado por igual, antes de acariciar el vientre de Kitty por encima de su ropa.

Y esa pequeña no era una princesa solo por vacilar, ella estaba teniendo tanta ropa, juguetes y amor como fuera posible y si en un futuro tronaban sus dedos, no solo tendría a sus padres a sus pies, tendría a 7 reyes de la mafia para ella.




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