║▌║ LOVE ME LESS + LÍQUIDO║▌║𝐃𝐊𝐢║▌║

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Kitty no esperaba despertar solo esa mañana. La verdad es que no esperaba muchas cosas, pero la principal no era despertar solo esa mañana.

Aún medio adormilado había tentado la cama con sus pequeñas manitas en busca del cuerpo de su novio, y se vio en la enorme necesidad de abrir sus ojos cuando no pudo encontrarlo. No estaba, Agust había despertado antes, y eso que no era demasiado tarde, aún había silencio en la mansión y el reloj de Sanrio en la pared indicaba que no eran ni siquiera las diez de la mañana.

No iba a pensar mal porque, bueno, ellos y habían estado hablando sobre todo, bueno casi todo, y Kitty consideraba eso una enorme mejoría en su relación, aunque antes ni siquiera pensaba que necesitaba ser mejorada. Aún si no pensaba mal, él quería a Agust cerca.

Salió de la habitación de nuevo envuelto en esa bonita bata rosa que tanto le gustaba. Tenía un nudo justo en la cintura y le gustaba más el hecho de que cundo tuviera una pequeña barriguita podría cubrirla con eso.

¡Esperen no! Eso aún no estaba decidido.

El único lugar en el que se le ocurrió buscar fue la oficina, que estaba terminando el enorme pasillo, pasando la cocina y la sala de estar, del otro lado de la casa. Lo pensó dos veces y termino por colocar la secuencia de números y su dedo para poder entrar sin siquiera ser anunciado. 

— Uh, mi amor. — Agust le llamo desde su escritorio, mientras Kitty se adentraba y cerraba la puerta detrás suyo.

Kitty camino hasta Agust, quien seguía mirando la tableta frente suyo, esa misma donde Kitty había estado jugueteando una noche antes y la que lo había llevado al desastre. En otra instancia se habría sentando frente de Agust, pero estaba en su proceso de aceptar las disculpas de Agust y ayer habían intimado, ya no iba a generar más brecha entre ellos. Paso de largo a un costado del escritorio y separó con ligereza a Agust del escritorio para sentarse en sus piernas, abrazarse a él y acurrucarse. Era demasiado temprano.

— ¿Por qué te fuiste sin mi? Es demasiado temprano para no estar en la cama. — Kitty dijo mientras restregaba su rostro contra el cuello de su novio.

— No iba despertarte, menos sabiendo que tienes que descansar y ayer demoraste veinte minutos más en dormir por complacerme. — Agust abrazó su cintura con uno de sus brazos, mientras seguía pasando el dedo por la tableta táctil.— Zico y sus chicos vendrán...

— ¿Por lo de ayer? — Kitty pregunto bajo mientras inclinaba su rostro y observaba la pantalla táctil.

— Sí. — Agust respondió.

En la tableta habían un montonal de noticias respecto a todo lo que había acontecido en la mansión del gobernador Park. Habían más de 50 heridos, y aunque ahora no reportaban fallecidos, no descartaban esa enorme posibilidad. Estaban algunos hombres de las pandillas heridos de gravedad, así que eran los únicos detenidos que tenían hasta el momento, pero con las cámaras de seguridad podrían dar con ellos sin problema.

— Deja de torturarte. — Kitty dijo después de un rato. Podía sentir el cuerpo de Agust realmente tenso por la situación, sabía que sería un problema todo aquello.

La pequeña mano de Kitty se deslizo hasta bloquear la tableta y levantarse de su regazo para sentarse encima del escritorio, justo frente a Agust, apartando la tableta para que no siguiera leyendo ni atormentandose con todo lo que pasaba.

Tomó las manos de Agust y las colocó en su cintura, para pegarlo a su cuerpo cuando las ruedas de la silla donde estaba lo acercaron.

— Todo estará bien, te lo prometo. — Kitty dijo mientras acariciaba su cabello y sonreía, tratando de mimar a Agust.