║▌║ LOVE ME LESS + LÍQUIDO║▌║𝐃𝐊𝐢║▌║

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Tatuajes.

Piercings

Modificaciones.

Eran atractivas para él, pero nunca se atrevió a probar con ellos. Porque siempre escuchaba lo mismo a sus espaldas: "Es de gente denigrada." "las personas con tatuajes no son de fiar" "eso es para vagos sin futuro." Y aquí estaba él, rodeado de jóvenes con tatuajes y la personalidad más hermosa de todas.

— Tienes que hacerlo tú también, Agguie. —Hablaba Jimin sentado a horcajadas en el regazo de su novio. Un adorable puchero adornaba su rostro y sus cejas se juntaban en el medio, siendo sumamente caprichoso como un niño pequeño.— Dijiste que harías lo que quisiera, y yo quiero que te tatues el mismo día que yo.

— Mi amor, eso es distinto. Sé lo que dije pero...

¿Pero? Jimin no resistió ninguna palabra más y se levantó de su regazo, caminando directamente hasta el vestidor para colocarse algún par de prendas, porque tanto él como su novio seguían en ropa interior.

— Déjalo entonces. Si no vas a complacer a tu novio, está bien.

Ahora Jimin había dejado esa faceta de niño pequeño en berrinche, y era muchísimo más serio, determinado, pero aún caprichoso.

Mientras observaba a su novio colocarse la ropa con agilidad, detallando cada pequeña parte de su cuerpo, Agust se reprochaba a si mismo el no tatuarse. No es que no quisiera, simplemente no se le apetecía. Sabía que se volvería adicto, y ser un mercenario adicto a algo, nunca tenía nada bueno.

Aunque ahora con Jimin...

Miro al bonito pelirosa pasar de largo frente suyo, dejándolo semidesnudo, sentado, sobre la cama, sin un besito antes de salir. 

Jimin camino hasta la cocina, JK y Hope no pudieron evitar notar su aura molesta, aún si ellos estaban acurrucados en la sala de estar. Ambos miraron al pequeño abrir las gavetas, tomar un plato y comenzar a prepararse el desayuno. J-Hope abrió los labios a punto de darle los buenos días, cuando por el pasillo, apareció un rubio mal humorado y apresurado colocándose los vaqueros negros.

— Minnie, mi amor, ni siquiera me estás escuchando... —Susurró dulce mientras caminaba detrás de Jimin.

— Ni quiero hacerlo. —Lejos de asuntos infantiles, Jimin esquivo el cuerpo de Agust, haciendo que sus manos no pudieran aprisionar sus caderas.

Camino al costado de la barra, sirviendo su cereal favorito en el platón y después yendo en busca de la leche hasta el refrigerador.

— Minnie, anda, escucha solo un segundo...

En el sofá, JK y J-Hope observaban la escena bastante curiosos, siguiendo con la vista el cuerpo de Jimin y después el de Agust, a la par como si de una buena película se tratara.

— Tú no eres capaz de hacer una pequeña cosa por mi, una sola. Yo que te amo tanto daría todo, haría todo por ti, y tú te niegas a un tatuaje. Haces cosas mucho peores.

El bonito pelirosa acomodo su camisa corta color rosa antes de subirse a un taburete en la barra de la cocina. Agust por su parte se recargo en la barra a un costado suyo.

— Haces cosas peores, y me dices "Jimin, haré lo que tú quieras" "Jimin tú me mandas" pero no es cierto, ¿Y sabes? No es un cuestión de roles en la cama. —Mientras Jimin hablaba, Agust paseaba sus dedos por su cabello para acomodarlo, mientras le miraba con los ojos brillantes y enamorados, siendo Jimin su posesión más hermosa, claro que importaba cada bonita palabra que dijera.

Lejos de que Jimin se molestará por el tacto, le graduaba. Era realmente feliz recibiendo esas atenciones cuando se molestaba, porque indicaban que a Agust le importaban sus molestias.