𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟐

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Llegamos y nos encontramos con los demás esperandonos. Parecían sorprendidos por mi cercanía con el chico a mi lado, puesto que cuando nos vimos todos por última vez yo estaba muy distante con él.

- Ahora que ya estamos todos, Aether, enciende el último monolito porfavor.- Dijo Jean en su tono de voz habitual.

Aether encendió el monolito y las ruinas en las que nos encontrábamos se derrumbaron por partes, hasta que solo quedaron fragmentos. De repente salió del hueco Stormterror, sorprendiéndonos a todos y creando una fuerte ráfaga que nos impulsó a todos unos metros hacia atrás. Por suerte Diluc me atrapó antes de que llegase al borde.

- Te tengo.- Dijo mirándome desde atrás por encima de mi hombro, con mi espalda reposada en su torso.

- Gracias, casi acabo allí abajo...- Dije mirando el abismo sin fin que se encontraba más allá del borde.

Nos levantamos y rápidamente nos dirigimos hacia los demás, los cuales aún se estaban recuperando del azote anemo de Dvalin.

- ¿Estais todos bien?- Dijo Jean preocupada.

- Sí, pero debemos pensar en una manera de hacer que Dvalin reaccione sin herirlo de gravedad...- Dije preocupada por lo que venía a continuación.

- ¿Qué propones ____________?

- Venti, ¿Aún tienes tu lira?

- Sí. ¿Para que la necesitas?

- Dijiste que la música de Der Himmel podría calmar al dragón. Distráelo mientras que trato de eliminar las acumulaciones de energía del abismo en su nuca.

- Es demasiado peligroso que lo hagas tu sola, mi deber como la Caballera de Dandelion y Maestra Intendente de los Caballeros de Favonius es proteger Mondstadt y a sus ciudadanos. Tú ahora eres una ciudadana de Mondstadt y me atrevería a llamarte amiga mía. Así que cuenta con mi apoyo.

- Muchas gracias Jean. Eres una buena amiga.

- Sabes perfectamente que no pienso dejarte hacer esto sola ____________.- Dijo el joven pelirrojo a mi lado mirándome directamente a los ojos.

Le sonreí y asentí, susurrándole un "gracias" dándole una mirada afectiva.

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Venti empezó a tocar una melodía que llamó la atención de Dvalin. Aproveché esto para avanzár por detrás hasta la parte posterior de su cuello. Usé la energía elemental que tenía a mi disposición para crear una potente corriente de energía anemo que volara el pico de energía oscura acumulada. El dragón del este se sacudió, haciendo que callera al suelo. Jean y Diluc se encontraban en la otra punta del dominio, a ambos lados de Venti y esquivando los ataques que lanzaba Dvalin.

Cuando el último pico de energia del abismo fue destruido por mi espada, lo que quedaba de suelo empezó a desmoronarse y Dvalin se perdió en el profundo agujero a nuestros pies. Sentí como caía a la nada más absoluta, como pasaba en ese sueño que tuve hace un par de noches.

Cerré mis ojos. "Así que esto se siente cuando sabes que vas a morir... No está tan mal...". Estaba tranquila aceptando mi final cuando de repente sentí que alguien me tomaba del brazo y me atraía fuertemente hacia arriba. Abrí los ojos y me encontré con esos ojos color carmesí en los que siempre me quedo embobada.

- Aún es pronto para morir ¿no lo crees?- Dijo él.

- Estaba tomando un descanso, no es tan fácil acabar conmigo Diluc.

- Creeme, nunca lo he dudado.

¿Yo personalmente? No me creo lo que voy a decir, pero he estado a punto de morir, si voy a cagarla es el momento. Para tirarme del dragón digo.

- No iba a morirme sin que me invites a algo en la taberna.- Dije y rapidamente dirigí mi mirada hacia un lado, no es que me guste, solo me cae muy bien y ya ¿creo?

- Yo... ¿Qué te parece si cuando lleguemos a Mondstadt tu y yo vamos a la taberna y te sirvo un trago entonces?

Perdón, mi cerebro acaba de cortocircuitar, no me pidan mucho.

- ¿P-Por qué no? Así celebramos que hemos salido vivos de esto.

- Yo estaba perfectamente.

- Pero si estabas preocupadísimo.

- Por tí, yo siempre voy solo, se cuidarme.

Segunda vez que me dice que se preocupa por mí, a la tercera voy a terminar pensando que le gusto o algo.

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Cuando llegamos a Levantaviento dejamos que Venti y Dvalin se despidieran mientras que tomábamos caminos separados. Diluc posó su mano en mi hombro, pues estaba detrás de mí.

- Voy a casa a por las llaves. ¿Nos vemos en la taberna a las ocho?

- ¡Claro! Nos vemos luego.

- Hasta luego preciosa.

Tercer colapso del día. No se por qué, pero cuando retiró su mano de mi hombro, esa sensación de calidez desapareció de la nada dejando un vacío. Me pregunto si es por su visión pyro o porque simplemente me gustaba esa cercanía. Saliendo del trance me fuí caminando hasta Mondstadt y pasaría por casa para arreglarme un poco.

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Holɑ ɑ todxs!!!!! Les trɑigo un nuevo cɑpítulo, trɑtɑré de ɑctuɑlizɑr entre hoy y mɑñɑnɑ todo lo que tengo en borrɑdores :) Espero que les guste y que tengɑn un lindo díɑ/tɑrde/noche <333

𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 - 𝐃𝐢𝐥𝐮𝐜 𝐑𝐚𝐠𝐧𝐯𝐢𝐧𝐝𝐫 𝐱 𝐫𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora