𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 - 𝐃𝐢𝐥𝐮𝐜 𝐑𝐚𝐠𝐧𝐯𝐢𝐧𝐝𝐫 𝐱 𝐫𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟎

A medida que el tiempo transcurría mientras que nos adentrábamos en las oscuras habitaciones del Hotel Goth podía sentir la persistente mirada de Diluc sobre mí. Yo caminaba junto a él mientras que Kaeya nos seguía unos pasos por detrás.

- Estamos perdiendo el tiempo.- Mencionó el Capitán de Caballería.- Sabemos de sobra como es Dottore, Diluc, no dejará que tengamos prueba alguna de incriminarle.

- Kaeya tiene razón, ese idiota ya no está aquí.- Dije desde la habitación a la que había entrado hace un segundo, mirando una nota la cual leí en voz alta para los dos hombres ahora frente a mí que decía lo siguiente:

"Queridos caballeros y querida __________, lamento mi falta de cortesía, a la próxima por supuesto les recibiré como es debido, pero por ahora debo retirarme para finalizar algunos de mis experimentos en Sumeru. Nos volveremos a ver."

- Ese maldito hijo de-

- Diluc le daré la nota a Jean, Lisa lo investigará, nos pondremos a ello pero ambos debéis volver a casa y descansar. Sobretodo tú __________.

- Creo que deberíamos hacerle caso a Kaeya. Ha sido un día duro y anoche no descansamos nada.

- A saber que estarían haciendo ustedes dos juntos anoche.

- ¡Kaeya!- Dijimos el pelirrojo y yo a la vez.

- Vete antes de que me arrepienta de haberte contado nada.- Dijo Diluc chistando en tono molesto, el de larga cabellera azul se limitó a lanzarnos una pícara sonrisa a ambos.

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Luego de que Kaeya se marchase en dirección a la Sede de los Caballeros de Favonius, Diluc se ofreció a acompañarme a casa; como de costumbre, a lo cual acepté gustosamente.

- ¿Cómo es que siempre que tenemos un día duro acabas acompañándome a casa?

- ¿Siento que en cierto modo te ayudo?- Dijo con voz dudosa, casi como si fuese una pregunta.

- Creo recordar que la última salida que tuvimos acabo con declaraciones inesperadas por parte de ambos.- Reimos levemente.

- Bueno, si me preguntas, nada que no fuera verdad.- Reí, mientras le miraba. Él cada vez se acercaba más hasta que como si nada acabamos a escasos centímetros de los labios del otro.

- No me disgustó como resultaron las cosas la última vez si es eso a lo que- No me dejó terminar, para cuando me quise dar cuenta había fundido sus labios con los míos, pero este beso era muy diferente al primero. Estaba lleno de deseo, por supuesto también cariño pero era más fogoso que el anterior. Diluc tomó mi cintura presionándome más haciendo mi espalda chocar con la puerta que tenía detrás de mí.

- ¿Quieres pasar?- Dije en medio del beso, cuando ya estábamos por quedarnos sin aire. Espera ¡¿que le acabo de preguntar qué?!

- ¿No está Amber en casa?- Preguntó dejando cortos besos en mi cuello. Cogí fuerzas para concentrarme como pude para responderle.

- R-Rezemos para que no supongo.- No hicieron falta más palabras para que colase su mano a uno de mis costados para abrir el pomo de la puerta, haciéndonos pasar mientras seguíamos con lo nuestro.