𝐅𝐋𝐀𝐌𝐄 - 𝐃𝐢𝐥𝐮𝐜 𝐑𝐚𝐠𝐧𝐯𝐢𝐧𝐝𝐫 𝐱 𝐫𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟓

Nos separamos, aún con nuestras respiraciones agitadas por la intensidad del momento.

- Te acompaño hasta la puerta...- Pasó su brazo por mis hombros, asentí, aún sin poder emitir palabra.

- ¿Y ahora?- Le dije, mirando al suelo intentando evadir su mirada.

- ¿A que te refieres querida?- Dios, como le gusta ponermelo difícil.

- Osea... Que... Acaba de pasar eso... Y ¿qué hago ahora?

Llegamos a la puerta de casa y se paró para mirarme.

- Tomarlo con calma, eso haremos, ¿te parece bien?- Dijo para después dejar una leve caricia en mi mejilla.

- ¿Nos vemos pronto?- Le pregunté. Tomando su mano, sin apartarla de mi mejilla.

- Tengo que resolver algunos asuntos del viñedo, pero podemos vernos mañana por la tarde...

- Sí, perfecto... Hasta mañana Diluc.

- Que descanses preciosa, nos vemos mañana...

Dejó un casto beso en mi frente y se separó lentamente de mí. Me di la vuelta y entré a casa; sin darme cuenta una sonrisa de embobada había aparecido en mi rostro. Encontrandome a Amber, dormida en el sofá, abrazando nuevamente un Barón Bunny y dando vueltas sobre si misma de vez en cuando para acomodarse. Sin hacer mucho ruido me acerqué y cogí la manta que había en el respaldo del sofá y la cubrí con ella. Luego avancé lo más silenciosamente escaleras arriba, entrando a mi habitación y me cambié de ropa, para seguidamente acostarme, no sin antes repasar esquemáticamente todos los sucesos de mi día. "Por la mañana he enfrentado a un dragón, por la noche he tenido una cita con Diluc", mi vida se ha convertido en algo completamente extraño desde que llegué aquí, pero por algún motivo no quiero irme...

No recuerdo con certeza a que hora me dormí, pero si recuerdo la sonrisa que se formó en mi rostro cuando lo último en lo que pensé fue en lo bien que me lo pasé esta tarde junto a Diluc.

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No tengo ni idea de que hora era cuando escuché como llamaban a la puerta, llamé a Amber y ella solo dijo un "¡Ya voy!" alargando la "y" final. No pude oir quién era, solo sé que ella le dijo que esperara y que me llamaría. A continuación tocó a la puerta de mi habitación, tenía su cabello recogido en una coleta alta y aún llevaba enrroscada sobre sus hombros la manta que le puse encima anoche.

- Tu novio está abajo.- Dijo, sonriéndome pícaramente.

- ¿Diluc? - Amber soltó un grito ahogado, supongo que porque no la corregí respecto a mi relación con el recién nombrado.

- ¿¡Sois novios ya!?

- ¡Amber baja la voz! No, no somos pareja, puedes dejarme al menos que me vista, me acabo de despertar. No quiero hacerle esperar por mucho.

- Yo me tengo que ir, os dejo solos, pero no hagas nada que yo no haría.- Comentó de manera burlona.

- ¡Amber!

- Está bien, está bien, ya me voy... ¡Nos vemos!

Dicho esto cerró la puerta y yo me encaminé a su habitación, que estaba en frente de la mía, para rebuscar en su armario algo que ponerme. Al finál opté por un conjunto similar al de Jean, pero de color rojo oscuro y unos zapatos como los que Amber usa habitualmente. Luego me recogí el pelo en un moño y me encaminé escaleras abajo.