S𝚎𝚗𝚝𝚒𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘𝚜 [Yυɳʂαɳ]

5

Al salir del colegio vio a Yunho al frente, esperándolo, suspiró y se acercó a el para tocarle el hombro.

– Hoy deberás irte solo... yo iré a mi casa... no te preocupes si no voy, capaz me quede a dormir, capaz.... – dijo en tono bajo.

– Anda con cuidado, adiós – San asintió y antes de que se fuera agarró su mano haciendo que volteara y lo mirara confundido.

– Puedo pedir un favor?

– Mm? – pregunta cruzado de brazos. 

– Llévame la mochila, y si alguien pregunta por mi no le digas que fui a mi casa, por favor, ni siquiera a Wooyoung, no le digas a nadie...

– Bueno... – en ese instante el mayor estaba a punto de preguntar porque pero se abstuvo a hacerlo así que asintió y se fue.

San apagó su celular y se encaminó hacia su casa.

Tardó 20 minutos caminando, pues no llevaba dinero, lo dejó en la mochila, le dolía un poco las piernas pero ya llegaba.

Al llegar a su casa puso su celular en la ventana y la cerró haciendo que no se viera.

Luego abrió la puerta para entrar, vio a su padrastro en el sillón sentado viendo la televisión y San cerró la puerta fuertemente para no saludar.

Este volteó y lo ignoró.

– Para que me quieres? 

– Traes dinero?

– No traigo nada que te interese

– Ven acá niño – se acercó poniéndose al frente y el señor metió la mano en sus bolsillos y bufó – Porque nunca tienes dinero? Acaso se te olvida que tienes familia?

– Tú ni eres nada mío, y si traigo algo es solo para mi verdadera familia, no para alguien como tú... acaso yo tengo que mantenerte a ti?

– Perdón? – le da un golpe en la en pecho haciendo que se quejara.

– Lo que... oíste... donde esta mi hermana?

–  Porque vas a ver a alguien que no es de tu "familia" entonces?

– Mi madre que es de mi sangre la tuvo, por lo cual ella es una parte de mi sangre

– Está en su habitación, pero no te permitiré verla, esta castigada

– Me vale la voy a ver...

El hombre agarró el borde de  su pantalón y lo atrajo a él sentando al menor en sus piernas.

– ¡Sueltame viejo pervertido!

– Como me dijiste niño?

San batalló para poder librarse de su padrastro lo cual logró.

– Solo me querías para pedirme dinero? Acaso tú no trabajas? Que tipo de hombre eres? Solo anda acostándose con mujeres, lo único que vienes a hacer es ver la televisión, comer y quitarle dinero a mi madre, si me vas a llamar para esto mejor me voy

– No tienes el derecho de hablar así de mi, niño, tú no entiendes por lo que uno pasa

– Solo digo la verdad... como mi mamá puede aceptar que te quedes aquí...

– Dame tu celular, te lo voy a quitar, creo que deberías usar menos de esos aparatos, te dañan el cerebro con información menos importante – en pocas palabras dijo que lo vendería, fue lo que pensó San, ya que su padre le compró uno del año, como regalo por sus calificaciones, valdría mucho. 

– Te dije que vine sin nada, no te pienso dar mi celular, no eres mi padre, no eres nada para mi, ya te lo dije, y lave usted sus platos... – enfrentó a su padre ya dispuesto a irse pero este agarro su brazo y se levantó para chocar su cuerpo contra la pared.