Eres mi mascota

Conociendo a Momo

Los personajes de Rumiko Takahashi no me pertenecen, pero esta historia es obra mía (está inspirada en Kimi wa petto).

Capítulo 6. Conociendo a Momo.

Kagome limpiaba cada centímetro de su departamento y el insoportable de Inuyasha tocaba su guitarra de forma horripilante y molesta.

Koga llegaría en unas horas y su mascota no la dejaba limpiar tranquila, la seguía a todos lados con esa guitarra y entonaba las peores notas musicales que podían existir. ¿En dónde diablos estaba el chico de hermosa voz que vio y escucho en el musical?

—¡Momo cállate! —gritó Kagome harta de oírlo.

El muchacho la miro con molestia y volvió a hacer sonar aún más fuerte y de forma desastrosa la guitarra, mientras vociferaba desafinadamente escandaloso.

Kagome le lanzo su zapatilla, golpeándolo en la cara y dando inicio a una discusión.

Minutos después, llegaron Sango y Rin junto a la mascota de esta última.

Kagome y Sango le habían pedido a Rin mediante suplicas que le prestara a su pequeña y linda mascota.

Después de presentar a Inuyasha y Rin, la jovencita dueña de la mascota procedió a hablar.

—Su nombre es Kuroro. —dijo Rin sonriendo.

—Eres adorableeee... —comento Inuyasha con dulzura.

—¿La mascota? —pregunto Sango.

—¡No! Me refiero a ella. —señaló a Rin.

La muchachita se sonrojo levemente.

Kagome golpeó en la cabeza al peliplata con una revista. —Tiene diecisiete años, aléjate de ella.

—Sí, ama. —respondió sonriendo al lograr poner algo celosa a la azabache.

—¿Ama? —pregunto Rin confundida.

—No prestes atención a las estupideces que dice Inuyasha. —se apresuró a hablar Sango.

En ese momento sonó el timbre.

—¡Momo! —gritó Miroku entrando a la sala para saludar al peliplata. —¿Listo para salir a pasear?

Rin alzo una ceja mirando a Inuyasha. ¿No se suponía que se llamaba Inuyasha y que era el primo de Kagome? Cada vez se confundía más la muchacha.

Sango rió fuertemente por el nombre de "Momo", con lo que Miroku se fijó en ella.

—Mmm... No he tenido el gusto de conocerla, mademoiselle. —dijo Miroku con tono galán, tomando la mano de Sango para besarla.

—El gusto es mío, monsieur. —contesto Sango, siguiéndole el juego.

Esto dejo perplejos a Inuyasha y Kagome, Rin simplemente soltó una risilla.

Inuyasha decidió ignorar a esos dos y fijo su vista en Kagome, que seguía observando el coqueteo con sorpresa.

—Eres una tonta, ¿cómo puedes pensar que esto funcionará? —hablo atrayendo la atención de su ama.

—Si, soy una tonta. —dijo suspirando. —Pero Koga tiene curiosidad por conocerte, Momo.

Inuyasha llamo a Kuroro y la tomo con sus manos para alzarla en el aire, visualizando el collar que había comprado Koga en el cuello de la cachorrita.

—Así que tú eres mi sustituta. —dijo el peliplata observando a la cachorra. —Debiste conseguir a un rottweiler que fuese agresivo y con tendencia a morder. —le dijo a Kagome.