Flufftober

10. Anhelo

Mariposas en el estómago / Luna y Ginny

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El día estaba ligeramente nublado, pero no importaba demasiado, hoy había desayunado budín y las clases se habían sentido tan ligeras como el vuelo de un Augurey.

Pensó que sería bueno ir a la biblioteca a leer un poco, su padre le había pedido buscar sobre unos pequeños entes que, le había confesado, podrían estar conspirando en conjunto con los heliópatas, por eso mismo sabía que era algo de urgente importancia.

Al doblar el pasillo, vio una cabellera pelirroja corriendo, notó con gusto como se acercaba a ella, aun así, no detuvo su andar.

—Hey, lu — Saludó con una sonrisa, ella creía muy tierno que le dijera de esa forma — ¿Para dónde vas? Acompáñame al campo a entrenar.

Lo pensó durante un momento, la compañía de Ginny siempre se sentía como una alegre canción, ella le había dicho que era su amiga, y para ella era importante porque era la primera amiga que tenía, pero su padre estaría esperando por su respuesta, y sabía que quería sacar la nota cuanto antes.

—Necesito ir a la biblioteca para buscar a los entes volates — Explicó, tomando su collar perlas con las manos —Pero estoy segura de que te ira bien en tu entrenamiento.

La chica no pareció sorprendida sobre su investigación, pero tampoco le preguntó nada, ella en cambio hizo un leve puchero muy mono, que hizo el corazón de luna derretirse.

—No quiero ir sola, acompáñame y luego vamos a la biblioteca juntas —Negocio, la verdad es que no sonaba nada mal, su padre podría esperar un par de horas a su lechuza.

Finalmente asintió, y la tomo de la mano para ir juntas hacia el campo, estaba feliz de poder ir a sentir la brisa un rato mientras veia a Gin volar, siempre le gustaba verla volar. cuando volteo a verla noto que un rubor cubría sus mejillas.

Oh, se le veia de maravilla en conjunto con su cabello.

Cuando llegaron al campo se despidió de la pelirroja para empezar a subir a las gradas, ese día había pocas personas, pero se topó con un par de Ravenclaws de Séptimo en el camino.

—Oye lunática! ¿ya encontraste tus tenis? —Los chicos empezaron a reírse después de eso, ella no pensó que hubiera sido algo tan chistoso, pero no le dio importancia. Estaba a punto de decirles que no cuando una figura con el numero 6 paso veloz sobre el grupo, haciéndolos tropezar.

—¿Por qué no se van a ser idiotas a otro lado? — Gritó Ginny molesta, Luna se sintió mal por eso, no le agradaba verla de mal humor, le gustaba mucho verla sonreír. Pronto se acercó a donde ella estaba montada en su escoba, se veia tan ligera como un ave.

—¿Estas bien?

—Oh, lo estoy, no tienes de que preocuparte — Dijo mostrándole su más radiante sonrisa, ella se la devolvió de inmediato, con una ligera risa incluida, Luna volvió a sentir ese repentido revoltijo en el estómago, últimamente lo sentía mucho.

"Mariposas" recordó la palabra que Neville le había sugerido cuando le conto sobre sus síntomas, ella creía que quedaba bien.

La chica se alejó para volver a su entrenamiento, y ella se dedicó a contemplarla.

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Esta tarde se encontraban en los jardines cercanos a los invernaderos, Luna le hacia una trenza de sirena a Ginny, mientras le contaba las formas que encontraba en las nubes. Aún quedaban unas horas más de clases antes de la cena, y los exámenes se acercaban, podía notar el estrés de la chica con sus notas en mano para repasarlas.

—Saldrás bien, eres muy inteligente — Intentó tranquilizarla.

—Astronomía es la que me preocupa, ya olvidé todas las posiciones de las lunas de Saturno y eso que me las dijiste ayer — Soltó con un suspiro cansado, cuando ella termino de amarrar su cabello, ambas se recostaron en la hierba, Luna inhalo profundo llenando sus pulmones.

—Descansa tu mente.

Se quedaron así un rato, en un cómodo silencio solo interrumpido por el cantar de las aves que estaban buscando donde dormir, el sol ya estaba a punto de ocultarse, generando colores anaranjados y rojizos, poder ver a Ginny con los atardeceres se había vuelto su vista favorita, las pecas esparcidas en la piel lechosa de la chica con su cabello viéndose un poco más rojo que anaranjado a causa de este fenómeno le hacía ver como una obra de arte, las mariposas en el estómago de Luna danzaban y revoloteaban felices.

Ella anhelaba mostrarle lo mucho que la quería, solo que aún no estaba segura de como podría hacer eso, quería hacer más que peinar su lindo cabello y hacerle collares, quería que fuera algo especial que jamás había hecho con nadie.

En realidad, tenía una idea, una que había visto en muchas chicas últimamente de su año, solo que parecían no tomarle la misma importancia que Luna lo hacía, ella esperaba que Ginny lo tomara con el mismo valor que ella.

Cuando la chica la miro, se perdió por un momento en el marrón con destellos olivo, y con esa sensación algodonosa en su ser, pego sus labios a los de ella, el roce fue ligero, pero sus mariposas ahora estaban festejando, Ginny quedo roja hasta las orejas, y parecia haberse quedado sin habla, eso la hizo reír un poco.

Y pareció suficiente para hacerla salir de su conmoción, porque esta vez Ginny estaba juntando sus labios. Luna pudo haberse parado a bailar al saber que Ginny la quería tanto como ella.

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Otra vez yo y mis horas tan tardes de actualizar, pero hoy quede picada en mis trabajos y ni con eso avance tanto como quería, pero no estoy aquí para hablar de mi escuela.

Narrar desde la perspectiva de Luna es difícil, y siento que jamás podría llegarle, es un personaje muy completo, pero se hizo el intento. Y estas dos juntas se me hacen lo más lógico del mundo.

Linda noche! xx