Envejecer juntos / Narcissa y Lucius
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El salón de lectura era su parte favorita de la mansión, la había acondicionado durante años a sus necesidades y gustos, solo con unos cuantos libros, sus preferidos y los de su hijo, que también parecia tenerle un espacial cariño a ese lugar.
Conocía cada rincón de ese espacio, el patrón exacto del tapiz, como estaban acomodados los cuadros y las flores que ponían en el jarrón de la mesa de centro, normalmente eran tulipanes, pero en ocasiones como esa, donde llegaba y un ramo recién cortado de narcisos estaba acomodado sabía que era porque su esposo había asomado su cabeza por ahí.
Ni siquiera se dio cuenta del momento en el que se encontraba sonriendo y acercándose para acariciarlas.
—Hoy luces hermosa — Escuchó la voz desde el marco de la puerta, volteó de inmediato, su esposo la miraba con un Vinilo en la mano —Igual que todos los dias.
Narcissa se sintió enrojecer igual a cuando tenía dieciséis.
—¿Para mí? —Preguntó cuando por fin Lucius había acortado la distancia y puesto el disco en sus manos.
—Pensé que te gustaría para tu colección— Comentó como si no fuera la cosa, pero ella lo conocía mejor que nadie, sabía que siempre que le regalaba algo era para impresionarla, siempre se sentía divertida con esa situación, porque después de unos cuarenta años de casados, la mayoría de las parejas ya no pensarían en que debían de impresionar al otro.
Aún recuerda el primer disco que le regaló cuando consiguió su insignia de prefecta, junto a un hermoso collar de plata. Durante toda su vida, su esposo la había llenado de joyas y los caprichos más tontos que podría tener. Ambos se habían vuelto egocéntricos por el poder, pero la guerra siempre cambiaba a todos, aunque había cometido muchos errores ella podía estar feliz de decir que había tomado las mejores decisiones por su familia.
Y ahora veinte años después, su marido prefería dejar a un lado lo material, y fijarse en pequeños detalles, comenzó a regalarle más libros, dejarle narcisos en su salón favorito, incluso a veces después del trabajo en la oficina se tomaba un tiempo para prepararle el té.
Por fin levantó la vista, y se acercó para darle un casto -pero largo- beso en los labios al rubio— Me encanta mi amor — No dudó ni un segundo en ponerlo en el tocadiscos, una bonita y lenta canción empezó a sonar, el ambiente se volvió más tranquilo y cálido, la puesta de sol ya estaba terminando.
Volvió a donde Lucius seguía parado, mirándola, extendió su mano para que la tomara.
Por inercia se acercaron más, ella ahora con las manos alrededor de su cuello, él dejando caer las manos a su cintura, y comenzaron a balancearse un poco.
Alzó su vista, encontrándose con la intensidad de esos ojos grises que le quitaban el aliento y hacían su corazón palpitar con fuerza, el aroma a pergamino y cuero llegaba hasta sus fosas nasales, haciéndola sentir más ligera, más viva.
Jamás dejaba de enamorarse de él.
Lucius no estaba tan diferente a ella, tomándola entre sus brazos con delicadeza, detallando cada línea y curva del rostro de la mujer que había robado su corazón desde que tenía memoria, recuerda como solia ponerse tan nervioso cuando la tenía cerca en el colegio, siempre buscando la forma de llamar su atención, aunque no lo admitía, seguía haciéndolo siempre que podía.
Le dio una vuelta con elegancia, el vestido de su esposa se ondeó con gracia y su cabello platino dio vuelo por algunos segundos, la regreso de inmediato a su lado, una risa fresca escapo por sus labios, y él ya podía dar su objetivo como cumplido por hoy, porque su risa era lo que más amaba de ella.
No en realidad, él amaba su carácter, su liderazgo, su forma de pensar, sus movimientos, la decisión en su mirada, el cómo defendía sus intereses y sus argumentos, su convección y fuerza para enfrentar las cosas.
—Aún no sé qué fue lo que hice para que decidieras quedarte a mi lado — Confesó por fin en un susurro, con temor de romper el ambiente que se había creado.
—No tienes por qué decir eso.
—Cometí muchos errores —Declaró con vergüenza, bajando la mirada— Puse en peligro a mi familia, no los cuide como debía.
Sintió la suave mano tomando su barbilla, haciendo que la mirara a los ojos, Cissy comenzó a acariciar la incipiente barba de solo unos cuantos dias.
—Todos cometemos errores, pero lo importante es reconocerlo y mejorar — Comenzó a decir con calma, conocía esa voz, era la misma que su esposa ocupaba para Draco cuando este estaba enojado y no escuchaba razones — Nos pediste perdón y cambiaste tus malas conductas, aceptaste a nuestro hijo aun cuando querías matar a Potter por llevárselo de tus brazos — Siguió esta vez con burla.
Ah, aún tenía en la mira a ese hombre, más le valía seguir haciendo feliz a su pequeño.
—Pudiste hartarte de mí —Dijo de todas formas, sabía que era verdad — Terminar odiándome.
Narcissa lo miraba enternecida, esta vez dejando caricias en su mandíbula.
—Oh, eso jamás cariño —Dijo reposando su cabeza en el pecho de su esposo, deleitándose con el palpitar de su corazón. El cielo para este momento ya se había tornado en un azul profundo.
—¿Recuerdas lo que te dije cuando nos casamos?
Oh, claro que Lucius lo recordaba, lo tenía tatuado en su piel y alma.
Aun podía recordabar el bordado de su vestido, la sombra en sus ojos y su hermoso tocado, como caía el velo con gentileza sobre su rostro, sus ojos llenos de un brillo que lo hacían contener el aliento por más tiempo del necesario, recuerda cada nota de la canción y los pasos que bailaron el día su boda, recuerda jamás haber sentido tanta felicidad y orgullo por tener a Narcissa a su lado como compañera de vida.
"Mientras las estrellas sigan saliendo cada noche, yo te amaré"
Salió de su refugio solo para mirarlo, para hacerse ver a través de sus ojos toda la verdad que había en sus palabras.
—Esa promesa siempre seguirá en pie, prometo amarte aun con el pasar de los años, incluso después de la vida, mi único amor.
Siguieron moviéndose al ritmo de la música en un silencio que gritabaamor, lealtad y devoción que perduraría por muchos, muchos años.
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Este quedo un poquito más corto que los que había estado haciendo, pero vaya, que fue lo que salió de mi corazón hoy. Aunque ellos merecen mucho más.
Puedo asegurar que es una de las pocas parejas canon que son perfectas.
Y bueno, que prácticamente ya es ocho, una disculpa por eso, voy sobre la marcha y he tenido más trabajo en la uni de lo normal, espero este fin poder dejar algunos ya listos.
Mínimo ya es viernes, espero que lo estes pasando bien:) xx
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Flufftober
ФанфикSerie de OS o Drabbles por todo el mes de octubre. Realmente no se que estoy haciendo aqui. Diferentes parejas del universo de Harry Potter, por lo tanto su historia, así como todos sus personajes pertenecen a J.K. Rowling. Las historias están esc...