16. Secreto

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Bajo las estrellas / Narcissa y Draco -No Romántico-

Artista en Tumblr como: ladykenz347

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Todos podemos pensar que los niños aman salir al patio en una linda tarde de primavera, poder correr en el patio trasero, y revolcarse en la tierra, pero Draco jamás fue así.

Narcissa no tardó mucho en darse cuenta de que su bebé era especial, de que era diferente y aspiraría a grandes cosas. Sus pasos eran más seguros que los demás niños de su edad, su comportamiento más pausado y firme, más tranquilo, siempre preguntando, siempre con curiosidad, con una mente abierta para recibir cualquier información y multiplicarla a cien dudas mas.

Draco había encontrado la magia en las plantas, en los pavos albinos que anhelaba acariciar -eran solo en esos momentos en los que, si tenía que correr, persiguiéndolos-, en el lago que tenían a unos cuantos metros de los rosales, en los cuentos que su madre le leía todas las noches, y sobre todo en el cielo, en un cielo profundo de tonalidades azules, casi negras, en luces resplandecientes que manchaban ese velo, haciéndolo ver hermoso. y oh, su favorita, mami decía que se llamaba Luna, el creía que era un nombre muy bonito.

Él se encontraba cada día esperando a que el sol se ocultara para llevar su mantita al patio y quedarse ahí sentado, mirando, su hermosa madre tenía que ir para obligarlo a meterse a la casa, recordándole que en su cuarto también podía ver las estrellas. Él sabía que no eran reales las que veia ahí, y aunque lo ayudaban a dormir prefería verlas en todo su potencial y esencia.

Pronto llegó el regalo que sería el objeto más preciado para el heredero de los Malfoy, cuando Draco lo abrió la primera vez se encontró un poco confundido, la maquina era extraña, el en realidad estaba esperando su primera escoba de juguete.

—Aun estas muy pequeño, mi dragón —rió Cissy al ver el puchero de su pequeño, ella comenzó a acarear sus hebras platinadas que se dejaban manejar con facilidad.

—Madre, ¿qué es eto? —El rubio aun no dejaba de tocar el artefacto, notando que algunas partes se podían girar, otras se subían y se bajaban.

Esto — Recalco —Es un telescopio —Se acercó un poco más a él para hablarle bajito, como si le contara un secreto —El te ayudara a ver las estrellas.

—¿Como? — Esa era una de las preguntas más comunes del pequeño, "¿Como?" "¿Por qué?", Narcissa quería enseñarle todo el mundo si él se lo pedía, pero sabía que tenían que ir poco a poco, hace apenas unos dias Severus por fin lo había dejado entrar por primera vez al laboratorio que tenía en las mazmorras.

—Tú mismo lo veras — La mujer pudo ver brillo en los ojitos grises que la miraban, ella le dio un toque en su nariz para hacerlo reír — Esta noche dormiremos afuera.

Draco no dejo ni por error su regalo en todo el día, aun cuando no lo sabía usar, en la tarde Snape entro por la chimenea y fue recibido por un chillido de emoción seguido de una risita.

—¡Mira padrino, mi nuevo letescopio! — El hombre tomó en sus brazos al niño con todo y el artefacto, apenas con las comisuras alzadas al escuchar a su ahijado tan emocionado.

— Te-les-co-pio — Dijo el hombre despacio, lo sujetó en sus manos, Lucius había decidido por un ejemplar más pequeño y fácil de llevar que los normales —Es muy bonito, y estoy seguro que lo vas a cuidar tanto como tu juego de varillas que te acabo de regalar, ¿no es así?

El niño asintió con solemnidad.

—¡Estoy listo para crear pociones contigo!

—Oh no jovencito, usted primero aprenderá sobre las especies e ingredientes — Aclaró, bajando al pequeño y comenzando a caminar hacia el despacho de Lucius —Terminando de hablar con tu padre, te llevare un rato al laboratorio.

El rubio asintió feliz con un pequeño saltito, para luego ir hasta la recamara que su madre había comenzado a acoplar para ellos, con sillones y almohadones suavecitos, apenas con algunos cuadros que habían colgado la semana pasada, y dos libreros, uno con los libros que su madre leía, y otro con sus cuentos y libros de animales o estrellas favoritos.

El tiempo para Draco se sentía tan rápido como el vuelo de un dragón, en un parpadeo, estaba con su padrino, que le platicaba sobre mezclas extrañas, que en unos años más adelante, él se sabría de memoria.

En otro parpadeo, se encontraba inundado por un dulce sueño donde miles de hadas lo llevaban hasta la casita en el bosque, y le daban a tomar u bebida favorita, chocolate caliente.

Y luego llegaba su parte favorita del día, cuando prácticamente ya había acabado, cuando sentía la brisa fresca y entonces el tiempo, parecia ralentizarse, y volverse un poco más mágico.

—¡Mami! — Exclamó cuando llego hasta ella — Estoy listo para usar el teslecopio.

Su madre rio bajito, y lo tomo de la manita para guiarlo hasta la casa de campaña que había colocado para su hijo. En la entrada, una mesita con galletas y chocolate los esperaban, Narcissa se decido a colocar el telescopio, alinear el buscador y buscar una estrella en especial que había querido enseñarle a Draco desde hace tiempo.

—Ven aquí cariño — Le abrió un espacio entre sus piernas para que el niño pudiera sentarse — Pon tu ojo aquí — Dijo apuntando hacia el visor, pudo sentirse orgullosa de admirar la carita de sorpresa de su niño, el cual no se pudo contener y soltó un gritito de emoción.

—¡Es hermoso!

—Ese es Thuban, es muy bonita ¿no? — Draco asintió en acuerdo — Y esta de aquí no es cualquier estrella, es una estrella polar — Contaba con ese usual acento que usaba cuando quería darle énfasis y misterio a algo. Pronto se encontró moviendo el telescopio a su siguiente destino. —Y esta de aquí se llama Etamin...

—¡Brilla mucho!

—Oh, eso es porque es la estrella más brillante de la constelación — Tomó a su pequeño con suavidad, ahuecando sus mejillas — Tu constelación.

Draco abrió mucho sus ojos, anonadado.

En un parpadeo se encontraba de pie dando salto y moviendo sus manitas.

—¡Tengo una constelación!

Ambos rieron, Narcissa no podía sentirse más que la mujer más afortunada del mundo, sentía que podía tocar el cielo con sus manos, tener a su hijo feliz era lo único que ella quería.

El niño cayo rendido en sus brazos, Draco se dejó inundar por su calidez y el relajante aroma de su madre, esta comenzó a acariciar su cabello como sabía que le gustaba.

Se acercó un poco a la oreja del niño, le hablo bajito — Te contare otro secreto — Buscó su mirada — Estas hecho de la misma luz de las estrellas, dragón. Y no importa que dificultades vengan en el futuro, se que podrás superarlas y serás alguien grande.

Ella podía ver las estrellas reflejadas en su hijo, podía ver sus ojitos mirándola con atención, y aunque ese momento parecido congelarse por unos instantes, para luego llenarse de más risas y abrazos, la verdad es que años más tarde ese secreto quería grabado en la mente Draco.

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Amo mucho a Narcissa, espero que eso quede establecido, al igual que Draco chiquito.

Y Severus siendo padrino de Draco es canon para mí.

Pd: Estuve como una hora buscando una palabra que jamás encontré, ayuda

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