Capítulo 12

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POV. Camille

Desperté con el sonido de un teléfono móvil. Me removí encima de mi almohada humana y gruñí con pereza. Noté cómo mi mejor amigo me apartaba de un empujón y saltaba sobre el teléfono. Se puso a conversar con su interlocutor animadamente antes de que Oliver lanzase un gritito bastante femenino. Entreabrí un ojo y pude observar como mi amigo bailaba el gangam style solo con calzoncillos. Se me escapó una pequeña risa y mi amigo cesó con su bailecito tan solo para ponerse a bailarlo en la cama a mi lado. Me tapé la cara con la almohada y gruñí bajo las sábanas. Oliver me las quitó junto a la almohada y levantó las persianas, dejándome ciega momentáneamente.

- Joder!! La luz!! No ves que soy un puto vampiro?!?! - le grité. demasiado cansada para enfadarme. Me tiró al suelo de un empellón y yo me limité a meterme bajo la cama como una cucaracha.

- Cam, venga, despierta, creo que he visto en el pasillo a alguno de los chicos solo en bóxers...- dijo con voz cantarina. Levanté la cabeza de golpe y como estaba todavía debajo de la cama, me llevé un buen golpe. Gemí de puro dolor y Oli rió como un desquiciado. Me arrastré como un zombie por el suelo hasta llegar a la puerta. Oliver me cargó en su hombro y bajó hasta la cocina. En el trayecto me quedé dormida de nuevo y solo me desperté cuando mi mejor amigo me soltó bruscamente en un taburete. Lo miré con una mueca de asco y me comí los cereales que había frente a mi.

- Hey, mis cereales!- exclamó Caleb en cuanto entró de nuevo a la cocina. Miré los cereales que estaba comiendo, luego a Caleb con camiseta y pantalones y de nuevo los cereales. Me encogí de hombros y seguí comiendo. Mi compañero de piso bufó con resignación pero luego me repasó de arriba a abajo y se sonrojó. Fruncí el ceño y miré mi actuendo. Una camiseta ancha de Oliver y unos calzoncillos también suyos. Rodé los ojos y miré a Oli con toda la atención que fui capaz de concentrar a las siete de la mañana. Es un total de un 0,00000000001%. Él se veía feliz, más feliz que de costumbre. Lo miré interrogante y él me miró misteriosamente.

- Qué has hecho?- le pregunto con una ceja alzada. Caleb nos observa con interés.

- Yo?? Nada...- canturreó. Alcé mi otra ceja y él suspiró.

- Bueno, como me conoces tanto, pues... Te diré que he conseguido el trabajo como barman en la cafetería de la que te hablé.

Aquellas noticias me hicieron despertar un poquito más, lo suficiente como para hacerme levantarme a paso de tortuga para colgarme de su cuello en un abrazo de oso.

- Muy bien mi pequeño padawan, cada vez estás más cerca de ser un jedi.- le dije mientras le daba unas palmadas en la cabeza como si fuera un perrito. Él gruñó a modo de respuesta y yo reí suavemente antes de volver a sentarme para seguir comiendo los excereales de Caleb. Lo miré a él y lo descubrí mirando a Oliver con... Pasión?? En serio?? Por qué todos los tíos buenos tenían que ser gays?? Ya luego hablaría con él... Terminé mi desayuno y luego mire a mi alrededor. Justo en ese instante aparecieron por la puerta de la cocina un Anthony en camiseta y bóxers somnoliento, un Carter vestido y con uniforme de trabajo (a saber der qué) y un Sean sin camiseta y con unos pantalones de pijama holgados, de modo que quedaban sus marcadas "v" a la vista. Los miré a los tres con los ojos abiertos como platos y luego me los froté con los puños.

- Así que lo de ayer no era un sueño...- murmuré sorprendida. Ellos me miraron raro, incluído mi Oli-Poli-Roli.

- Claro que no, además, ya me has visto a mi ahora de nuevo...- dijo Caleb con el ceño fruncido. Los otros chicos me dirigieron una mirada divertida antes e sentarse con nosotros a desayunar.

- No sería la primera vez que soñara con tantos tíos buenos.- dije restándole importancia con un encogimiento de hombros. Me levanté de un salto, ya más despierta, y me dirigí a la nevera para beber de un bote de zumo abierto. Cuando terminé lo dejé en su sitio y cerré la nevera de nuevo. Cuandi me di la vuelta, Carter estaba sonrojado hasta las orejas y con la mirada en el techo, Caleb de la misma forma solo que mirando la pared de enfrente, Sean con los ojos como platos mirándose a si mismo y luego a mi, simultáneamente y OLiver lo único de lo que fue capaz fue de ponerse a reir escandalosamente. Fruncí el ceño y luego me encogí de hombros. Fui hasta Oliver y con un bostezo le robé una tostada que había en su plato. La última.

- Hey, trae aquí esa tostada, que me ha costado mucho hacerla!- exclamó con indignación. La parté de su alcance y luego lo miré con escepticismo.

- Te ha sido muy complicado encontrar la tostadora?

Él se sonrojó y pareció recordar algo vergonzoso porque bajó la mirada.- No...- murmuró para el suelo. Fruncí el ceño de nuevo y me puse una mano en la cintura mientras le daba un buen mordisco al pedazo de pan con mermelada de ciruela. Oliver miró a la tostada como si fuera una persona recién muerta y luego a mi como si fuer una asesina de tostadas en busca y captura. Me di prisa en acabármela y luego salí corriendo al salón aún con comida en la boca. Mi mejor amigo venía detrás de mi gritándome.

- Maldita!! Asesina de tostadas!! Esa era la última!! Con lo que me había costado separarme de Cal...- se calló de golpe y yo frené en seco. Con un ágil movimiento, le salté encima y le hice una llave, de modo que él quedó bocaabajo y con un brazo en la espalda y yo sobre él con mi boca muy cerca de su oreja.

- Qué ha pasado en la cocina antes de que yo bajase?- le pregunté en tono amenazante. Él suspiró con abatimiento antes de hablar muy bajito.

- Soy... Camille, soy gay y... Me gusta Caleb y creo... Creo que yo a él también...

Lo solté aún en un estado extraño de shock y me senté a su lado. Lo miré con la mirada perdida y cuando conseguí enfocar, pude distinguir en sus ojos una pizca bastante grande de temor. Temor a mi reacción, comprendí. Sonreí con total alegría y pregunté entusiasmada.

- Así que ahora mi mejor amigo es gay?- le pregunté tratando de contener parte de mi emoción. Él me miró extrañado y asintió lentamente. Me abalancé sobre él y lo abracé fuerte.

- Gracias por contármelo.- le susurré al oído. Él me miró con lágrimas de emoción en los ojos antes de susurrarme de vuelta.

- No sabía como ibas a reaccionar, pensé, pensé....

- Hey, como voy a abandonar a mi hermano gemelo nacido en día distinto y de diferente madre solo por que le gustan los chicos? Mejor, así me puedes aconsejar mejor a la hora de escoger novio...

Él frunció el ceño y me miró como solo un padre espantado podría hacerlo.

- Ya has tenido novio??- me pregunta incrédulo. Asiento con una sonrisa de inocencia fingida y él parece estar a punto de hiperventilar. Decido hacerlo sufrir un poco más y le suelto lo más tranquila posible.

- Vamos, no creerás también que sigo siendo virgen, no?

Él fingió desmayarse antes de salir corriendo detrás de mi.

- Cam, quiero que no salgas de tu habitación hasta que cumplas los 18!!- me grita desde fuera de mi habitación mientras yo me visto con unos pantalones cortos negros de cintura alta y una camiseta medio tranparente y suelta blanca.

- Si, papi!!- le grito de vuelta mientras me pongo mis vans negras. Oliver sigue con su charal mientras yo bajo agarrada a las tuberías y salto al suelo. Corro agilmente hasta el garaje y salgo a mucha velocidad, provocando que escuhe el grito de Oliver desde la calle.

- Y QUE SEPAS QUE HAY UN MONTÓN DE ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL QUE NO CONOCES JOVENCITA!!!

Niego con la cabeza y una sonrisa divertida antes de conducir a una velocidad bastante alta hasta el instituto. OLiver saldría minutos más tarde y César... Pues a César no lo había visto, así que supuse que ya estaría allí.

Problemas, ¿por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora