Me bajé con cansancio de la moto y me encaminé con lentitud hacia el portal de mi edificio. Saqué mis llaves del bolsillo de mi chaqueta y abrí la puerta con el típico chasquido. Atravesé el umbral con pesadez y llamé al ascensor. Mientras esperaba, recé internamente porque César ya estuviese acostado. Justo en el instante en el que las puertas del cubículo se abrieron, me choqué con un cuerpo duro y uniforme. Levanté mi vista y me encontré con un chico de aproximadamente veinte años, con el pelo verde grinch y el cuerpo lleno de tatuajes. Repasé todo su cuerpo con la mirada antes de exclamar.
- Que ocurre, este es el edificio de los tios buenorros?- le pregunté a la nada mientras alzaba los brazos al cielo. El chico se rio mientras me tendía una mano, la cual estreché con firmeza.
- Connor.
- Camille. Vives aqui?
- Sip, tu?
- Tambien, desde hace exactamente un dia.
- Pues bienvenida, guapa.- me dijo con un guiño.
- Gracias, guapo. Me gusta tu pelo.
- Y a mi tambien el tuyo.
Ambos nos reimos.
- Cual es tu piso?- me preguntó con curiosidad.
- Cuarto derecha.
- Okey, igual voy a hacerte una visita...
- Valep. Adios, guapo!
- Adios linda!
Y dicho esto yo me introduje en el cubículo y él salió. Admiré una vez más su pelo verde en cresta antes de que las puertas del ascensor se cerrasen por completo, lo que le arrancó una carcajada ronca. Esbocé una sonrisa divertida en el trayecto de ascenso mientras pensaba en Connor. Salí del cubículo y abrí la puerta de entrada, encontrándome en el salón una escena muy extraña. Habían apartado la mesa de cafe y los sofas y Sean, Anthony, Caleb, Kathia, Carter y César estaban jugando al Twister en posturas muy (demasiado) comprometidas. Me eché a reir al ver sus caras rojas de la veguenza y tuve que apoyarme en el marco de la puerta para no caerme al suelo. Dejé el casco de la moto en el armario de la entrada, junto a la tabla de surf de Sean, y colgué mi chaqueta de cuero del perchero. Cuando me di la vuelta de nuevo, todos ellos seguían en las mismas posiciones. Tapándome la boca, conseguí ahogar todas las carcajadas que querían salir y respiré hondo antes de hablar.
- Mejor no digo nada... Kathia, te quedas a dormir?
- Sipi.
- Okey, duermes conmigo o...?- pregunté señalando a los chicos. Ella frunció el ceño antes de esbozar una sonrisa traviesa. Asentí, de acuerdo, y me dirigí a la cocina mientras negaba con la cabeza, divertida.
Me bebí un vaso de agua antes de dirigirme a paso rápido hasta mi cuarto. Una vez entré, me dejé caer sobre la mullida cama y me dejé arrastrar por los cálidos brazos de Morfeo.-----
- Olivia, joder, bájame!!- gritó Kathia desesperada. Os preguntareis cómo ha acabado ella en el hombro derecho de mi mejor amigo, él bajando las escaleras de nuestro piso a toda velocidad y Sean amarrado a la pata de su cama con unas esposas mientras Anth, Carter, Caleb, César y yo estábamos en el suelo, llorando de la risa. Pues bueno, resumiendo un poco la historia, al final Kathia durmió con Sean y ¡qué casualidad! Oliver llegó y los encontró a ambos en la misma cama y... En fin, le dio un severo ataque de sobreprotección y tras darle un puñetazo en el estómago que lo dejó sin aire, lo amarró con unas esposas que sacó de no-sé-dónde a la pata de su cama y se cargó a una Kathia roja de la rabia al hombro, como si fuese un saco de patatas. Oliver con sus gruñidos y Kath con sus gritos, nos despertaron a todos los demás y fuimos corriendo cada uno con una super-arma porque pensábamod que eran ladrones. Anthony un bate de béisbol, Carter un secador, Caleb un cepillo de dientes, César una navaja (que tampoco se de donde salió...) Y yo... Pues yo me llevé a mi conejito de peluche tamaño XXL. Volviendo al momento actual...
- Joder, QUE ME SUELTES INTENTO DE CHIMPANCÉ!!- cada vez me caía mejor Kathia. A pesar de estar hecha una mierda, tenía muy mala leche. Como yo ^_^
- No.- respondió Oliver con tranquilidad.
- Camiiiii!! Ayudaaaa!!!- me gritó. Yo negué con la cabeza mientras no podía dejar de reir. Me sacó mi dedo favorito.- Seras zorra!! Traidora!!!
Cuando mi mejor amigo llegó a la puerta de la calle y vi sus intenciones, decidí intervenir y le di una patada detrás de la rodilla con la suficiente fuerza como para que se cayese de rodillas al suelo. Agarré a Kathia antes de que ella se estampase contra el suelo y la enderecé con un bufido.
- Mira que no ser capaz de parar a Olivia...- le dije con sorna. El aludido levantó su cabeza del suelo y me miró con el ceño fruncido.
- Me estas insinuando algo?- me preguntó. Yo alcé una ceja para luego decir con obviedad.
- No, te lo estoy diciendo directamente.
Oliver se hizo el ofendido poniéndose una mano encima del corazón para luego hacer un puchero, cruzarse de brazos y resoplar con incredulidad. Le acaricié la cabeza como si fuese un perro y él me fulminó con la mirada, a lo que yo levanté las manos en son de paz. Oliver refunfuñó unas palabras mal sonantes por lo bajo antes de rodar los ojos e incorporarse con mi ayuda.
- Bueno Kath, hoy no me apetece ir a clase. Que te parece ir conmigo a las carreras?- le pregunté sin percatarme de las miradas asombradas de Sean, Anth, César y Caleb. Ella abrió mucho los ojos antes de asentir frenéticamente como una niña pequeña. Rei suavemente e iba a decirle algo cuando Sean se me adelantó.
- Carreras... De qué?- preguntó un tanto perdido. Carter y Oliver rieron mientras que Kathia lo miraba como si fuese tonto.
- De caracoles, no te jode!- exclamó ella con ironía. Puse los ojos en blanco con diversión antes de contestarle con una sonrisa.
- De motos, Sean, de motos.- le dije como a un niño pequeño. Él frunció el ceño.
- Legales?- preguntó con desconfianza.
- El actor secundario de los simpsons es más legal que esas carreras!!- exclamó Oliver con mucha diversión. Mis compañeros de piso se pusieron pálidos, excepto Carter, claro, él ya me conocía. Bueno, a medias.
- Cami... Cuanto tiempo llevas llendo allí?- me preguntó con la voz un poco aguda César. Lo fulminé con la mirada.
- No te importa.
- Dos años.- respondió Oliver justo cuando lo hice yo. Lo fulminé a él también con la mirada mientras analizaba la reacción de mis nuevos amigos. Creo que se relajaron un poco, pero no demasiado.
- Okey, iremos con vosotras.- dijo Caleb decidido, a lo que los otros asintieron con conformidad. Los miré con una ceja alzada antes de estallar en unas sonoras carcajadas. No los veía yo a ellos juntándose con mis "otros amigos". Negué con la cabeza pero todos ellos, A LA VEZ, se pusieron a hacer unos pucheros adorables que terminaron por convencerme. Levanté las manos en un gesto de derrota y ellos chocaron los puños a modo de victoria. Pero pararon de festejae cuando los señalé con el dedo índice muy seriamente. Ellos tragaron fuerte saliva.
- Pero... Luego no vengan llorando y por cierto... No me responsabilizo de posibles traumas o experiencias traumáticas.
Puñeteros pucheros.----
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----Hola!! No acostumbro a hacer estas notas en esta novela, perp era para disculparme por no subir estos dias este capitulo, es que estaba con un par de problemas personales y no era capaz de escribir. Por cierto, muchas gracias a todos los que leen esta y otras novelas mias, significa mucho para mi!! Ya tiene esta historia mas de 2'000 visitas y eso me hace muy feliz porque no pense que esta historia fuese a tener demasiado exito!! Igual hoy l mañana hago un maraton para celebrarlo, besos ciberneticos con sabor a nutella!!
P.D: Queridos lectores de: Buscando lo que alguna vez fue mio, no he subido en un monton de tiempo y eso me recarcome por dentro, pero a causa de esos problemas personales y de la falta persistente de inspiracion, no consigo seguir la historia!! Besos tb para vosotros mis amores, lo sois todo;)
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Problemas, ¿por qué no?
Fiksi RemajaElla. Pelivioleta, gruñona y con muy mala leche. Cuidado con ella porque muerde. Ama las motos y es muy inteligente. Chica problemas y morita son sus apodos. Tiene un pasado olvidado y un presente turbio. Solo hace caso a su mejor amigo. Juntos caus...