Maratón 1/4

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Justo acabábamos de acordar cómo íbamos a llegar todos a las carreras sanos y salvos cuando sonó el timbre. Los miré a todos con curiosidad.
- Esperais a alguien?- pregunté. Ellos negaron todos con la cabeza. Entonces recordé a Connor y me sonrojé. Todos se percataron de ello y me miraron inquisitivamente, pero César especialmente. Me apresuré en caminar hasta la puerta de entrada y la abrí de golpe, sobresaltando al pobre chico peliverde que se encontraba tras ella.
- Hola guapa!
- Hola guapo!- exclamé divertida.- Pasas?
- Claro. Oye, como no quería arriesgarme a incendiar todo el edificio, no he probado a cocinar un pastel de bienvenida, asi que he tenido que comprar uno en la pastelería de ahí enfrente.- me confesó rascándose la nuca con nerviosismo. Le sonrío amablemente como agradecimiento antes de empezar a dirigirme al salón de nuevo, junto a los otros.
- No te preocupes, seguro que esta rico igual pero en estos momentos estábamos a punto de irnos asi que tendremos que probarlo más tarde...- le confesé con tranquilidad.
- Estabamos? Tu y quien...?- Connor se calló de golpe al ver a todos mis amigos parados en el medio del salón. Creo que palideció un poco al notar lo cachas que estaban, y me miró como pidiendo ayuda.
- Chicos, Connor el vecino, Connor chicos y Kathia. A ella no se la toca, capicci?- le pregunté mientras lo señalaba con el dedo índice. Él asintió mientras no quitaba ojo a la navaja que César todavía portaba. Él levantó una ceja en dirección al vecino y Connor retrocedió un par de pasos casi inconscientemente. Rei por lo bajo suavemente.
- Te apetece venir?- le preguntó amablemente Anthony pero sin quitar la prudencia de su voz. Rodé los ojos mientras me cruzaba de brazos.
- No creo que sea buena idea...- consiguió mascullar Connor señalando a César, Oliver, Caleb y Carter, quienes se habían compinchado para ejercer de mis guardaespaldas. Fruncí el ceño pero me quedé callada, a la espera de que alguien reaccionase. Como nadie lo hacía, levanté los brazos al cielo con desesperación.
- Haced lo que os de la gana, yo me llevo a Kathia de una buena vez a las carreras!- exclamé con impaciencia mientras agarraba a mi amiga del brazo y la arrastraba hasta la entrada, donde cogimos cada una una chaqueta de cuero y salimos del edificio en dirección al garaje, dejando a unos cuantos chicos en nuestro piso con la boca abierta.
- Oye, era guapo pero un poco miedica.- me comentó Kathia distraidamente mientras se montaba detrás de mi sobre mi bb. Asentí, de acuerdo con ella.
- Si, pero como reaccionarías tu si fueses a la casa de una tía que está buena para tener tema y te encontrases con los semejantes mastodontes que son nuestros amigos?- le pregunté con una ceja alzada, a pesar de que ella no podía verme porque tenía la cabeza enterrada en mi espalda. Noté coml reía antes de contestar.
- Me cagaría de miedo. Ahora lo comprendo un poco mejor.- dijo entre risas.- Crees que los chicos vendrán?- me preguntó con evidente curiosidad. Me encogí de hombros con indiferencia.
- Oli seguramente si porque le encantan las motos igual que a nosotras, pero los demás no tengo ni idea. De venir alguno, seguramente vengan Caleb y Anthony.
Ella pareció decepcionarse un poco ante mi respuesta y a mi no me pasó desapercibido su cambio de humor.
- Hey, que ha pasado entre Sean y tu?- inquirí con sorna a la vez que arrancaba el motor. Por el espejo retrovisor pude distinguir cómo a mi amiga pelirroja se le ponían las mejillas del color de su pelo. Me rei con diversión antes de arrancar a gran velocidad en dirección a las pistas de carreras.

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- Cami, que sorpresa verte por aqui a estas horas!- exclamó Hunter con sarcasmo al verme bajar de la moto. Rodé los ojos con una sonrisa antes de abrazarlo con cariño.
- Hay carreras hoy?- le pregunté con interés.
- Si, un par de ellas son ahora por la mañana y otras dos por la tarde.- me contestó justo en el instante en el que vio a Kathia.- Vaya, vaya, has traido a una amiga?- me preguntò, con curiosodad. Yo me rei.
- Si, es una buena amiga reciente asi que tratadla bien, me oyes? Ella también va a correr.- le informé y a la pelirroja le brillaron los ojos de la emoción. Se me escapó una risa y Hunter  rió conmigo.
- Se ve que tiene la misma pasión que tú por las carreras de motos.
- Si, me encantan, desde pequeñita!- exclamó mi amiga emocionada como una niña pequeña. Negué con la cabeza cln diversión antes de buscar con la mirada la mesa de inscripción.
- Allá.- me dijo Hunter  señalando a un grupo de chicos rodeando una mesa pequeña tras la que se encontraba Mr. Perfect. Nuestras miradas se encontraron (por dios que cursi es esa frase) y sus ojos brillaron. Me ofreció una sonrisa cálida a la que yo respondí con un ceño hermosamente fruncido. Hunter  captó lo que había pasado entre nosotros y se echó a reir de mi. Lo fulminé con la mirada y Kathia nos observaba confusa.
- En serio, Camille? Con "Mr. Perfect"?- me preguntó con burla. Seguí matándolo con la mirada antes de responder.
- Estaba enfadada, okey?- le dije a la defensiva.
- Pequeña, siempre estás enfadada.- me dijo el muy... Gruñí con frustración mientras me pasaba las manos por el pelo. Divisé a Mason a mi izquiersa y lo llamé con un gesto de mano. Él vino hacia nosotros sonriente y chocó sus puños con los mios y con los de Hunter, después repasó con detalle el cuerpo de mi amiga y se detuvo más de la cuenta en el escote de su camiseta de tirantes. Ella carraspeó con fastidio.
- Mis ojos están aqui, chaval.- dijo cortante. La aplaudí mentalmente por poner al mujeriego de Mason en una situación incómoda. El pobre estaba completamente sonrojado. Me rei bajito, al igual que Hunter, y entonces le dije la causa de mi llamada.
- Mason, nos apuntas a Kath y a mi para la siguiente carrera?- le pregunté, preparada para poner ojitos de cachorrito si fuese necesario, cosa que no hizo falta porque él se limitó a asentir distraidamente y correr a apuntarnos.
- Lo has descolocado completamente.- exclamé sorprendida. Kath se sonrojó de nuevo.
- Sabes que estropeas tu aspecto de chica mala cada vez que te sonrojas de manera tan adorable?- le pregunté a la par que le apretaba sus blanditos mofletes. Ella puso morritos antes de intentar morderme un dedo. Aparté la mano rapidamente.
- Animal!- exclamé indignada.
- Habló.- dijo ella con burla. Yo maldije por lo bajo antes de darle un fugaz beso en la mejilla a Hunter y salí corriendo hacia el alamacenillo. Oliver tenía otra moto que seguramente le dejaría a Kathia asi que me apresuré en pasarle un paño húmedo y cambiarle el aceite. La arranqué y sonreí satisfecha al ver que la moto estaba en perfectas condiciones. Justo en el momento en el que estaba sacando ambas preciosidades, llegó Kathia corriendo con los ojos brillantes.
- Están todos aqui!!- exclamó con felicidad.- Todos, todos!!
Me rei y dije con diversión y seriedad a la vez.
- Pues vamos a darles un buen espectáculo.

Problemas, ¿por qué no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora