Conduje sintiendo el aire en la cara hasta llegar al instituto. También denominado jungla, selva, cárcel, infierno particular... Para mi solo era como un chicle pegado en mi bota que no me dejaba avanzar. De no ser por mis faltas e infracciones continuas, ya habría acabado el instituto hacía años gracias a mi mente privilegiada, pero, que le vamos a hacer? Es más divertido ir a carreras ilegales con Oliver que estar seis horas o más sentada en una silla atendiendo a las lecciones de un vejestorio amargado. Aparqué a mi bb en una plaza 'para motos libre y me bajé tranquilamente. Como no había llevado casco me limité a sacar las llaves del contacto y a guardármelas en el bolsillo trasero de mis pantalones cortos. Intenté peinarme un poco la maraña que tenía como pelo y tras cinco estresantes minutos, me di por vencida y lo amarré en una coleta alta que dejaba caer mis rizos violetas por mi espalda hasta casi la mitad de ésta. Caminé con tranquilidad por los pasillos, consciente de que el odioso timbre aun no había sonado y de las miradas perplejas de mis compañeros por verme alí a primera hora. Si, no podría decirse que fuese madrugadora precisamente. Fui hasta mi taquilla e introduje mi código para sacar mi libro de historia. Como no llevaba mochila, cogí mi carpeta con folios, un boli que situé tras mi oreja izquierda y el libro bajo el brazo. Fui la primera en llegar al aula, por lo que me senté en la última fila en una mesa de dos. Puse mis cosas sobre la mesa y esperé pacientemente a que el timbre sonara mientras mis compañeros iban llenando el aula. Algunos cuchicheaban al verme allí, otros me dirigían una mirada de indiferencia y otros como Mike, James y sus otros amigos me saludaban con un gesto de cabeza o una sonrisa amistosa. Yo me limitaba a responderles los gestos en silencio. El timbre sonó y el profesor entró al aula seguido muy de cerca por el patoso de Oliver. El señor Castro le dirigió una mirada cansada antes de pedir silencio. Entonces se percató de mi presencia.
- Vaya, Camille, nos vas a honrar con tu presencia hoy?- me preguntó con curiosidasd. Era el único profe que me caía bien. A parte de ser el único menor de 35 y además estar tremendamente bueno.
- Si, hoy me han entrado ganas de madrugar, sobretodo gracias al despertador de cierta persona aquí presente.- dije mientras señalaba a Oliver con mi cabeza. Él se había sentado en el sitio libre de mi lado. El profesor me miró divertido antes de asentir.
- Bien, pues quiero que os pongais por parejas para...
- Lo siento señor, puedo pasar?- preguntó un César exhausto desde la puerta, interrumpiendo al profesor. Él frunció el ceño pero asintió.
César caminó con la cabeza gacha hasta tomar asiento a mi izquierda, en un sitio libre que no había visto.
- Bien, como iba diciendo, quiero que formeis parejas para hacer un trabajo obligatorio que contará para la nota final.
Se escucharon gemidos, bufidos y protestas en general por todo el aula. Yo me mantuve callada a la espera de más instrucciones.
- Y las parejas las escogeré yo, dado que si dejo escoger a la señorita Camille y a unos cuantos más, acabarán haciendo todo el trabajo solo unos pocos.- dijo mirándome significativamente. Yo, como una idiota, me sonrojé. Era cierto que cuando había que hcer trabajos obligatorios por parejas, Oliver y yo nos poníamos juntos y entre los dos lo hacíamos, aunque más bien era, yo trabajaba y él dormía la siesta en el sofá desvencijado del almacén de Mike.
- Bien, estas serán las parejas...(...) y Camille y César. Bien, es para dentro de tres días y lo tendreis que exponer. Tiene que tratar sobre vuestro recuerdo más feliz y vuestra pareja va a tener que contar el vuestro y vosotros el de vuestra pareja.
Arugué la nariz al escuchar el tema del trabajo. En serio no solo iba a tener que compartir me recuerdo más feliz si no que lo va a tener que leer el rubio teñido? Dejé caer mi cabeza sobre la mesa y pude escuchar la risa disimulada del profesor.
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Problemas, ¿por qué no?
Teen FictionElla. Pelivioleta, gruñona y con muy mala leche. Cuidado con ella porque muerde. Ama las motos y es muy inteligente. Chica problemas y morita son sus apodos. Tiene un pasado olvidado y un presente turbio. Solo hace caso a su mejor amigo. Juntos caus...