—Hola para ti también —Eric sonrió de lado y luego inclinó la cabeza hacia adelante, entrecerrando los ojos―. Mmmm... No lo tomes a mal, pero esperaba que fuera Verónica quien abriera la puerta. Escuché su voz antes.
Su mirada se deslizó a espaldas de Miranda, con la chispa de esperanza de que Verónica apareciera tras ella, y eso la hizo sentirse un poco mal por él.
Cambió su peso de un pie a otro, sin saber cómo sentirse con exactitud, ¿era así como Verónica se había sentido esa tarde con la llegada inesperada de Parker? Probablemente sí. Por lo visto, el karma se había encargado de hacer pagar a Miranda demasiado pronto. Miró hacia atrás por instinto, siguiendo la mirada del chico, pero no había ni rastros de Verónica.
—¿Qué haces aquí? —habló por lo bajito, lo que causó que él deslizara la vista nuevamente hacia ella. ¿Acaso Verónica no le había dicho que Eric no iba a volver? Entonces cayó en cuenta de que eso era lo que su amiga pensaba, pero que quizás Eric no le había dicho toda la verdad a su amiga—¿Ve sabe que estás aquí? —lo miró con las cejas alzadas, cruzándose de brazos.
Él negó con la cabeza, haciendo que algunos mechones teñidos de rojo le cayeran sobre la frente, llevándose una de sus manos llenas de tatuajes a la nuca, rascándola con visible nerviosismo.
—Quería darle una sorpresa —Se mordió el labio inferior y luego soltó aire como si lo hubiera retenido por demasiado tiempo—. ¿Crees que se enoje si me ve aquí?
Miranda se llevó la uña del pulgar a los labios y la mordió por un momento. Tenía ganas de reírse de lo hilarante que era la situación. Mientras ella se había creído que era Parker quien tocaba la puerta, él debía estar en un avión a miles de kilómetros de ella en ese momento, y Verónica debía estar en su habitación pensando cosas que no eran. Ahí todos estaban equivocados, o despechados, o tristes. Ella era las tres.
—Por supuesto que se va a enojar —Miranda asintió con seguridad, aun así empujó la puerta tras ella y la abrió por completo para que Eric pasara, pues no iba a dejarlo ahí afuera toda la noche—. Disculpa mi mala educación, pasa. —lo invitó a entrar, forzando una sonrisa que quizás no se veía tan amigable como ella intentó que se viera.
Eric la miró por un momento con el ceño fruncido, como si sospechara que algo le pasaba, pero luego se encogió de hombros, pasando frente a ella
Cuando cerró la puerta y se volvió hacia el recién llegado, Eric la miraba fijamente.
—Sé que esto es incómodo, pero no te he visto en un año, y lo último que recuerdo es que nos llevábamos bien, ¿eso cambió? —extendió los brazos, dándole una sonrisa sincera que Miranda no pudo ignorar—. ¿Hice algo y no me enteré? Porque si es así...
Se le aguaron los ojos casi de inmediato, cosa que ella atribuyó a todo lo que estaba pasando y fue hasta él, abrazándolo durante un momento.
—Lo siento —dijo en cuanto se separó, sorbiéndose la nariz y negando con la cabeza—. Últimamente han pasado muchas cosas... tengo la cabeza a miles de kilómetros de aquí —o mejor dicho, sus pensamientos— y esperaba.... —el resoplido que salió de sus labios la hizo comprender que estaba peor de lo que quería aceptar—, que fuera alguien más ¿sabes? No esperaba que fueras tú tras la puerta. Quería que fuera alguien más. Pero me alegra que hayas vuelto.
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Algo hermoso |Amar de nuevo 1|
RomanceLos amores de verano son intensos, y al igual que las olas del mar, duran muy poco antes de estrellarse en la orilla y deshacerse en espuma. 🌊🌊🌊 Miranda está dispuesta a tomarse sus pequeñas vacaciones con calma, sin las preocupaciones de la vid...