Capítulo 2

318 19 9
                                    

Mi nombre es Duvan, si habéis atendido bien a las palabras escritas en este libro es la segunda en toda esta aventura, espero que haya sido así, pero bueno, sigamos en mi presentación tengo unos veintidós años muy bien llevados, soy de piel morena, pero no exageréis en el moreno, es más bien un color parecido al café, soy alto, metro ochenta, corpulento, y poco más os voy a decir.

No nací aquí, nací en Colombia, pero mi familia se vino a vivir aquí para probar tener una mejor vida, los diez primeros años de la estancia aquí fueron geniales, pero no todo dura para siempre, entonces vino la crisis, mi padre perdió su trabajo, el dinero no llegaba a casa, mi padre se volvió impaciente y mal humorado, mi madre no tenía tiempo para mí, y yo tenía que estudiar, algo que cada vez se me daba peor, en resumen, la situación familiar se fue marchitando poco a poco, hasta tal punto que ya ni comíamos juntos, solos los fines de semana y luego cada uno se iba a su habitación para dedicarse a sus asuntos. 

Como ya sabréis ingresé en la secta, me volví un asesino, me convertí en el mejor de todos e incluso en la mano derecha del gran maestro, es un trabajo tan sencillo, solo debes cumplir con los objetivos, y ganarás muchas monedas.  

¿A quién matamos? 

A gente que nos intenta hacer frente, a policías que han matado o arrestado a algún compañero nuestro, a los ricos que derrochan dinero y no pagan sus impuestos, a cualquiera que haga algún mal, somos justicieros, somos rebeldes, algo que mucha gente rechaza, pero alguien tiene que pelear por los ideales. 

Los mejores asesinos formamos un consejo de diez miembros, el jefe supremo, el líder llamado Darsle, mi maestro, mi amigo Johnson, Laura y Karen, los demás no los conozco demasiado, nunca he tratado con ellos.

En las reuniones del Consejos e debaten numerosas cuestiones, como seguir creciendo, como llevar a la perfección nuestros aspectos económicos, de nuestros peores enemigos, en fin de todo un poco. 

Por cierto, también matábamos a personas homosexuales, esas escorias no son personas, nos dan asco, la unión amorosa siempre ha sido de un hombre y una mujer, así que no se inventen rollos, hablando de relaciones amorosas, no podemos tener pareja, según el líder nos hace actuar peor, si alguien las tiene puede ser aniquilado al momento, en el mejor de los casos puede ser solo expulsado. 

Creo que ya es momento de seguir con mi historia, así que ya volveré si hace falta para contaros más.  


El arte de matar y de amar II (ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora