Capitulo 16

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Sin que nadie se diera cuenta a medianoche salí con Johnson a por un refugio de la secta.

Primero maté a un guardia con sigilo clavando mi espada en el centro de su corazón, esto siempre me ha resultado sencillo, como el pan de cada día.

Escalé hacia el tejado y entre por el patio del edificio. Tenía memorizado todas las habitaciones del edificio, tanto años de vida allí debía servir de algo.

Me oculté detrás de una columna y mire alrededor, primero tenía que ver cómo estaba el panorama para saber de que manera atacar.

Vi a Darsle en una pantalla gigante. Decía que me matara y según su información estaba por esa zona.

Cuando se apagó la pantalla todos se reunieron en un círculo en el centro, parecía que iban a debatir algo, seguramente cosas relacionadas conmigo y mis acompañantes.

Cuando lo creí preciso salté hacia la planta de abajo haciendo una voltereta en el aire. Estas acrobacias también me las había enseñado mi antiguo maestro.

—¿Que tal?—dije yo

—¿Quién eres?—todos se giraron en dirección mía.

—¿Me estáis buscando?—seguí avanzando sin tener ningún miedo a que vinieran todos a por mí.

—¡¡¡Es Duvan!!!—gritaron con odio y mucho rencor.

Todos sacaron sus espadas lentamente y se pusieron en posición defensiva, me reí durante un breve momento, me llevé la mano a la cintura, preparé mi espada y respiré hondo durante cinco segundos.

Avance para acercarme a ellos lancé un golpe bajo hacia la derecha otra la izquierda y lo herí en el centro de la barriga.

Con unos reflejos casi inhumanos esquivé una estocada a la vez que le inserté la espada en la barriga.

Al siguiente le di una patada en el pecho, esto le hizo retroceder unos cuantos pasos, aprovechando el dolor de la patada le acuchillé en el abdomen, pero otro asesino me intentó matar por la espalda, pero le vi de reojo y rápidamente me giré y di otra patada, pero esta vez en la boca, sonó el romper de algo, debo deducir que sería la mandíbula o algún diente.

Con el dolor de la patada se cayó de rodillas al suelo, casi sin conocimiento, lo miré de arriba a abajo, estaba completamente mancha

Le puse las dos espadas cruzadas en el cuello y le hice el movimiento tijera, la cabeza rodó por el suelo dejando manchas de sangre,

Yo maté a unos diez y Johnson a unos seis.

—Nos veremos en el infierno—dije yo con ironía antes de abandonar la estancia del crimen.

Todos los cuerpos estaban tirados en el suelo, había mucha sangre pero me sentí bien, por fin había ejercido mi venganza, ahora sabían con quién se metían.

Si Darsle veía la masacre le entraría un poco de miedo y eso era lo que quería, porque esto solo era el principio.

El arte de matar y de amar II (ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora