•Una relación entre dos mejores amigos, él quiere protegerla y amarla, ella quiere seguir como están por miedo a herirlo. Dos mejores amigos que han estado enamorados desde hace años, ninguno quiere dar el siguiente paso, pero el destino los pondrá...
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-Mika-chan es la amante de Kisaki tetta, pero ¿Cómo? ¿Qué sucedió entre ella y Draken-kun?- Pensaba Takemichi al escuchar las palabras de Naoto. -¿Qué sucede? Has estado muy pensativo desde hace rato.- Dijo Naoto. -¡Ah! Na-nada... Es solo que... No puedo entender bien el conflicto interno de la Toman.- Mintió. -Por eso tienes que averiguarlo y evitarlo, en ese conflicto Ken Ryuguji muere.- Explicó el pelinegro. -Si... Entonces, tengo que descubrir cuál fue el conflicto interno y evitarlo, si lo hago, Draken-kun estará vivo, Mikey no se volverá malo y Hina estará viva.- Repaso Takemichi. -Si, lo dejo en tus manos Takemichi.- Dijo Naoto con una leve sonrisa en su cara. -Salvare a Draken-kun, Akkun y Hina.- Dijo Takemichi.- Los salvaré a todos y descubriré porque Mika-chan está con Kisaki tetta.- Pensó Takemichi para proceder a tomar la mano de su compañero.
Al notar que volvió al pasado, lo primero que vió fue a una chica rubia bastante hermosa sobre él.
-Nada de besos.- Dijo la chica. -¿Nada de besos?¿Qué más hay en el menú?- pensó Takemichi para luego escapar de la habitación donde se encontraban. -Hina no puede enterarse de ésto.- Dijo Takemichi. -¿Enterarme de qué?-Preguntó Hina, quien se encontraba tras de él. -¡Hina-chan!- Dijo Takemichi, para luego recibir una llamada de Draken, quien lo citaba al santuario.
Al llegar al santuario no había nadie, pero luego escucharon el sonido de unas motos acercarse, para notar que la pandilla había llegado. Unos tipos empezaron a amenazar a Takemichi por estar ahí, pero Mitsuya llamó su atención haciendo que los tipos se retiraran.
-Tú eres el invitado de Mikey ¿No?, ¿Takemichi?.- Pregunto el de pelo lila. - A-ah... Si.- Dijo Takemichi, para luego seguir a Mitsuya, quien lo llevaba con Mikey y Draken. -¿Ah? ¿Para qué trajiste a tu chica, Takemicchi?- Pregunto Draken. -No sabía que sería para esto que me llamaste.- Dijo Takemichi un tanto nervioso. -Hina, disculpa por lo del otro día, era una prueba para Takemichi.- Explicó Draken. -Si, no hay problema, disculpa por mi reacción del momento.- Río Hina. -¡Emma! Ésta es la chica de Takemichi, cuidala.- Ordenó Draken. -Si, si...- Dijo Emma sin entusiasmo. -¿¡Eh!? -¿!UH!? Hola, gallina.- Exclamó Emma con inocencia. -¿Porqué te llama gallina?- Pregunto Hina. -¿Ya conoces a Emma?- Preguntó Draken. -Hina, Draken-kun, no es lo que piensan. No recuerdo lo que sucedió.-Tartamudeó Takemichi con nerviosismo. -Me dejaste en ropa interior y te fuiste corriendo.- Explicó Emma. -¿En ropa interior?-Pregunté al escuchar las palabras de mi hermana pequeña. -¿¡Mika-chan!?- Exclamó Takemichi al verme. -Mi-mika...- Dijo Emma al verme, pues su hermana mayor había escuchado sus palabras. -Tú y yo vamos a conversar más tarde.- Dije con seriedad. -Si...- Murmuró Emma.
Luego de unos minutos en dónde esperábamos a Takemichi, pues Hina le estaba dando una paliza, decidimos comenzar con la reunión.
-¡Todos reúnanse! La reunión de la toman va a comenzar.- Gritó Draken.
Todos hicieron una reverencia al momento de empezar a caminar, primero estaba Mikey, luego Draken y yo y por último Takemicchi, quien caminaba con nerviosismo. La reunión continúo con naturalidad, hablamos sobre una posible próxima pelea con otra pandilla, "Moebius" era su nombre, la pelea sería el día 3 de agosto, el día del festival.
- El 3 de agosto.- Pensó Takemichi.- ¡El día en que Draken-kun muere!- Pensó. -¿Te encuentras bien Takemichi?- Pregunté al verlo nervioso. -¡Mika-chan! S-si... Es solo que estaba pensando en lo de la pelea.- Explicó el rubio. -¿Te preocupa que suceda algo?- Reí mientras lo decía. -Pu-pues... Solo pensaba si ésta pelea se podía evitar.- Dijo Takemichi. -No. Se metieron con personas que no tenían que ver en el tema, lastimaron a una chica que no tenía nada que ver y la hirieron de una forma muy cruel. Si la pandilla no hace nada, entonces no mereceríamos decir que queremos una nueva era de delincuentes.- Expliqué de forma muy sería. -.... Tienes razón.- Dijo Takemichi con una mueca deprimida. -Ah todo esto... ¿Qué mierda fue lo que sucedió con Emma?- Pregunté mientras lo miraba sonriendo y con una vena marcada en la frente. -A-ah, eso... Y-yo...- Tartamudeaba el rubio. -Tranquilo... Solo te diré que no le hagas nada a ella, es mi hermana y si alguien la toca, lo mato.- Sonreí mientras le decía eso, pues mi personalidad era bastante extraña. -S-si...- Asintió Takemichi. -¡Emma! Ven.- Grité. -¿Qué sucede?- Dijo Emma. -Tú y yo vamos a hablar.- Dije seria.- Ahora.
Camine a una zona lejana al santuario para conversar con tranquilidad con mi hermana, no entendía porque había hecho eso cuando ella era una persona muy romántica y cuidadosa.
-Sabes porque te traje aquí ¿No?- Pregunté. -Si...-Dijo cabizbaja. -Emma, no te diré que hacer ni mucho menos, pero... Creí que nos teníamos confianza, creí que si necesitabas algo, algún consejo o conversar con alguien, yo sería una de las primeras en saberlo, ¿Acaso no te he demostrado la confianza suficiente?- Pregunté, pues éstos años me había esforzado demasiado en obtener la confianza de mis hermanos al ser yo su única responsable. -No es eso Mika... Solo... Quería sentirme adulta. Todas mis compañeras de curso ya saben sobre el tema y cuando conversamos yo nunca se qué decir y soy la única que aún parece una niña.- Explicó la menor. -Emma... No tienes que tener sexo para sentirte adulta, el sexo es algo que simplemente se da, no tienes que forzarlo ni mucho menos. No te vuelves adulta al acostarte con alguien, te vuelves adulta cuando tú pensamiento cambia, cuando en vez de pensar en tener sexo, piensas en cuidarte y disfrutar tu juventud, piensas en las responsabilidades y consecuencias que traen éso. No te diré que estuvo mal lo que hiciste, pero fue peligroso, no conocías a Takemichi, imagínate él era un mal tipo y te lastimaba.- Expliqué la situación al escuchar las palabras de mi hermana. -Mika... ¿Tú ya lo has hecho? ¿Lo hiciste con Draken?- Preguntó curiosa al ver que yo no veía el sexo como algo increíble. -¡Emma! ¿Qué cosas dices?- Me sonrojé.- No lo he hecho aún y menos con Draken, ¡Es mi mejor amigo! ¡Dios!- Moría de la vergüenza. -¿¡Eh!? ¿Realmente no lo has hecho?- Preguntó Emma sorprendida. -No, todavía no lo he hecho... No tengo tiempo para pensar en relaciones y menos en sexo.- Dije intentando parecer la hermana madura que soy.
Al terminar mi conversación con Emma, me dirigí al santuario para irnos a casa con Mikey, así que nos despedimos de todos y nos fuimos a casa. Al otro día, Mikey y yo nos juntamos con Draken, fuimos a comer y luego al hospital a ver a la chica que Moebius había atacado, en eso nos encontramos con los padres de esas chicas y hicimos una reverencia para mostrar nuestro respeto, luego de eso, Mikey se fue con Mitsuya, dejándome sola con Draken.
-¿Quieres ir a dar una vuelta?- Preguntó Draken. -Claro.- Dije yo. -Bien... Espérame aquí, compraré algo.-Dijo Draken mientras se dirigía a una tienda.
Al volver, ví que traía unos refrescos, un chocolate amargo de naranja y unas papas fritas. Nos fuimos a un parque y jugamos por horas mientras conversábamos de cosas aleatorias y bebíamos los refrescos que compro Draken. Al llegar la noche, me fue a dejar a casa.
-Fue una linda tarde.- Dijo draken.- Gracias por acompañarme. -Si... Gracias por invitarme, me gustó pasar tiempo contigo, como siempre.- Dije mientras reía. -Mika... Tú... ¿Te gusta alguien?- Preguntó Draken. -¿¡Eh!? ¿Que quieres decir con eso?- Pregunté un tanto sorprendida por sus palabras. -El otro día, cuando Mikey preguntó cómo era tu tipo ideal, diste una descripción muy detallada, así que... Supongo que tienes a alguien en mente.- Dijo cabizbaja. -Pues... Seguramente si.- Dije sonrojada. -Y... ¿No te le vas a confesar?- Preguntó. -Pues... Es una persona cercana a mi y... Prefiero seguir como estamos. -Ah... Bien, entonces... Nos vemos mañana.- Se despidió. -Si... Nos vemos.- Dije yo, dándome media vuelta para entrar a casa. -¡Ken-chan!- Me giré para verlo. -Dime.- Volteó a verme. -No... Na-nada... Solo, cuídate y avísame cuando llegues a casa.- Dije arrepentida por lo que iba a decir antes. -Cl-claro...- Se giró y Vi como caminaba, no sin antes volver a mirar atrás y regalarme una sonrisa, la cual yo devolví.
